No es habitual que una viróloga opine sobre el comienzo del curso escolar o la necesidad de restringir movimientos de la población, pero a en este 2020, en mitad de una pandemia por el SARS-CoV-2 lo que diga Margarita del Val Latorre merece ser escuchado.
“Hay que abrir los colegios, pero de una manera segura”, esto es con grupos pequeños de alumnos, que se sometan a controles periódicos de PCR, de modo que ante el primer positivo se puedan aislar. El tamaño ideal, según lo señalado por Del Val, sería de diez niños, a los que, además, habría que explicar muy bien las medidas de prevención que tienen que seguir en el colegio para evitar contagios.
Así se expresó la investigadora del CSIC durante su intervención en el programa Inmunología en la Panemia de la Covid-19, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que han comenzado esta semana en Santander.
Del Val puso en valor la cuarentena como una medida que se había demostrado efectiva para la contención del virus y que, sin embargo, “parece que se ha olvidado y probablemente en otoño tengamos que volver a aprenderla”.
“Es más importante que haya renovación del aire, que recirculación”
Cómo se comportará el virus en el cambio de estación es una de las muchas incógnitas que rodean a este patógeno, en todo caso, la experta recordó que los ambientes cerrados son más propicios para el contagio y que, por lo tanto, hay que aplicar lo ya aprendido. “Es más importante que haya renovación del aire, que recirculación”.
También se sabe que “las ciudades constituyen un entorno de mayor riesgo que los pueblos, donde hay una menor interacción social”. Contagiadores podemos ser todos, recordó: “Cualquier edad puede ser transmisora del virus”.
Pruebas de detección mejorables
Entre los grandes retos para afrontar esta enfermedad, Del Val señaló la necesidad de mejorar las pruebas de detección del virus. "Necesitamos diagnósticos más sencillos”, aclaró, además de más fiables. “El diagnóstico más claro es con la PCR y no resuelve todos los casos”.
Hay evidencias científicas de que los anticuerpos que genera el haber superado la enfermedad tienen fecha de caducidad. ¿Cuánto tiempo? “La vida media de los anticuerpos es de seis meses”. Sin embargo, la viróloga sostiene que el paciente mantiene una “inmunidad celular”, que explica por qué las reinfecciones no son más graves que el primer contagio, lo que habría puesto de manifiesto varias investigaciones.
“La vida media de los anticuerpos es de seis meses”
“Los anticuerpos son la parte más fácilmente medible de la inmunidad, pero aunque se pierdan los anticuerpos quedaran los linfotivos T”, apunta.
Esta respuesta inmunológica ha sido observada al luchar contra otros coronavirus de tipo catarral, lo que lleva a plantear un futuro optimista a la científica del CSIC, aunque con prudencia. “Podría convertirse en un virus razonablemente benigno”.
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