El grupo mayoritario en el Parlamento catalán, PSC, ha pedido al consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat de Catalunya, Jaume Giró, una primera reunión para negociar los presupuestos del Gobierno autonómico (coalición de ERC i Junts per Catalunya) para 2023, defendiendo que "tendrían que generar el máximo consenso posible". Mientras que en el sector sanitario hay agentes que se comienzan a posicionar para tratar de lograr para el año que viene un presupuesto que le permita superar definitivamente los recortes aplicados desde 2010, hacer frente a los retos que arrastra desde hace más de una década y afrontar la coyuntura actual en mejores condiciones (coste de la energía, inflación…).
El presupuesto consolidado de Salud del Gobierno autonómico (sumando Departamento de Salud, Servicio Catalán de la Salud-CatSalut e Instituto Catalán de la Salud-ICS) es de 11.244 millones de euros este año; en 2020 y 2021 (prorrogado) fue de 9.789, y en 2018 y 2019 (prorrogado), de 8.876. Por cápita, el presupuesto (que no el gasto real), es de 1.460 euros en 2022, más que los 1.345 de 2021, pero muy por debajo del gasto por cápita medio previsto en toda España para este año, que es de 1.679.
El sindicato profesional Médicos de Cataluña (Metges de Catalunya, MC) está recogiendo firmas entre la población con el objetivo de reclamar la “recuperación y mejora” del sistema sanitario público de Cataluña. Bajo el lema De los aplausos a las firmas: ¡Implícate por la sanidad pública!, la campaña lleva más de dos meses activa y ya ha recibido el apoyo de 43.000 personas. El 27 de septiembre esta central tiene previsto celebrar una jornada interna de delegados para analizar la fotografía del momento y establecer el camino a recorrer en los próximos meses.
"Que reciba los recursos económicos y humanos necesarios"
Las personas que se han adherido a su campaña han firmado, en concreto, un decálogo de peticiones recogido en la web firmasanidad.es que reza así: “Pido que se terminen los recortes y que la sanidad pública reciba los recursos económicos y humanos necesarios para recuperarse de la pandemia. Pido que se contraten más personal médico y sanitario para reducir así las listas de espera y recibir atención de más calidad. Pido que se mejoren las condiciones laborales y retributivas de los profesionales para que trabajen con más confort y seguridad, y no quieran irse a otro territorio. Pido que las medidas transformadoras que necesita el sistema sanitario cuenten con el aval de los profesionales y de la ciudadanía. Pido que la atención primaria sea reconocida y esté mejor dotada de recursos y personal porque es el pilar básico del sistema. Pido que la sanidad pública vuelva a ser accesible, con facilidades para concertar visitas y tiempos de espera razonables. Pido que la relación de los pacientes con el sistema y los profesionales tenga en cuenta la brecha generacional, los diferentes niveles de alfabetización digital y las desigualdades sociales. Pido que los profesionales se puedan seguir formando para actualizar sus conocimientos y ofrecer una asistencia basada en la innovación y las últimas evidencias científicas. Pido que el presupuesto sanitario quede blindado para que en un futuro no haya más recortes. Pido que la sanidad pública universal, transparente, gratuita, equitativa y de calidad sea la prioridad de todos los mandatarios públicos”.
Todas las firmas serán entregadas al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), y se usarán para “exigir a los responsables políticos que prioricen la sanidad, que la financien más y mejor y que contraten a más facultativos”.
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