En el transcurso de una cirugía consistente en discectomía L5-S1 con hemilamectomía distal se produjo una lesión de la duramadre, apreciándose en las curas posteriores una fuga del líquido cefalorraquídeo llevando a cabo un sellado hemático epidural. La paciente acabó presentando una infección (meningitis), si bien evolucionó correctamente. Nos hemos percatado de que, por error, no firmó el consentimiento informado, aunque se le explicó verbalmente la intervención. Ahora nos demanda por mala praxis y ausencia de información. ¿Qué consecuencias podría conllevarnos?
S.T.S. (Madrid)
Respecto a la praxis médica, deberá ponerse de relieve en el plenario, en primer lugar, que la fuga no pudo haberse diagnosticado con anterioridad a cuando se produjo, pues no es hasta que comienzan a presentar sintomatología cuando puede alcanzarse el diagnóstico, máxime si no consta que durante el transcurso de la cirugía hubiese incidencia alguna.
En segundo lugar, deberá igualmente ponerse de relieve que el sellado se realizó conforme a la lex artis, pues se logró cerrar la fuga. Sin embargo, no pudo evitarse la infección pese a haber puesto todos los medios a su alcance. Deberá acreditarse que no existían datos clínicos sugerentes de patología infecciosa (meningitis) y/o abceso que puedan justificar un tratamiento quirúrgico precoz o anterior al momento en que éste se realizó.
La lesión de la duramadre es una complicación secundaria a la cirugía discal contemplada en los consentimientos informados y bibliografías de estas intervenciones quirúrgicas.
Usted indica que la paciente fue informada verbalmente pero no por escrito. Este punto es especialmente relevante ya que, si bien la praxis médica es defendible, ha existido una mala praxis al no haber hecho entrega del consentimiento informado a la paciente. Existe reiterada jurisprudencia que advierte de que la información verbal no puede sustituir a la firma del consentimiento informado, donde el paciente tras la lectura del documento consiente y firma aceptando los riesgos descritos en el mismo. Y es que el mero hecho del sometimiento a la intervención quirúrgica no puede implicar una asunción tácita de los riesgos que se contemplan en el documento escrito.
Por tanto, es muy probable que, aun acreditando la correcta praxis médica, acaben estimando la demanda por esa ausencia de información en concepto de daño moral causado a la paciente.
Off Mireia Gomis Peris, del despacho Fornes Abogados Consulta Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3en808h
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