La aplicación diaria de cremas corporales debería ser un hábito tan rutinario como el lavado de dientes o el uso de hidratantes faciales. Sin embargo, buena parte de la población obvia este gesto o lo hace de forma puntual, según Rocío Escalante, farmacéutica y titular de Arbosana Farmacia: “Se trata de una asignatura pendiente; de hecho, cuando en la farmacia medimos el grado de hidratación de una piel comprobamos que en general es muy bajo. Salvo quienes tienen problemas, como psoriasis, dermatitis o pieles secas o seniles, pocas personas se hidratan la piel a diario”.
Ingredientes
No hay excusas que justifiquen este olvido, ya que en el área de dermofarmacia hay opciones para todos los gustos, con activos específicos para la piel. “Si hay un ingrediente universal en las cremas corporales es el ácido hialurónico, que retiene hasta mil veces su peso en agua. Se incluye en forma de sal sódica en diferentes pesos moleculares, hidrolizado, acetilado o reticulado”, explica Gema Herrerías, vocal de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla.
A este ingrediente se han ido incorporando nuevos activos cada vez más adaptados al comportamiento y necesidades de la piel corporal. Entre ellos, Escalante destaca los lípidos o biolípidos, que reconstruyen la barrera cutánea y estimulan la síntesis de lípidos, y los agentes que evitan la adhesión de bacterias.
Texturas
En cuanto a las texturas, las alternativas a la tradicional body milk (crema, leche, bálsamo, gel, loción…) tienden a ser más ligeras y de rápida absorción. Entre ellas están las hidratantes en espray que, como afirma Escalante, son muy cómodas cuando se necesita un extra de hidratación, pero no son suficientes en pieles que precisan cuidados hidratantes más intensos.
De la misma opinión es Herrerías, quien las recomienda para los meses de verano por su efecto más refrescante y por la facilidad para renovar su aplicación.
Otra tendencia al alza son los aceites corporales, que suelen generar dudas en los usuarios. “La diferencia entre estos y las hidratantes clásicas está en sus ingredientes y en el porcentaje de fase oleosa, aunque con las nuevas fórmulas de aceites de tacto seco la sensación que dejan en la piel puede ser parecida”, afirma Gema Herrerías.
“La mejor crema corporal tiene que ser hidratante, agradable, fácil de aplicar y tiene que gustar el olor y la textura”
En la misma línea, Escalante explica que los dos se pueden alternar e incluso mezclar, pero la elección del aceite está muy vinculada a las preferencias personales: “La objeción más frecuente a su uso con la que nos encontramos es la pereza que produce aplicarlos, debido a su textura, y también el hecho de que tardan más en absorberse”.
Al hilo de esto, Escalante comenta que, independientemente de la textura y formulación, la clave para incluir la aplicación de la crema corporal en la rutina cosmética diaria y ser constante en su uso es sentirse a gusto con ella: “La mejor crema corporal tiene que ser hidratante, agradable, fácil de aplicar y que te gusten el olor y la textura”.
Tipo de piel
Además de tener feeling, no hay que perder de vista otros factores, ya que, como apunta Herrerías, la forma cosmética puede afectar a la eficacia, en función de la zona de aplicación y, sobre todo, del tipo o estado de la piel. “Las pieles más secas obtienen más confort con cosméticos con una mayor concentración de emolientes (ceramidas, aceites, mantecas y ceras). Y en las pieles deshidratadas sin sequedad excesiva están más indicados los bálsamos y cremas, que son más ligeras”.
Escalante afirma que las pieles secas o muy secas suelen presentar picor y tirantez, por lo que deberían buscar fórmulas con aloe vera, agua termal, niacinamida, alantoína…, y que refuercen la barrera cutánea. “En cuanto a las pieles grasas, no son muy habituales, salvo casos puntuales con tendencia al acné en los hombros o la espalda, en los que se aconseja utilizar productos específicos, fórmulas de textura ligera o apostar por oleogeles y geles hidratantes corporales”.
Edad
La edad es otro factor a tener en cuenta, ya que según Escalante, a partir de los 45-50 años la piel tiende a estar más seca, sobre todo en las mujeres, por lo que hay que estar pendiente y si se presentan síntomas como tirantez o descamación, optar por fórmulas para pieles muy secas.
Asimismo, muchas cremas corporales aportan un efecto tensor o reafirmante, gracias a la incorporación de activos como los péptidos y precursores de los factores de crecimiento; nuevas formas de ácido hialurónico o proteoglicanos; ingredientes que previenen la glicación avanzada o la inflamación; antioxidantes, como la vitamina C y la vitamina E; extractos vegetales; dimetilaminoetanol, centella asiática, e incluso retinoides”, enumera Herrerías, y recomienda, para aumentar la eficacia de estos productos, aplicarlos dos veces al día con un masaje.
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