Los últimos momentos de la vida de una persona son duros, tanto para quién se va como para quienes están cuidándole. En el caso de que este proceso se lleve a cabo en el domicilio, los familiares al cargo deben saber cómo satisfacer las necesidades del enfermo. Y para ello, ha elaborado un manual, como trabajo fin de máster de Investigación en Enfermería, repasando todos los cuidados, tanto físicos como psicológicos, que requieren estos pacientes.
"El objetivo es que esta guía llegue las familias que tengan una persona en casa en fase terminal, que no tiene por qué ser cáncer, puede ser una persona muy mayor, y poderles ayudar a cuidar mejor en los últimos momentos, que no se sientan estresados por no saber qué hacer, tengan un poco de formación y se sientan mejor", afirma la enfermera.
La idea de hacer este manual surgió de su experiencia con dos casos concretos en los que se dio cuenta de que la gente tenía una gran necesidad de información sobre estos cuidados. "En una ocasión sedamos a un señor de 98 años y aguantó tres días en casa antes de fallecer. En ese tiempo la familia contrató a una persona para que lo cuidara y les enseñara qué hacer para que no se ulcerara. Lo podían haber comentado con enfermería de primaria y nosotros le habríamos enseñado, para eso estamos, y no habría tenido la necesidad de contratar a alguien. Y en otro momento, estando de guardia sedamos a otro paciente. Tuvimos que enseñar a la familia cómo administrar la medicación, cómo cargarla, y suerte que había una persona más joven a la que se lo explicamos todo. En el esos momentos tan duros te das cuenta de que es demasiada información. Por eso pensé que había que hacer una guía, por la necesidad física, social y espiritual a la hora de enfrentarte a esa situación", recuerda Reverté.
Con esta guía los familiares, que en esos momentos les cuesta retener tanta información por su situación emocional, tendrán un apoyo al que recurrir en caso de dudas.
Lo físico y lo emocional
El manual engloba las necesidades físicas que puede tener el paciente, como la alimentación, la eliminación, los cambios posturales para evitar úlceras y esté lo más cómoda posible, cómo adecuar el ambiente, el sueño, la sedación o los síntomas que puede tener en la fase final.
Pero también recoge los aspectos emocionales. "Me gusta recalcar la necesidad psicológica que a veces olvidamos, tanto para el cuidador como para el enfermo", recuerda. En su opinión es importante que el cuidador satisfaga las necesidades psicológicas porque en ocasiones las personas que saben que van a morir entran en depresión y es importante reconocerlo y saber cómo ayudar.
El tabú que supone aún la muerte es otra de las dificultades en esta situación. "Lo que más les cuesta a los cuidadores es acompañar al familiar en el último momento porque ven todavía la muerte como un tabú y se piensan que la persona no ve que se está muriendo y no se despiden. A veces, cuando hemos ido a un domicilio, les dices que cojan de la mano al enfermo y te miran con cara de 'no, a ver si nota que se está muriendo'. Me gusta que se sienten con ellos, les den la mano para que no mueran solos. Luego te queda una satisfacción de haber acompañado".
Pasar los últimos momentos de vida en casa tiene sus ventajas, en opinión de la enfermera. "La persona que muere en casa está en su entorno, tiene a la familia a su lado, si le apetece algo lo puede conseguir, la familia no tiene que desplazarse al hospital, donde hay más riesgo de infecciones. Además, en casa, si el enfermo quiere estar solos puede hacerlo, hay menos ruido, menos molestias..."
Reverté apunta que en zonas rurales como en la que trabaja, la gente tiene mucha confianza en los equipos de atención primaria porque los conoce de siempre, aunque también agradecen los servicios de atención a domicilio, que normalmente abarcan mucho territorio con población muy dispersa y es complicado que lleguen a todo.
Reverté espera poder publicar el manual, en el que está trabajando para modificarlo y acortarlo, y extenderlo a otros centros, "ojalá a toda España". Actualmente está en catalán pero se traducirá a castellano.
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