sábado, 19 de febrero de 2022

En entredicho la eficacia de los complementos con omega 3 en depresión. ¿Qué debe hacer el farmacéutico?

Autocuidado
gemasuarez
Sáb, 19/02/2022 - 08:00
Ante todo preguntar
 Angustia, ansiedad, nerviosismo, estrés postraumático, insomnio..., son algunos de los síntomas que aparecen cuando algo falla en la salud mental de una persona.
Angustia, ansiedad, nerviosismo, estrés postraumático, insomnio..., son algunos de los síntomas que aparecen cuando algo falla en la salud mental de una persona.

Una nueva evaluación de Nutrimedia -un proyecto del Centro Cochrane Iberoamericano y el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra (OCC-UPF)-, ha concluido que todavía no hay pruebas científicas suficientes para saber si los suplementos o complementos a base de omega 3 ayudan o no a reducir los síntomas depresivos. 

Los ácidos grasos omega 3 son componentes de las membranas de las células, sobre todo del ojo y el cerebro y realizan otras funciones importantes en los sistemas circulatorio, inmunitario y endocrino, entre otros. En los últimos años, se están estudiando como tratamiento alternativo para los síntomas de la depresión, una enfermedad muy debilitante y difícil de tratar. Sin embargo, la evaluación de Nutrimedia basada en una revisión Cochrane de 33 ensayos clínicos y 1.848 personas con depresión, afirma que estos estudios han mostrado que tomar suplementos de omega 3, en comparación con tomar un placebo produce una reducción muy pequeña e incierta de los síntomas depresivos. 

Además, aunque los estudios realizados son ensayos clínicos "sus resultados se consideran de certeza muy baja, ya que son imprecisos y muy variables entre los diferentes estudios". Por ello, la evaluación concluye que la veracidad del mensaje que sostiene que los suplementos omega 3 reducen los síntomas depresivos es incierta. "Mientras no haya pruebas de mayor calidad, no se puede sostener esto ni lo contrario".

¿Qué debe hacer el farmacéutico?

Ante esta evidencia, ¿qué deben hacer los farmacéuticos para ofrecer la mejor atención farmacéutica? 

Primero, preguntar

Loreto Pérez Pérez, vocal de Alimentación del COF de Guadalajara, señala a CF que el profesional debe realizar una serie de preguntas básicas: para qué lo quiere y que síntomas tiene; si está tomando algún medicamento, planta medicinal o producto natural, y qué tipo de alimentación tiene. "A menudo se piden productos en la farmacia por recomendaciones de amigos y vecinos o porque se ha oído o leído algo en las redes. Antes de dar cualquier suplemento tenemos que conocer si nuestro paciente padece alguna patología o toma algún fármaco que pueda interaccionar con este", argumenta.

De la misma opinión es Elva Orta Hoyos, vocal de Farmacéuticos en Alimentación del COF Zaragoza, quien remarca la importancia de "saber si el complemento es para él y preguntar por qué lo quiere tomar (si ha sido recomendación médica o un consejo de algún vecino o amigo)". A partir de aquí, dice que habría que recopilar la información necesaria para la recomendación (alimentación que sigue, edad y tipo de actividad física y trabajo), para dar las explicaciones oportunas de por qué sí o por qué no lo tendría que tomar, siempre con un seguimiento médico/farmacéutico y baja unas pautas de alimentación saludable". 

Según la vocal, si el paciente pidiera un complemento de omega 3 para la depresión, el farmacéutico debe "explicar al paciente que cualquier tratamiento para la depresión debe estar pautado por un médico y supervisado por él mismo y por el farmacéutico". Y añade: "No se deben guiar nunca por otro tipo de recomendación, provenga de dónde provenga. Habría que intentar explicar lo que sabemos, qué son los ácidos grasos polinsaturados (AGP) omega 3, de dónde los podemos conseguir y el aporte a través de una alimentación sana y equilibrada. También ver y explicar si podría tener algún tipo de deficiencia y ver junto al médico si es adecuado tomar este tipo de suplemento, aunque no fuera, cómo nos dice este artículo, para reducir los síntomas depresivos. Creo que hay que transmitir al paciente que hay que hacer muchos más estudios al respecto para tener una opinión veraz y con fundamentos". 

Antonieta de Andrés, miembro del grupo de Nutrición y digestivo de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), además de las preguntas mencionadas (para quién es, quién se lo ha recetado o aconsejado, si es la primera vez que lo toma o ya lo estaba tomando y el problema de salud por el que lo solicita), insiste, como dice Pérez Pérez, en conocer "qué otra medicación está tomando el paciente y para qué, ya que hay algunas patologías en las que está contraindicado el uso de complementos de omega 3, como en el caso de aquellas que necesitan anticoagulantes, ya que el anticoagulante interacciona con dicho complemento".  

Derivación al médico

A su juicio, "en base a la evidencia científica, a un paciente con depresión que está tomando exclusivamente, o quiere empezar a tomar el complemento de omega 3, se le debería derivar al médico para que lo valore, ya que no hay evidencia que sea efectivo en monoterapia". Eso sí, defiende que "lo que sí existen son algunos metanálisis, como el de Liao et al (2019), que demuestran que los omega 3, por su capacidad antinflamatoria, se podrían utilizar como complemento al tratamiento farmacológico de la depresión, ejerciendo un efecto terapéutico en la mejora de dicha patología".

Y añade: "Hay que destacar que en la última década, además de la contribución de este efecto antinflamatorio del omega 3 -tanto el DHA (docosahexanoico) como el EPA (eicosapentanoico), aunque este último en un mayor porcentaje- en la mejora de la depresión, existen otra serie de mecanismos de actuación como son facilitar la acción de la dopamina y la serotonina; disminuir el daño oxidativo por modulación del funcionamiento de la mitocondria, que es la primera fuente de estrés oxidativo, y, por último y no menos importante, regular la expresión génica de una neurotrofina (BDNF) implicada en la plasticidad sináptica y en la resistencia de la neurona al estrés, que contribuyen al mismo efecto terapéutico".

Pérez Pérez también asevera que "un adecuado aporte de omega 3 favorece la fluidez de las membranas celulares y, por tanto, en el correcto funcionamiento de los neurotransmisores. En sociedades con un elevado consumo de estos ácidos grasos tienen menor incidencia y prevalencia de depresión". Por otra parte, apunta que el DHA y el EPA son los ácidos omega 3 más representativos en las membranas celulares. El DHA es el omega 3 más abundante en el cerebro, supone entre el 10-20% del total de ácidos grasos; según algunos estudios publicados, es el EPA el que parece más efectivo como terapia coadyuvante en el tratamiento de la depresión".

La experta de Sefac propone, por tanto, recomendar al usuario no diagnosticado por depresión que solicita omega 3 para esta patología, que "consulte con un médico para diagnóstico y tratamiento, ya que no está demostrado que en monoterapia el omega 3 sea suficiente para disminuir los síntomas". Y si tiene diagnóstico y tratamiento médico y utiliza el omega 3 como complemento, "solamente deberíamos saber si el paciente está notando mejoría y si hay alguna contraindicación con otra medicación; esta intervención es la que hará tomar la decisión de la dispensación".

Informar adecuadamente

Respecto a la información sobre estos micronutrientes que se puede dar al paciente, Orta Hoyos señala que hay que insistir en que los omega 3 son "ácidos grasos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizar y que tenemos que aportar a través de nuestra alimentación". Por tanto, subrayar, continúa, que "la alimentación tiene que ser sana y equilibrada, donde estén presentes las frutas y las verduras como la base de la alimentación (aunque en este caso aporten pequeñas cantidades de omega 3), las semillas y aceites y grasas saludables (la mejor opción es el aceite de oliva virgen extra como mejor opción para cocinar y aliñar), los frutos secos y los pescados azules". 

Por otra parte, defiende que hay que dar a conocer que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan un aporte de omega 3 del 0,5-2% de la energía total diaria. "Y esto, es muy fácil cubrirlo con una alimentación sana y equilibrada, no tendría que ser rica en nada ni suplementar a no ser que por el motivo que fuera hubiera déficit". Y todo ello, con ejemplos, para que la información llegue mejor: "Para poner algún ejemplo, con una ingesta de 2-3 nueces al día, una cucharadita de postre de chía en el yogur o una ración de pescado azul quedaría cubierta la ingesta recomendada y no tendría por qué haber ningún tipo de déficit". Eso sí, "siempre hay que individualizar", afirma.

La vocal del COF de Guadalajara recuerda que la relación de ácidos grasos omega 6/omega 3 debe ser de 3/1. "En la sociedad occidental se ha incrementado la ingesta del primero y descendido el consumo del segundo", constata. 

Igual que Orta Hoyos, Pérez Pérez afirma que "si la alimentación es equilibrada, es decir, rica en pescado, cuatro veces por semana y, sobre todo azul, un puñadito de frutos secos, como las nueces, y semillas de chía y lino, no sería necesario un suplemento en omega 3".

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