Una de las pesadillas de cualquier médico especialista en medicina del deporte es la rotura de un tendón. Cuando solo hay inflamación del tejido es posible su recuperación con diversos tratamientos, pero cuando se produce la rotura ya no existen terapias regenerativas. Al menos hasta ahora, ya que según parece desprenderse de un ensayo clínico realizado por Instituto de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT) es posible regenerar ese tendón roto empleando para ello células madre mesenquimales cultivadas.
Los resultados del ensayo han sido publicados en la revista American Journal of Sports Medicine y han comparado los resultados obtenidos con esta nueva terapia con otro tratamiento biológico como es el plasma rico en plaquetas. Ahora se han dado a conocer los resultados tras seis meses de tratamiento y las primeras conclusiones son bastante evidentes. “Aunque el tratamiento con plasma ayuda a reducir la inflamación, hemos comprobado que no produce una regeneración del tejido dañado. Esto solo se produce en los pacientes a los que se han administrado las células madre mesenquimales. Por primera vez se ha demostrado que es posible la curación de este tipo de tejidos” comenta Robert Soler, director médico de ITRT y uno de los autores del estudio junto con Lluís Orozco y Gil Rodas.
Un estudio que abre muchas puertas
En el ensayo han participado un total de 20 pacientes de entre 18 y 48 años, practicantes de deporte de manera habitual, con una lesión crónica en el tendón rotuliano y que no habían respondido a los tratamientos conservadores habituales. “Hemos querido que fuera lo más homogéneo posible el estudio. Por eso decidimos hacer el ensayo con lesiones a nivel de rótula, que son altamente repetitivas y no muestran tanta variabilidad como pueden ser las lesiones del tendón de Aquiles. La idea era hacer un estudio que fuera lo más demostrativo posible de las ventajas de esta nueva terapia”, explica Robert Soler.
Tras haber transcurrido seis meses se ha podido ver que la totalidad de los pacientes había logrado una disminución del dolor y la reincorporación a la práctica deportiva tras dos meses. Pero además diferentes pruebas de imagen por ecografía, UTC y resonancia magnética mostraron la restauración de la estructura del tendón hasta recuperar un 40 por ciento en todos los pacientes tratados con las células madre mesenquimales, un resultado que no se logró en los que habían recibido el plasma rico en plaquetas. Posteriormente está previsto publicar también los resultados luego de 12 y 24 meses de tratamiento. “Todavía no se pueden dar estos datos, pero puedo asegurar que la regeneración del tendón continúa incrementándose”, añade el experto.
“En este estudio hemos demostrado que el efecto del plasma es algo menor. Aunque logra que se produzca una reducción del dolor, al no producirse una regeneración del tejido en un futuro sería necesario repetir el tratamiento ya que la lesión permanece. En cambio, con este nuevo tratamiento hemos conseguido la curación y no sería necesaria la repetición” apunta Robert Soler, quien considera que esto puede suponer un cambio de paradigma en los tratamientos de estos tejidos.
Células madre del propio paciente
Las células madre mesenquimales se obtienen directamente de la médula ósea del paciente, para luego ser cultivadas en laboratorio hasta alcanzar los 20 millones unidades. Posteriormente son inyectadas en el lugar de la lesión bajo control ecográfico. No es un proceso rápido, ya que desde que se obtienen las células hasta que hay la cantidad suficiente para el tratamiento pueden pasar entre 20 a 23 días. Los beneficios que se obtienen sin embargo justifican de sobra su empleo. “Al tratarse de células del propio paciente no se produce ningún efecto secundario. Además, la reducción del dolor una vez que se inicia el tratamiento es mucho más rápida que en cualquier otra terapia existente hasta el momento”, añade Robert Soler.
Aunque el estudio ha sido llevado a cabo en lesiones crónicas del tendón rotuliano, el especialista considera que se lograrían resultados similares en lesiones de otros tendones y en diferentes grados de lesiones. “Todo el mundo decía que las lesiones crónicas no se podían regenerar y ahora hemos demostrado que es posible. También estamos probando este tratamiento en lesiones agudas, y los primeros resultados muestran que se logra igualmente un buen resultado, no siendo por tanto necesario esperar a que fracasen otras terapias para recurrir a las células madre mesenquimales y creemos que pueden convertirse en una primera opción”, finaliza Robert Soler.
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