“Si los pacientes realmente estuviéramos empoderados y se nos tuviese en cuenta no estaríamos viendo el espectáculo político que hay estos días”. Así ha denunciado Tomás Castillo, vocal de la Junta Directiva de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder), la falta de participación de los pacientes en la toma de decisiones sanitarias.
Castillo, que ha participado en el IV Congreso de Organizaciones de Pacientes, celebrado on line, coincide con el resto de sus compañeros de mesa en reivindicar la presencia de los pacientes como un agente indispensable de los procesos sanitarios.
Y es que “la diferencia entre ser o no paciente es solo de tiempo”, ha afirmado María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). A su juicio, “es necesario repensar el sistema de salud, creado para una sociedad y un momento diferentes. Y el paciente debe participar en este rediseño”.
Mejor gestión
En opinión de Lamas, esta reforma del sistema no pasa solo por incrementar la financiación, “sino también realizar cambios organizativos”.
“Necesitamos más financiación pero, sobre todo, mejor gestión”, ha sido la respuesta a este planteamiento de María Luz López-Carrasco, presidenta de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
O, más bien, sería preciso centrar el cambio en el que ha sido eje conductor de la mesa redonda: la innovación.
“La forma de introducir la innovación en el sistema de forma óptima es un problema no resuelto, muchas innovaciones no se usan correctamente o no se les saca el máximo partido, lo que supone que la inversión no se recupera”, ha asegurado Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III.
Medir el valor
Y es que, según ha defendido Iñaki Gutiérrez-Ibarluzea, presidente de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS (redETS), “no se puede confundir innovación con novedad, todo lo nuevo no es innovador. La innovación debe tener valor”.
Por su parte, Martín Sellés, presidente de Farmaindustria, denuncia que “es difícil hablar de innovación sin que aparezca la palabra sostenibilidad. Seguimos pensando en la innovación como gasto, no como inversión. Deberíamos medir más los impactos en el sistema y en la sociedad para reconocer esa inversión”.
En este sentido, ha advertido de que “ahora estamos viendo cómo una crisis sanitaria ha generado una crisis económica y la recuperación económica depende de una vacuna”.
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