Esperanza es el término más recurrente cuando se habla de la aplicación de las terapias celulares. En el caso de Canarias, ese término cobra especial relevancia si lo asociamos a que una de las primeras pacientes tratadas por un linfoma B difuso de células grandes tiene 24 años y se encontraba en un estadio grave de su enfermedad antes del tratamiento, y a que la insularidad puede representar un hándicap para el acceso a determinados tratamientos complejos. Hoy, ella y los profesionales que la tratan sienten esperanza.
Si recurrimos a la base primordial de cualquier sistema de salud, la incorporación de las terapias celulares implica la garantía de ofrecer al paciente la asistencia sanitaria de calidad que requiere en el momento que su estado de salud lo precisa. Es probablemente la terapia contra el cáncer más revolucionaria de esta década.
Esa base fundamental de cualquier sistema de salud a la que aludía adquiere un significado mayor si la situamos en el Servicio Canario de la Salud, garante de la prestación de servicio en un territorio fragmentado en ocho islas a más de 2.000 kilómetros de distancia de su centro nacional de referencia.
Los grandes retos se logran cuando hay alianzas y, en este caso, que Canarias pudiera optar a acreditar uno de sus centros para ofrecer terapias avanzadas se consiguió sin duda porque todos los implicados, la administración, a través de la Consejería de Sanidad y del Servicio Canario de la Salud (SCS) y sus profesionales remamos con un objetivo común: solventar las dificultades que permitieran que los pacientes de las islas puedan recibir una terapia celular, si se diera el caso, sin salir del archipiélago. La insularidad era el principal reto; la profesionalidad, la formación y la calidad de los profesionales la mejor baza.
Con esta premisa, y a sabiendas de que apostábamos sobre seguro, luchamos en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), en 2018, para acreditar al Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Una acreditación que solo obtuvieron nueve hospitales nacionales de adultos de seis comunidades autónomas. Poder ya tratar estos tipos de cánceres en Canarias es un orgullo.
La incorporación de las terapias avanzadas a nuestra cartera de servicios ha sido un éxito de todos y, sobre todo, supone la democratización del tratamiento; que llegue a todos los pacientes que lo requieren, sin distinción.
La apuesta de los sistemas sanitarios públicos por mantenerse a la vanguardia de la terapia contra el cáncer hematológico debe servir como inspiración a todos los profesionales dedicados al tratamiento de estas enfermedades. Es un ejemplo de que todo se puede conseguir teniendo el conocimiento, la implicación y la convicción. Seguimos.
'Diana', la revista de las Terapias Avanzadas
Diana Off Conrado Domínguez. Director del Servicio Canario de Salud. Opinión Opinión Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2YbQwcM
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