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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Cuando la excepción pasa a ser normal

Enfermería Familiar y Comunitaria
aliciaserrano
Mié, 30/09/2020 - 09:34
Opinión
Una enfermera examinando el deterioro cognitivo de un paciente. FOTO: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).
Una enfermera examinando el deterioro cognitivo de un paciente. FOTO: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).

En estos días, en medio de las turbulencias generadas por la pandemia, el Consell de la Generalitat Valenciana nombraba a Mª José Lloria, una enfermera como Comisionada de Atención Primaria.

Hace poco escribía que la pandemia no podía ni debía ser la excusa permanente que impidiese tomar decisiones tendentes a reformar un Sistema Nacional de Salud (SNS) que ha quedado claramente en evidencia ante la pandemia. Reformas que, si bien deben implicar a todo el SNS, es evidente que la Atención Primaria de Salud, por su importancia en el sistema pero también por su actual deterioro y abandono, requiere una decidida y urgente voluntad de cambio.

Con este nombramiento, la Comunitat Valenciana se convierte en la primera autonomía que, en plena pandemia, decide iniciar la actividad de una urgente reforma de AP 

Cambio, que permita dar las mejores respuestas, no tan solo a las consecuencias generadas por la covid-19, sino a los problemas de salud que ya existían antes de que esta irrumpiese y que han sufrido un abandono evidente ante la focalización de la atención hacia todo aquello que hace referencia al virus invasor.

Antes de que llegase el virus...

Antes de que llegase el virus y cambiase nuestras vidas y nuestra normalidad, el Ministerio de Sanidad impulsó el Marco Estratégico de Atención Primaria de Salud y Comunitaria, aprobado en el Consejo Interterritorial el 10 de abril de 2019, del que se informó al Consejo de Ministros en su reunión de 17 de abril y se procedió a la publicación de la Resolución de 26 de abril en el BOE de 7 de mayo de 2019.

José Ramón Martínez-Riera, presidente de la AEC.
José Ramón Martínez-Riera, presidente de la AEC.

Tras dicha publicación se iniciaron las comisiones de trabajo que permitiesen su desarrollo efectivo y en las que, como ya sucediese durante su elaboración, participaban profesionales, ciudadanía y representantes de las diferentes administraciones (nacional y autonómicas). Lamentablemente dicho proceso se vio abruptamente interrumpido, como la mayoría de actividades en el país, por la declaración del Estado de Alarma decretado el 14 de marzo de este mismo año.

Con este nombramiento, al que hacía referencia al inicio, la Comunitat Valenciana se convierte en la primera autonomía que, en plena pandemia, decide iniciar la actividad de una tan necesaria como urgente reforma de la Atención Primaria.

Reforma que cuenta con un magnífico Marco de referencia y con la realidad que lamentablemente está dejando tras de si la pandemia y que debe servir como punto de inflexión para el análisis, la reflexión y el debate de todos los agentes de salud implicados, profesionales o no, con el objetivo de identificar las debilidades, pero también las fortalezas de la Atención Primaria en un momento de amenazas evidentes pero que también ofrece grandes oportunidades para lograrlo.

No se trata de demoler el actual modelo para construir uno completamente nuevo, sino de reformar lo que se ha demostrado ineficaz e ineficiente y que precisa adaptaciones importantes que permitan atender las necesidades y demandas de personas, familias y comunidad.

En realidad, dicha reforma consistirá, en gran medida, en recuperar actividades, acciones, competencias… que ya se plantearon cuando se puso en marcha el entonces denominado nuevo modelo de atención y que el paso del tiempo, el abandono institucional, las decisiones erróneas y la inercia asistencialista, medicalizada y hospitalcentrista de un sistema nacional de salud, en el que se integra, ha fagocitado hasta hacerlas prácticamente invisibles.

Pero, además, el nombramiento ha recaído en una enfermera. Y hago énfasis en este hecho, no porque tenga dudas o reticencias a que lo sea, sino por todo lo contrario. Considero que es muy importante, imprescindible, que se instaure una normalidad que no ha existido nunca en nuestro SNS. Normalidad que pasa por no identificar como extraordinario lo que se debe contemplar como normal en un sistema multidisciplinar, diverso y heterogéneo, en el que son muchos los profesionales que tienen capacidad, competencia y determinación para abordar temas tan importantes como el que se plantea, con independencia de la disciplina a la que pertenezca.

Criterios de idoneidad, competencia y capacidad

Espero y deseo, e incluso tengo la certeza, que el nombramiento obedece a criterios de idoneidad, competencia y capacidad, como decía, y no a planteamientos oportunistas. Porque tanto la misión que se le encomienda como el respeto hacia el colectivo al que pertenece lo merecen. No caben ocurrencias puntuales para hacer frente a esta reforma. De igual manera que, tras tanto tiempo esperando esta normalidad, se hiciese por cuestiones alejadas de la idoneidad necesaria y exigible.

Dicho todo lo cual, también es cierto que la ruptura de una dinámica que ha permanecido inalterable durante más tiempo del deseado, hace que todas las miradas se centren en quien ha sido nombrada y en lo que hará a partir de ahora. Y esta focalización que es difícil evitar por lo que significa de novedad tal nombramiento, lo que no debería suponer nunca es el traslado de una exigencia que vaya más allá de lo que se haría con cualquier otra persona a la que se hubiese nombrado y que hubiese seguido la inercia de lo formalmente establecido hasta ahora.

El actual contexto de cuidados de nuestra sociedad, por si solo, ya justificaría el nombramiento de una enfermera. Pero es que además el papel que las enfermeras han desarrollado en Atención Primaria durante toda su existencia y el que deben asumir tras la reforma, tienen tal peso específico en el conjunto de los equipos que aún lo justifica más si cabe.

El actual contexto de cuidados de nuestra sociedad, por si solo, ya justificaría el nombramiento de una enfermera

Durante todo el tiempo transcurrido desde que se iniciase la andadura de la Atención Primaria, las enfermeras han contribuido de manera ejemplar al desarrollo de la misma siendo los máximos responsables nombrados para ello profesionales de otra disciplina. Estoy convencido de que ahora se entenderá con la normalidad que precisa este nombramiento y que todas/os quienes participan con su trabajo, motivación e implicación en Atención Primaria contribuirán con su apoyo a ella, lograr el objetivo común de reformar la Atención Primaria.

Palos en las ruedas

Sin embargo, no deja de ser curioso que sean los medios de comunicación, abducidos muchos de ellos por la medicina, que no por la salud, quienes empiecen a poner palos en las ruedas a la instauración de la citada normalidad. Porque no se puede entender de otra manera el que se de la noticia del nombramiento y lo que se haga a continuación sea entrevistar a una representante de la medicina para interpelarle sobre la oportunidad de tal nombramiento.

No se entrevista a la persona nombrada o a una representante de enfermería, no, se busca la polémica, la confrontación o incluso el conflicto, al identificar como excepcional, cuando no extraño, tal nombramiento. Nunca antes se preguntó a las enfermeras qué les parecía tal o cual nombramiento de un médico para cualquier cometido.

Así pues, estaría bien que este nombramiento sirviese también para normalizar una información altamente contaminada y alejada de la diversidad que tiene nuestro sistema de salud y de la riqueza que la misma, a través de sus diferentes profesionales, pueden y deben aportar a la ciudadanía a través de los, tan necesarios, medios de comunicación.

Estaría bien que este nombramiento sirviese también para normalizar una información altamente contaminada y alejada de la diversidad que tiene nuestro sistema de salud

Enhorabuena pues a quien ha decidido el nombramiento de Mª José Lloria, como Comisionada de Atención Primaria en la Comunitat Valenciana, por entender y hacer visible esta normalidad tan necesaria. Enhorabuena, también, por dar un paso al frente en la reforma de la Atención Primaria con su nombramiento. Enhorabuena, claro está, a Lloria y agradecimiento sincero por asumir un reto nada fácil en un momento muy complicado. Enhorabuena a la Atención Primaria y a todos sus profesionales por tener la oportunidad, junto a Lloria, de participar en la reforma reclamada, deseada y necesaria.

Y enhorabuena muy especial a la ciudadanía, porque la reforma supondrá, sin duda, una nueva realidad en la respuesta a sus necesidades y una mayor participación en la toma de decisiones de aquello que afecta a su salud.

coronavirus Off José Ramón Martínez-Riera, presidente Asociación Enfermería Comunitaria (AEC). Off

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