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miércoles, 1 de mayo de 2024

"Un cirujano plástico no es alguien que lleva un Ferrari y va engominado"

Cirugía Plástica Estética y Reparadora
franciscogoiri
Mié, 01/05/2024 - 08:00
Bernardo Hontanilla, académico de número en la RANM

El 3 de octubre de 2023, la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANM) estrenaba nuevo sillón: la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora se hacía, por fin, un hueco en esa sacrosanta casa. Flamante, bruñido y nuevecito, el sillón número 32 (que ese era su número) esperaba ocupante. Apenas seis meses después, el pasado 16 de abril, y tras imponerse en tres votaciones de los doctos académicos que ocupan los 50 sillones restantes, Bernardo Hontanilla se convirtió en el primer cirujano plástico que ingresa en la Academia.

Director científico y académico del Departamento de Cirugía, Plástica, Estética y Reparadora de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), Hontanilla llega a la (casi) tricentenaria institución con deberes bajo el brazo. Deberes que, con su afable apariencia de alumno aplicado, se ha puesto el mismo: recordarles a sus nuevos colegas que su especialidad tiene tres apellidos, y los tres pesan por igual; que el bagaje científico, académico e investigador de la Cirugía Plástica es comparable al de cualquier especialidad canónica. Que el sillón número 32 de la RANM, en definitiva, está investido de la misma solemnidad que los 49 restantes.

Su discurso de ingreso en tan selecto club (Visión holística de una especialidad moderna) tuvo, pues, mucho de reivindicación, y algo también -¿por qué no?- de tentativa de seducción.

Pregunta.

Sinceramente, ¿por qué ha tardado tanto la RANM en abrir sus puertas a un cirujano plástico?

Respuesta.

Bueno, de entrada, la nuestra no es la única especialidad médica que todavía no está en la Academia. Esto depende del criterio de las respectivas juntas de gobierno, las de las respectivas secciones [Plástica está encuadrada en la Sección de Cirugía] y la general de la propia RANM, que determinan eliminar algunas especialidades, que quizás tenían sentido hace tiempo, y suplirlas por otras que llevan años reconocidas en España y están plenamente consolidadas, pero que aún no tenían reconocimiento académico. Estoy convencido de que en este paulatino proceso de modernización irán ingresando más especialidades a medida que pasen los años.

P.

¿Ha notado alguna mirada de soslayo entre sus nuevos colegas por su condición de cirujano estético? ¿Habrá pensado alguno aquello de que la Academia ya le abre las puertas a cualquiera?

R.

Vamos a ver, el hecho de que me llame cirujano estético ya es un poco tendencioso, si me permite decírselo, o cuando menos reduccionista. La estética es solo una rama de esta especialidad, y las de cirugía pástica y reparadora no tienen nada que ver hoy con lo que se hacía hace 40 años. Es una especialidad con un corpus y una enciclopedia de seis o siete volúmenes. Solo la cirugía de mano da para toda una vida de dedicación profesional; o la cirugía de los grandes quemados, o la cirugía de malformaciones craneofaciales, o la cirugía de los trasplantes... Es imposible que una sola persona abarque todo su campo de acción: actúa sobre la piel, la grasa, los músculos, los nervios de cualquier parte del cuerpo humano... Si confundimos, por ignorancia, a un cirujano plástico con uno estético, o solo estético, podría entender esa sorpresa que usted me apunta, pero no es así.

"Amplísimo" campo de acción

P.

¿Qué supone para esa especialidad tan versátil que nos describe que sus nuevos y doctos colegas le hayan invitado por fin a su casa?

R.

Que la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora recibe, por fin, el reconocimiento académico que merece.

P.

¿Por qué le hurtaban hasta ahora ese reconocimiento?

R.

No, no digo que se lo hurtaran, pero quizás la imagen que tiene la sociedad de un cirujano plástico -en España, al menos; no así en Estados Unidos, Europa o Asia- es la de una persona que se dedica a hacer cirugía estética, que va engominado y con un Ferrari.

P.

Engominado veo que no va, pero no me diga que no tiene usted un Ferrari...

R.

[Se ríe]. Nada más alejado de la realidad. Hay que desterrar esa imagen, que está basada en clichés. Quizás, a veces, nosotros mismos nos hemos ganado esa imagen, no digo que no, porque la rama de la estética genera mucho movimiento económico, y eso puede ser muy tentador para algunos médicos. Ahora bien, al igual que todas las especialidades quirúrgicas, esta tiene un sólido fundamento científico e investigador y un amplísimo campo de acción, desde la ingeniería tisular hasta el diseño de prótesis biónicas, que ha hecho de ella una especialidad moderna y muy dinámica. La microcirugía es ahora supermicrocirugía; el trasplante de tejido de la mano de un cadáver a un vivo será historia en pocos años y se sustituirá con prótesis avanzadísimas; ya somos capaces de regenerar en el laboratorio piezas anatómicas completas de un individuo, a falta todavía, es verdad, del ensayo clínico; podemos hacer ya pabellones auriculares a partir de trozos del tabique nasal del propio paciente...

Bernardo Hontanilla, en la sede que la Clínica Universitaria de Navarra (CUN) tiene en Madrid. Foto: SERGIO GONZÁLEZ VALERO.
Bernardo Hontanilla, en la sede que la Clínica Universitaria de Navarra (CUN) tiene en Madrid. Foto: SERGIO GONZÁLEZ VALERO.
P.

Uff, y nosotros pensando que ustedes hacen retoquitos...

R.

Es lo que le digo. Estamos hablando de técnicas y disciplinas de investigación que hacen que la cirugía plástica sea puntera a nivel mundial en cuanto a su desarrollo y proyección. Llama la atención que, en España, todo esto apenas sea conocido, pese a que haya especialistas, en el campo reparador, que hacen reconstrucciones virtuales muy complejas, y las hacen extraordinariamente bien.

P.

¿Pues ya tiene tarea dentro de la RANM, no? Quién mejor que usted para hacerles ver a sus colegas todo el potencial de la especialidad.

R.

El ingreso ya evidencia que la Academia es consciente del potencial académico de la especialidad, pero es verdad que todavía queda mucha labor de difusión para acabar con todos esos clichés que siguen pesando sobre ella. Mire, pese a ser una especialidad que apenas tiene presencia en las facultades de Medicina, porque solo es una asignatura optativa, las mejores notas del MIR se decantan por ella. Cada convocatoria, está entre las primeras especialidades que agotan sus plazas.

P.

No me diga que los MIR la eligen por su enorme potencial académico, científico e investigador... Perdone si le parece muy simplista, ¿pero no cree que influye mucho más la posibilidad de vivir bien y ganar pasta?

R.

A ver, si dijera lo contrario, estaría fuera de la realidad, y aquí hay que ser sinceros. Por supuesto que tener un futuro más o menos organizado y bien remunerado influye de manera decisiva. Lo podemos maquillar como nos dé la gana, pero esa aspiración, por otro lado, es absolutamente legítima. Dicho esto, no deja de resultar una paradoja que en el ámbito público haya, ahora mismo, plazas que no se pueden ocupar porque no encuentran cirujano.

P.

¿Plazas vacías de cirujano plástico? ¿Pero no se las rifan?

R.

En España y en el ámbito público, no. A diferencia de lo que ocurre en otros países, el cirujano plástico español no se siente bien remunerado en el sector público. Es verdad que se hacen reconstrucciones complejas y muy laborioas, y que hay especialistas que las hacen muy bien, pero lo cierto es que hay hospitales que no cubren todas sus plazas de cirujano. En el resto de los países europeos, en Estados Unidos y en algunos países de Asia, la remuneración del cirujano plástico en el sector público es excepcional, y eso permite que haya un mayor desarrollo de técnicas y de proyectos de investigación. En definitiva, el cirujano no necesita ejercer en la privada para vivir muy bien.

"Si negara que la perspectiva laboral influye en la elección de los MIR, estaría fuera de la realidad, pero es algo legítimo"

P.

Si no me equivoco, es usted el primer catedrático universitario de Cirugía Plástica de España. Eso ya es un indicio claro de la escasa presencia de esta disciplina en el grado, ¿no?

R.

En efecto. Los planes de estudio quirúrgico en las facultades españolas de Medicina son de hace 30 o 40 años. En Fundamentos de la Cirugía, por ejemplo, se siguen dando las mismas dos clases que yo recibí cuando hice la carrera, a mediados de los 80: cirugía del gran quemado, que, a veces, la imparte un profesor que no es cirujano plástico, por cierto, y cicatrización de las heridas. A esto se limita la formación de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en la universidad española. Y hablamos, además, de una asignatura optativa y que ni siquiera existe en todas las facultades.

P.

Inicialmente, la especialidad se llamaba Cirugía Plástica y Reparadora. Lo de Estética vino después. ¿Que se le añadiera ese tercer apellido no ha sido relativamente contraproducente? ¿No ha servido para alimentar todos esos clichés?

R.

De entrada, vino a enriquecer aún más la especialidad, porque el cirujano, que ya era plástico y reparador, se convirtió, además, en estético. Otra cosa es que haya que regular más el ejercicio de esta actividad, pero ese ya es un factor externo.

P.

Veo que hemos llegado al punto que más les escuece. ¿Se sienten desamparados jurídicamente?

R.

Más que nosotros, los pacientes. La cirugía estética no es un trasplante cardíaco, obviamente, pero en absoluto es un proceso sencillo. Hay que hacerla muy bien. El nivel de satisfacción del paciente tiene que ser muy elevado y, obviamente, no todo el mundo sabe hacerla de forma excelente, máxime si no tienes la especialidad.

"Hay que ser muy honrado, con uno mismo y con el paciente, para decirle a alguien en la privada que no le operas"

P.

¿Y haberlos, haylos, verdad? Me refiero a médicos que, sin ser cirujanos plásticos y estéticos, ejercen como tales.

R.

Claro, claro. Hay médicos que se publicitan y ejercen como cirujanos sin la especialidad MIR de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.

P.

¿Bueno, eso se llama intrusismo y está regulado, no?

R.

No, no, y ahí reside el problema. La figura del intrusismo que recoge el Código Penal se aplica en España si yo quiero ejercer como juez, o si un policía o un enfermero quieren hacerlo como médico, pero entre médicos no existe el intrusismo como tal. Hay médicos que hacen un máster online o un curso en cualquier universidad, a veces sin ninguna parte práctica, cuelgan el título en su consulta y dicen que son cirujanos estéticos. De momento, hay una proposición de ley, conocida como Ley Sara -precisamente, en recuerdo de una paciente que falleció tras una liposucción-, para que se regularice aún más quién puede ejercer la cirugía estética y quién no.

"Hay médicos que hacen un máster 'online', cuelgan el título y dicen que son cirujanos plásticos; pues no, no lo son"

P.

¿El ingreso de la especialidad en la RANM puede ser el espaldarazo que necesitan para convencer a las autoridades de que la regulación actual es muy laxa? A lo mejor sus nuevos colegas le echan un cable.

R.

Sí, sí, podría ser un foro interesante, porque, además de su carácter científico, es una institución de derecho público. La demanda de este tipo de servicios va in crescendo y, cuanto antes se regule su ejercicio sin ambages, mejor para todos: para el paciente, que sabe que tiene que buscar a los profesionales bien formados; para el cirujano, que se sentirá protegido y amparado por una ley, y para la sociedad en general, que tomará conciencia del buen hacer de una especialidad seria, no solo asistencialmente, sino desde el punto de vista académico y científico.

P.

¿Qué nota le pondría a la cirugía plástica española, si la comparamos con la de los países de nuestro entorno?

R.

Un nueve y pico. El nivel de los cirujanos españoles, en sus ramas reparadora y estética, es altísimo.

2 y 2 son 4, se soporte o no

P.

Más allá de las implicaciones físicas que tiene una cirugía estética para el paciente, hay también un componente psicológico innegable. ¿Cuánto de psicólogo tiene, o debería tener, un buen cirujano plástico?

R.

Mucho. Es primordial que un cirujano plástico tenga nociones de psicología y que sepa detectar los casos que le llegan a la consulta: personas normales que solo quieren mejorar su apariencia física; pacientes con rasgos neuróticos, que viven en la realidad, pero en una realidad distorsionada (es decir, que 2 y 2 son 4, pero que no lo soportan); y también, claro, personas fuera de la realidad, que te piden cosas irrealizables para un cirujano plástico. A estas últimas, lo que hay que hacer es no operarlas. Ahora bien, para no operar a un paciente en el ámbito privado, hay que ser muy honrado con uno mismo y con el paciente, que es lo fundamental.

P.

¿Ha tenido usted que decir muchas veces que no?

R.

Sí, y en ocasiones le he tenido que decir que no varias veces a la misma persona. Al final, ha conseguido operarse, porque, lamentablemente, siempre hay alguien que opera.

Isabel de Benito: "El especialista en cirugía plástica tiene que tener la experiencia y la ética suficiente para decir no a un paciente", La falta de mayor control en Medicina Estética acumula víctimas entre pacientes y médicos , Dermatología y Cirugía Plástica, 'reinas' del MIR desde hace 15 años
P. ¿Incluye el programa MIR de la especialidad formación o rotaciones específicas por Psiquiatría o Psicología Clínica? R. No, pero habla
Cirujano en la CUN, enemigo de clichés y valedor del peso académico de su especialidad, Bernardo Hontanilla espera que llegar a la RANM diluya los primeros y consolide el segundo. Off Francisco Goiri Política y Normativa Cirugía General y del Aparato Digestivo Profesión Off

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