El Ministerio de Sanidad ha abierto este lunes un proceso de consulta pública para la orden que regulará el programa formativo oficial de la especialidad de Medicina de Familia, los criterios de evaluación de los especialistas en formación y los requisitos de acreditación de las unidades docentes multiprofesionales de atención familiar y comunitaria. Ana Arbáizar, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina de Familia, aspira a que el proceso sea "muy participativo, como el anterior; que sea el programa de todos los profesionales" para asegurar su implantación exitosa.
El programa vigente de Medicina de Familia se remonta a 2005 y los criterios de acreditación docente, a 2013. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya adelantó en el Congreso de los Diputados que estaban trabajando en su actualización. Las sugerencias se pueden enviar al Ministerio de Sanidad a través del correo electrónico proyectosnormativos-dgorden@sanidad.gob.es hasta el 18 de octubre de 2021.
"Partimos de la base de que el programa actual tiene prestigio internacional y fortalezas que hemos aprovechado a la hora de elaborar el nuevo borrador", apunta Arbáizar, quien reconoce que "la pandemia nos ha alargado todos los plazos. Ahora estamos en la fase de trabajar algunas competencias más concretas y un documento que prepararemos desde la comisión con expertos en el ministerio".
"Todo el trabajo y que hayamos vivido la pandemia nos puede venir bien para retomarlo y bien si necesitamos hacer cambios", señala. Además de revisar el mapa de competencias, la presidenta de la Comisión Nacional apunta que les interesa incorporar la opinión de los expertos en materias específicas de la especialidad como son la atención familiar y comunitaria.
Cree que otro de los temas a abordar es la telemedicina. "Debemos trabajarlo bien con los expertos para definir adecuadamente esta metodología de trabajo. La telemedicina ha venido para quedarse, pero cuando se ha aplicado, ha sido de forma improvisada". Por otra parte, afirma que en principio la propuesta inicial es mantener la duración del programa en cuatro años, pero su ampliación "está en el debate", reconoce.
También buscarán que los MIR sean quienes definan cómo debe ser el libro del residente y trabajarán en los criterios de acreditación. "Deben adaptarse a la situación actual, pero no por ello tener un menor nivel de exigencia. Tienen que ir alineados con el centro idóneo para formar a los residentes, así que seguiremos insistiendo en tener centros de salud bien equipados y en tiempo en las agendas para los tutores".
Una acreditación para los docentes
Precisamente los tutores son una de las preocupaciones de la Comisión Nacional, que pide a Sanidad que se ponga en marcha "una formación desde el ministerio a modo de diploma de acreditación, que podría darle valor". Además, como se puso de manifiesto en una mesa organizada en el 43º congreso de Semergen, celebrado la semana pasada en Zaragoza, creen que los tutores desarrollan un trabajo específico dentro del área de docencia del centro de salud y por tanto "habría que ponerla en la agenda semanal de atención primaria" y garantizar que los centros docentes, a pesar de los posibles cambios, tengan un mínimo de plazas perfiladas para los docentes, para evitar que las jubilaciones, traslados u oposiciones dificulten la formación de los MIR.
Arbáizar apunta que "se ha incrementado la oferta de plazas en los últimos 5 años porque ha sido necesario, pero eso ha subido la sobrecarga para gestionar y organizar la formación". En ese sentido, opina que a la hora de auditar las unidades docentes, hay que ver los recursos no sólo en términos de tecnología para cumplir con la cartera de servicios, sino también en términos de recursos docentes, como "el acceso a áreas de simulación para fomentar la formación de los residentes".
Por otra parte, Semergen está trabajando en una propuesta nacional para potenciar la figura del docente MIR. Zaira Correcher, vocal de la junta directiva y coordinadora del plan de tutores de la sociedad, explica a DM que se está trabajando en "el libro del tutor: un mapa de competencias docentes y de especialidades en el que están colaborando todos los grupos de trabajo de Semergen"
La segunda parte es "un plan formativo específico, que aún no está cerrado, para el tutor de Medicina de Familia". La idea es dar a docente una guía, "establecer los ítems imprescindibles que un tutor debe conocer para formar al residente y unos objetivos docentes en otros campos, como la comunicación".
Más allá de la remuneración económica (sólo reconocida en Cataluña y País Vasco), Correcher coincide con Arbáizar en que la principal aspiración es que "no tengan que atender, al menos no todos los días, la demanda asistencial actual porque el tutor tiene otro trabajo, que es formar al residente" y garantizar que se mantengan los docentes en los centros de salud.
La docencia también progresa hacia la normalidad
El 43º congreso nacional de Semergen también abordó los cambios que supuso la pandemia en la docencia MIR. Susana Arenas, coordinadora de tutores de la sociedad, presentó los resultados de dos sondeos realizados en marzo y septiembre de 2021 a residentes y docentes para analizar los cambios.
Aunque la muestra de respuestas es modesta (113 en la primera, 64 en la segunda), sirvió para mostrar que la percepción es, en general, de recuperación a la normalidad, aunque se sigue considerando que hay margen de mejora y los residentes ven la situación con más optimismo que los tutores.
Por ejemplo, en consultas externas hospitalarias y en las sesiones clínicas ha mejorado la formación. En las sesiones en particular, salieron más perjudicadas las realizadas en el centro de salud que las de hospitales, según la encuesta de marzo, pero en el sondeo de septiembre ya están a la par y la mayoría ya son presenciales. La supervisión, especialmente en los hospitales, también empeoró pero habría mejorado en los últimos meses.
Sólo un 9,3% de los MIR encuestados señalaron en septiembre que aún había que reorganizar la actividad por la pandemia y algunos residentes aún participaban en actividades relacionadas con la covid, como la asistencia en urgencias respiratorias, el control y rastreo, apoyo en la vacunación o guardias en plantas covid.
Un 45% de los tutores encuestados se mostraba autocrítico con su labor, afirmando que seguía siendo peor que antes de la pandemia, debido a la sobrecarga asistencial, la dificultad de la consulta telefónica o por haber caído enfermos y, en algunos casos, arrastrar aún las secuelas de la covid. Un 30% se había planteando dejar de ser tutor por estrés laboral y falta de reconocimiento
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3a6ucny
No hay comentarios:
Publicar un comentario