El acné puede llegar a tener una gran impacto en la calidad de vida de los adolescentes. Según las estadísticas, "el 75% de este colectivo va a tener un brote de acné en algún momento de su vida, de los cuales solo un 65% está en tratamiento. De los que están en tratamiento, la mitad no ha recibido un consejo sanitario preventivo. Y de los adolescentes que sufren acné, a un 40% le va a ocasonar un impacto emocional, que le va a influir en la autoestima", han señalado las farmacéuticas comunitarias Almendra y Paloma Fernández Rodríguez-Acosta, quienes movidas por estos datos, dicidieron en 2019 organizar talleres sobre acné para adolescentes y ofrecer, además, asesoramiento personalizado tanto en la farmacia como on line.
Esta iniciativa han sido todo un éxito y han logrado captar la atención de un público que no pisaría de otra forma la botica. Y por haberlo logrado han ido a Infarma a explicar cómo lo han conseguido y a compartir las pautas que han seguido a la hora de organizar estos talleres.
Lo primero fue darse cuenta de que hay una necesidad y que se sostiene con los datos antes mencionados. Lo segundo fue confiar en que el farmacéutico tiene mucho que decir en materia de educación sanitaria y asumir este papel, sobre todo, para un segmento de la población bombardeada por muchos bulos difundidos a través de las redes sociales. Precisamente, este papel se hace más necesario que nunca si se tiene en cuenta que "el tiempo medio para conseguir una cita con un especialista es de 90 días, en el mejor de los casos. Y en ese tiempo, el farmacéutico puede dar muchos consejos para minimizar las lesiones", declaran las expertas, que, por supuesto, tienen muy claro cuándo tienen que derivar al especialista. Y lo tercero lanzarse al ruedo y hacer los talleres.
Lo más difícil, reconocen, es la captación de los asistentes a esos talleres. Y aquí han visto tres escenarios posibles:
- Cuando la madre acude con su hijo adolescente a la farmacia y el niño con la cara llena de granos le hace un gesto tímido a la madre para que le pregunte al farmacéutico qué le puede dar.
- Cuando la madre va con un tímido y avergonzado adolescente, cabizbajo, con la cara cubierta por el flequillo, y la progenitora le dice a su hijo: "Quítate el pelo de la cara y enséñale a la farmacéutica tus granos', algo que averguenza enormemente al muchacho.
- Cuando uno u otro pide directamente en el mostrador algo para los granos.
En el primero de los caso, ambas farmacéuticas tratan de "hacer conscientes a padres e hijos de la importancia que tiene el acne, insistiendo en que es una enfermedad y que hay que tratarla para evitar secuelas psicológicas". En el tercer caso, dicen que es más fácil ofrecer la invitación a los talleres.
También funciona dar a conocer el servicio a través de las pantallas de la farmacia. Pero lo que mejor resultados da, constatan, es invitar al cliente a que pregunte con mensajes tipo: "El acné es una enfermedad con un gran impacto emocional. Preguntanos o ¿Tienes acné? Te podemos ayudar. Pregúntanos".
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