La vacunación contra la covid-19 avanza a buen ritmo en España, la cuarta ola de contagios tiene un "perfil más moderado" que las anteriores y la experiencia acumulada en más de un año de pandemia permite que las respuestas ante la enfermedad sean más certeras y eficaces, pero ni el virus ha desaparecido ni su incidencia es pareja en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS).
De ahí que los médicos, por boca del Consejo General de Colegios de Médicos de España (Cgcom), hagan hoy un contundente llamamiento a la responsabilidad política, denuncien la "tolerancia y acostumbramiento" a una tasa de fallecidos, ingresados y enfermos "elevada y evitable" y apelen a la "lealtad institucional" de las comunidades con riesgo alto o extremo, para que "colaboren con la contención de la expansión de la enfermedad en autonomías limítrofes con riesgo bajo".
El duodécimo informe que emite desde el inicio de la pandemia la comisión que asesora a la OMC sobre la covid-19 adquiere un tono especialmente duro ante la existencia de "actitudes y comportamientos explicables por la fatiga política, pero inaceptables". Aprovechando quizás el fin de unas elecciones autonómicas en Madrid presididas por un permanente uso de la crisis sanitaria como arma política arrojadiza, los médicos instan "a todos los agentes políticos e institucionales a que abandonen o mitiguen la rivalidad política partidista y se centren en gobernar la salida de la crisis, y en aportar iniciativas para acciones más globales e integradas".
El comité de expertos que coordina José Ramón Repullo, director técnico de la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (OMC), denuncia la "tolerancia" contra niveles de morbimortalidad evitables y alerta de la tendencia a relajar unas medidas de contención "que, de acuerdo con la Salud Pública, situarían esa morbimortalidad en cifras mucho más bajas". Según los últimos datos oficiales de contagios del Ministerio de Sanidad, España ha detectado en las últimas 24 horas más de 4.000 nuevos casos de coronavirus y ha registrado 11 nuevos fallecidos, pero la cifra de muertos se eleva hasta los 238 si el recuento se hace en los últimos 7 días.
Y por si a los responsables sanitarios de algunas comunidades se les olvida, los médicos recuerdan que las cifras medias de la evolución de la enfermedad en España, a la baja en las últimas semanas, "están ocultando la gran heterogeneidad de la incidencia por comunidades autónomas", y que en este contexto la "lealtad institucional", más que un deseo o una fórmula manida, "es una obligación: la colaboración asistencial, tanto para pacientes covid como para pacientes no-covid, es otra concreción práctica de la necesaria solidaridad interterritorial".
Aunque no las nombre expresamente, el aviso a navegantes de la OMC tiene claros destinatarios: las autonomías que, según los últimos datos ministeriales, siguen presentando "un nivel de riesgo alto o extremo": País Vasco, Madrid, Melilla y Navarra son, por este orden, las comunidades que registran un nivel de incidencia acumulada en los últimos 14 días muy por encima de la media nacional (205,52 por 100.000 habitantes). Además, las comunidades de Madrid y el País Vasco tienen niveles de ocupación en sus UCI con pacientes covid también muy preocupantes: 41,95% y 38,16%, respectivamente, frente a la media española del 22,25%, según los datos ministeriales.
La famosa cogobernanza, que llena titulares y da fuste al pavoneo institucional, es una pura entelequia, según los representantes de los médicos españoles: "En vez de que las instituciones se hagan copropietarias de los problemas y de las soluciones (para bien y para mal), cualquier riesgo de impopularidad retrae de la colaboración, y cualquier fallo o efecto adverso se utiliza como arma arrojadiza". Un claro ejemplo de esta tara es, según el informe colegial, la "desmesurada e irracional" aplicación del principio de precaución ante los efectos adversos de las vacunas, aunque, en este caso, las culpas no se ciñen al terreno patrio, sino "a escala internacional".
A esa misma escala, la internacional, tiene lugar otro efecto que los médicos españoles consideran particularmente adverso para salir de esta pandemia: una visión "miope y localista" de un problema cuya solución implica necesariamente que "la vacunación contra esta enfermedad se haga a nivel planetario, no debiendo ser entorpecida por patentes u otras barreras".
El Gobierno de Pedro Sánchez también se lleva su particular tirón de orejas, en este caso por la excesiva celeridad que, a juicio de los expertos que asesoran a la OMC, se ha dado en revertir la excepcionalidad jurídica: "La debilidad normativa actual para afrontar medidas de restricción de la movilidad y limitación de derechos fundamentales aconsejaría como medida inmediata mantener activo el estado de alarma, para que las medidas tengan mayor seguridad jurídica y homogeneidad".
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El debilitamiento del compromiso reformista: se difuminan los contenidos de revitalización del Sistema Nacional de Salud, expresados claramente en el Dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social Económica del Congreso de los Diputados. Las ayudas europeas van dirigidas a la reactivación, modernización y sostenibilidad económica y social, por ello, es imprescindible que esta financiación aborde las necesidades de la política de salud y del SNS como garantía de bienestar y de sostenibilidad a largo plazo. Sin ello, el futuro será incierto por los riesgos de rebrotes, inequitativo porque dejaremos atrás a nuestros pacientes con menos recursos, e injusto porque la sociedad española habrá defraudado a esos profesionales y trabajadores sanitarios a los que un día aplaudió desde los balcones.
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