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viernes, 24 de abril de 2020

Las matronas se enfrentan a la pandemia con un déficit de especialistas

Profesión
aliciaserrano
24/ 04 / 2020
Obstetricia y coronavirus
En estos momentos de crisis sanitaria, la falta de matronas está repercutiendo en el conjunto del servicio, que en ocasiones se ve incapaz de cubrir con nuevas incorporaciones.
En estos momentos de crisis sanitaria, la falta de matronas está repercutiendo en el conjunto del servicio, que en ocasiones se ve incapaz de cubrir con nuevas incorporaciones.

En estos tiempos convulsos de la Covid-19, la enfermería obstétrico-ginecológica se convierte en una especialización mucho más compleja que las matronas tienen que saber manejar adecuadamente en los centros de salud y hospitales.

La situación sanitaria actual requiere que esta especialidad enfermera aplique medidas y procedimientos no habituales para adaptarse adecuadamente al nuevo escenario: seguimiento del embarazo vía telefónica, PCR al ingreso en muchos hospitales, circuitos limpios para reforzar la seguridad, trabajar con equipos de protección individual (EPI) no siempre adecuados, falta de test para los profesionales y extremar las precauciones para las gestantes, un colectivo especialmente vulnerable debido a los cambios inmunológicos y fisiológicos derivados del embarazo que les puede hacer más susceptibles a las infecciones respiratorias virales.

Las matronas de atención primaria y hospitalaria se enfrentan a esta pandemia, además, con las carencias que llevaban arrastrando desde la puesta en marcha de la especialidad en 1994, cuyo primer plan formativo ofertaba 174 plazas para formar especialistas en enfermería obstétrico ginecológica (matronas) y cuyas EIR no estuvieron disponibles para el mercado laboral hasta que finalizaron su formación dos años después.

Déficit de matronas

La OMS acaba de decir que se necesitan 6 millones de enfermeras en el mundo y que España tiene los ratios más bajos de Europa respecto a enfermeras por número de habitantes. El ratio matrona-parto también es menor que en otros países.

Precisamente en estos momentos de crisis sanitaria, la falta de matronas está repercutiendo en el conjunto del servicio, que en ocasiones se ve incapaz de cubrir con nuevas incorporaciones.

“Esto es así porque las listas de contratación están agotadas y porque hay muchas matronas contratadas como enfermeras generalistas, que lo somos antes que nada, y más en una situación de necesidad como la que estamos viviendo”, explica la presidenta de la AEM.

Plata añade que esta situación podría empeorar “si se hiciera un screening entre los profesionales que obligara al alejamiento del servicio activo hasta la negatividad de infección frente a la  Covid-19” .

En el primer nivel asistencial, la falta de matronas también es una realidad. "Somos un gremio pequeño con una necesidad de formación práctica que, si no se atiende por parte de la administración, nos vemos en escasez siempre de profesionales. Por esta razón, muchos puestos de trabajo de matronas están cubiertos por enfermeras. Si añadimos que hay matronas contagiadas por la Covid-19, se incrementa ese déficit”, explica a este periódico Gloria Boal, vocal de Matronas en el Consejo General de Enfermería (CGE) y matrona en el Centro de Salud San Fernando (San Fernando de Henares).

En otras muchas ocasiones, dados los contratos escasos y poco duraderos, “las matronas tituladas optan por trabajar como enfermeras cuando les aseguran una mejor contratación, más larga o más frecuente, abandonando la especialidad”, lamenta Rosa Plata, presidenta de la Asociación Española de Matronas (AEM) y matrona en el Hospital Marqués de Valdecilla (Cantabria).

La creencia de muchos gestores es que las matronas atienden solo partos y se olvidan de que tendrían que estar en los servicios de atención a la mujer y gestantes

Incertidumbre y miedo de las gestantes

Las matronas defienden que la asistencia ha cambiado en las formas pero no en el fondo en esta pandemia.

“Hay que enfrentarse a la incertidumbre y miedo de las usuarias (familias) y al nuestro propio, porque somos muy conscientes del riesgo existente. Al mismo tiempo, somos depositarias del miedo y de las preguntas de nuestras usuarias, y estamos encargadas de salvaguardar doblemente su seguridad y la de sus hijos, ahora por añadidura comprometida por la aparición de este virus”, explica a Plata.

En estos tiempos convulsos de incertidumbre y miedo, la labor de la matrona en atención primaria es más necesaria que nunca. “Debemos poner más énfasis en el apoyo emocional a la mujer por la incertidumbre y desorientación en la que se encuentra, proporcionar una información exhaustiva de la prevención por ser personal de mayor riesgo y, tras el nacimiento del bebé, profundizar en las medidas higiénicas necesarias para evitar el contagio al recién nacido por el inevitable contacto que debe existir entre madre e hijo, especialmente con la lactancia materna”, señala Boal.

Las puérperas, de hecho, tienen mayor miedo por el posible contagio del bebé. “Algunas incluso, no han acudido a las revisiones necesarias para controlar el puerperio de la madre, la evolución de recién nacido y el apoyo a la lactancia materna”, revela la vocal colegial.

Las matronas se han volcado en la asistencias en tiempos de la Covid-19. FOTO: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).
Las matronas se han volcado en la asistencias en tiempos de la Covid-19. FOTO: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).
Las matronas se han volcado en la asistencias en tiempos de la Covid-19. FOTO: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).

La tarea de la matrona en primaria durante esta pandemia es acompañar a la embarazada, bien de forma presencial (si fuese posible), vía telefónica u on line.

“Es la manera de calmar su ansiedad por las incertidumbres propias del embarazo más la añadidas por un contagio del virus. También hay que informar sobre los cambios derivados de la reorganización sanitaria que se han hecho para dar cobertura a los pacientes infectados y qué les afecta a ellas en las consultas rutinarias de control de embarazo, en las posibles urgencias derivadas de su gestación y del lugar donde se va a producir el parto, que quizás puede ser en un hospital diferente al que le corresponde”, explica Boal.

Las matronas defienden que la asistencia ha cambiado en las formas pero no en el fondo en esta pandemia

En opinión de Plata, el sector está viviendo una situación de incertidumbre sin precedentes. “Debido a los cambios hormonales e inmunológicos propios de la gestación, algunas embarazadas podrían cursar problemas respiratorios e inmunológicos. Además, en el caso de la atención obstétrica, no hay que olvidar que tenemos dos usuarios: la madre y el feto, este último en la situación en que nos hallamos con una vulnerabilidad apenas estimada y, por tanto, hace más difícil una asistencia acertada”.

 

Rosa Plata, presidenta de la Asociación Española de Matronas, con una mascarilla confeccionada por ella y una pantalla obtenida fuera del hospital.
Rosa Plata, presidenta de la Asociación Española de Matronas, con una mascarilla confeccionada por ella y una pantalla obtenida fuera del hospital.
Rosa Plata, presidenta de la Asociación Española de Matronas, con una mascarilla confeccionada por ella y una pantalla obtenida fuera del hospital.

Algunos hallazgos previos, no obstante, han aportado cierta tranquilidad a las matronas. “No existe, al menos de momento, la transmisión vertical de la infección de madre a feto ni a través de la leche materna. Pero estamos hablando de muestras clínicas pequeñas en número y tiempo que podrían ser cambiantes. Las mujeres necesitan, más que nunca, respuestas, calmar sus temores previos y sobre todo, retornar a sus hogares tras el parto y nacimiento de sus hijos”, reconoce la presidenta de la AEM.

Zonas limpias y rutas Covid-19

“Se utilizan consultas especiales para personas con Covi-19 positivos y salas diferentes para personas Covid negativo. Lo mismo se ha hecho con las madres y sus bebés. Si la madre es positiva y el bebé negativo, se limpia la consulta previamente de forma exhaustiva según las recomendaciones oficiales para evitar contagio al hijo”, dice la vocal de Matronas del CGE.

La situación, no obstante, hace que haya una gran dificultad para llegar de forma más cercana a la madre por no poder contactar de forma presencial, como sería deseable. “Estamos dejando las consultas presenciales a las mínimas imprescindibles, lo que ocasiona que la gestante tenga menos posibilidad de recibir el apoyo emocional, psicológico y físico adecuado”, lamenta Boal.

La medida de establecer dos rutas diferentes en los hospitales "responde a una necesidad de intentar evitar al máximo la posibilidad el contagio y diseminación, aunque es realmente complicado”, revela Plata.

Añade que detectar todos los casos Covid-19 positivos facilita establecer las prácticas de aislamiento hospitalario y las correctas asignaciones de camas. “En nuestro caso, además, es necesario para alertar al servicio de neonatología de la llegada de un futuro usuario, así como para establecer el tipo de protección personal necesaria para los profesionales que atienden a estas mujeres”, señala la presidenta de la AEM. 

¿Es eficaz? “La medida sería eficaz si existiera un screnning universal, y esto va en relación a la potencialidad de la transmisión del virus por parte de personas asintomáticas”, señala Plata.

Detectar todos los casos Covid-19 positivos facilita establecer las prácticas de aislamiento hospitalario y las correctas asignaciones de camas

Recuerda que el 13 de abril un grupo de científicos de la Universidad de Columbia Irving Medical Center (Nueva York) estimó que el 13,7% de las gestantes que acudían a los centros de preparación al parto eran asintomáticas pero con test positivo para la Covid-19, “apuntando que esa prevalencia tiene una generalización limitada a las regiones geográficas con tasas más bajas de infección, lo que subraya el riesgo de la Covid-19 entre las pacientes obstétricas asintomáticas”.

El Hospital Marqués de Valdecilla, entre otros, está realizando test PCR a todas las gestantes y sus parejas, que ingresan en trabajo de parto o cesárea programada. “A los profesionales que les atendemos, sin embargo, no se nos está haciendo ningún test, de manera que la potencialidad del contagio y diseminación por nuestra parte sigue presente”, lamenta Plata.

Nacer ahora es más frío

Nacer en tiempos de la Covid-19 es más aparatoso. También es más inquietante para las mujeres, que ven al personal sanitario enfundado en EPI, sean los adecuados o no.

“Todas esas protecciones podrían interpretarse como distancia por parte de la mujer, cuando justamente lo que queremos es aportar seguridad para ellas y sus hijos, y lícitamente para los profesionales que les atendemos”, asegura Plata.

Algunas autonomías, incluso, habían prohibido el acompañamiento en el parto como en el caso de la Comunidad Valenciana y la Ciudad Autónoma de Ceuta, pero ya han dado marcha atrás.

Además, desde la AEM, no tienen constancia de un número significativo de complicaciones y/o partos prematuros distinto al que se produce en situaciones habituales.

“Sí nos consta un par de casos, a través de prensa, de gestantes infectadas en situación grave y un caso de fallecimiento sin que haya información oficial que confirme la infección por la Covid-19 de la gestante mencionada”.

Recambio generacional

Al déficit de matronas, se une que en estos momentos está habiendo un altísimo número de jubilaciones. Se trata de una realidad que ya alertaba la AEM hace 16 años en el Informe Lucina.

“Actualmente se está jubilando alrededor del 27% de las matronas. Por su parte, y en apoyo de esta previsión, el Ministerio de Sanidad alertaba en 2012 de que el porcentaje de matronas mayores de 49 en Madrid oscilaban entre el 55-71% en atención primaria y entre un 13-27% en hospitalaria. Ya han pasado 8 años de estos datos… A esto hay que añadir que los derechos reconocidos a las trabajadoras sobre conciliación familiar y laboral están generando una nueva necesidad de coberturas por reducción de jornada que nunca antes se habían ocasionado”.

Desde la AEM, Plata recuerda que se ha hecho un recuento real en algunas regiones a través de entrevista a todos los centros sanitarios y el número de matronas es menor incluso que la que cifran las fuentes oficiales y, por tanto, muy por debajo de la media OECD y de la OMS.

Precisamente por este déficit de matronas, hay falta de cobertura en los centros de atención primaria y hospitalaria.

“Las matronas, además, estamos estancadas, sin desarrollar todas nuestras competencias en el ámbito hospitalario debido a que las plantillas están muy ajustadas y porque los gerentes de salud no utilizan el recurso de una enfermera especializada para sacar el mayor provecho a una formación superior. La creencia de muchos gestores es que las matronas atendemos solo partos y se olvidan de que, en un hospital, tendríamos que estar en todos los servicios de atención a la mujer y gestantes”, concluye Plata.

Las matronas de atención primaria y hospitalaria se están enfrentando a esta pandemia con las carencias que llevaban arrastrando desde la puesta en marcha de la especialidad en 1994: déficit de especialistas y ninguneo por parte de la Administración. coronavirus Off Alicia Serrano Off

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