La pandemia, y en particular la segunda ola y la tercera, han tenido un impacto muy notable en la lista de espera quirúrgica en Asturias, con 20.853 pacientes en la lista estructural, 872 más que los que había en febrero de 2020, con un aumento muy importante en uno de los indicadores más significativos, el tramo de demora de más de 180 días, situación en la que en estos momentos están 3.099 pacientes.
La demora media quirúrgica se sitúa actualmente en Asturias en 95,37 días, frente a los 78,77 de febrero de 2020, es decir, justo antes del inicio de la pandemia y la aprobación del primer estado de alarma. En ese momento eran 906 los pacientes que aguardaban más de 180 días por una intervención quirúrgica frente a los 3.099 que lo hacen en la actualidad. A los 20.853 pacientes de la lista estructural se suman 1.945 pacientes temporalmente no programables y otros 2.592 separados de la lista estructural por haber sido rechazados ser intervenidos en un centro alternativo.
El mayor impacto en la lista de espera quirúrgica no se registró tanto en la primera ola como a partir de la segunda, que en Asturias tuvo su pico de mayor incidencia en octubre y noviembre de 2020, según ha explicado la gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), Concepción Saavedra.
Ante la situación actual el Sespa trabaja en la elaboración de un plan de choque cuyo diseño terminará de perfilarse en los próximos días, y que pivotará sobre varios ejes para aumentar la actividad quirúrgica en Asturias y reducir así las listas espera. Uno de sus pilares será la realización de planes especiales en jornada de tarde; en concreto, se autorizarán 1.304 planes especiales con lo que, con una media de dos o tres intervenciones vespertinas cada uno, el Sespa quiere desarrollar 3.206 operaciones quirúrgicas.
Además se aumentará la derivación a centros concertados y centros privados. Para esta cuestión el Sespa ha preguntado a estos centros cuál es la capacidad asistencial máxima que pueden poner a disposición del Servicio de Salud hasta el 31 de diciembre.
Las otras dos líneas fundamentales de actuación serán un mayor control sobre el número de pacientes que entran en lista de espera quirúrgica, controlando para ello la variabilidad clínica y los procedimientos diagnósticos y terapéuticos aplicados, y aumentar la actividad ordinaria en los centros públicos, a medida que se van liberando recursos hasta ahora derivados para la atención a los pacientes covid.
Aumento de entradas en lista
A la espera de la puesta en marcha del plan de choque, la gerente del Sespa ha señalado que la actividad quirúrgica ya ha aumentado en Asturias en el primer cuatrimestre hasta situarse ya casi en niveles prepandemia, con una media actualmente de 4.715 pacientes intervenidos mensualmente, desde enero hasta abril, y ello a pesar de que en los dos primeros meses del año aún buena parte de los recursos asistenciales estaban centrados en la atención a pacientes covid.
Que la actividad quirúrgica se está recuperando lo demuestra el dato de entradas en lista, que actualmente se sitúa en 4.972 pacientes, cerca de los 5.383 que se registraron en 2019. Saavedra ha explicado también que la lista de espera quirúrgica permaneció en general en Asturias estable tanto durante el primer estado de alarma como a lo largo de la desescalada y en el verano pasados. Sin embargo, fue a partir del mes de octubre cuando las esperas se dispararon y en solo cinco meses la lista de espera de más de 180 días aumentó en 2.700 pacientes.
El número de intervenciones quirúrgicas ha sido inversamente proporcional a la utilización de recursos sanitarios para atender a pacientes covid, en particular en lo que a camas UCI, camas de reanimación y otro tipo de dispositivos relacionados con la actividad en quirófano, se refiere. Así, en 2020 se practicaron 15.941 intervenciones quirúrgicas, un 25,62% menos que en 2019.
Pruebas y consultas
El impacto de la pandemia sobre las listas de espera en la sanidad pública asturiana ha sido desigual. Y si en la demora quirúrgica ha sido muy importante, en lo que a consultas y pruebas diagnósticas se refiere la situación es muy variable. Para una resonancia magnética la demora media en Asturias es actualmente de algo más de 104 días. Y son 11.757 pacientes los que esperan por una prueba de este tipo. Por una mamografía esperan 874 pacientes, frente a los 588 que lo hacían en febrero de 2020, lo que significa un 30% más. En cambio la demora media permanece más o menos estable, con 44,88 días de espera.
El Sespa está tratando de aumentar precisamente el número de mamografías y resonancias magnéticas para atajar las listas de espera para este tipo de pruebas. Por una colonoscopia esperan 2.224 pacientes, cifra que es incluso algo menor que en febrero de 2020, aunque la demora media ha aumentado hasta los 60 días. La lista de espera para una ecografía ha descendido en algo más de 2.500 pacientes hasta situarse en 11.564 y la espera media ha disminuido también de modo importante, hasta quedarse en 54,55 días.
La cifra de pacientes que esperan por un TAC también ha descendido ligeramente aunque la demora media ha aumentado significativamente hasta alcanzar los 85 días. En lo que a consultas se refiere, la demora media es de 57,7 días, con 64.487 pacientes en lista de espera, un 10% menos que antes de la pandemia, cuando esperaban para ser vistos por el especialista 72.441 pacientes, que aguardaban una media de algo más de 74 días.
Como en otras autonomías, Asturias ha sufrido retrasos quirúrgicos y diagnósticos notables con motivo de la pandemia. Ahora intenta recuperar el ritmo precrisis. Off Covadonga Díaz Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3hEVdDw
No hay comentarios:
Publicar un comentario