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jueves, 9 de julio de 2020

Los enfermeros de prisiones exigen no depender de las órdenes del médico ni asumir funciones que no les corresponden

Profesión
aliciaserrano
Jue, 09/07/2020 - 11:02
Actualización de competencias
Hasta el momento, la expansión del coronavirus Covid-19 en las cárceles está contenida.
Hasta el momento, la expansión del coronavirus Covid-19 en las cárceles está contenida.

Los profesionales de enfermería que desarrollan su labor en la Sanidad Penitenciaria son una figura poco conocida dentro de la sociedad y la propia Sanidad. Reclaman la actualización de los reglamentos que rigen su labor diaria -propios de otra época, y equiparable a la de los entonces conocidos como ATS-  y con total subordinación a los compañeros médicos.

También demandan la mejor ordenación de su ejercicio profesional, algo que pretende resolver el nuevo documento que ha elaborado un grupo de expertos conformado por profesionales de Instituciones Penitenciarias y del Consejo General de Enfermería, junto con su Instituto Español de Investigación Enfermera

Es como si se hubiera detenido el tiempo para ellos y fueran todavía ATS y no graduados en Enfermería

Este documento actualizado recoge todas las intervenciones y cuidados realizados en su trabajo diario, con el fin de defender su posición como profesionales de una enfermería del siglo XXI, que está lejos de esa enfermería que plasma y regula el actual Reglamento Penitenciario.

Compañeros discriminados

“Lo deseable sería que se produjera una armonización entre estas intervenciones y actuaciones que ha identificado nuestro grupo de expertos y el reglamento que regula sus actuaciones y que debe ser actualizado con urgencia. Esos compañeros que ejercen en las prisiones están totalmente discriminados respecto a los que trabajan, por ejemplo, en un centro de salud u hospital. Tienen restringidas ciertas actuaciones comunes en Enfermería y están subordinados a otro profesional médico, en lugar de trabajar juntos y coordinados cada uno en su ámbito de actuación", ha asegurado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE que ya se ha dirigido al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, solicitando una reunión para abordar estos temas en profundidad.

En su opinión, "es como si se hubiera detenido el tiempo para ellos y fueran todavía los ATS -ayudante técnicos sanitaros- que fuimos y no el graduado en Enfermería”.

También espera que el nuevo documento sirva para poner las bases de una reforma del reglamento que los distintos Gobiernos no han querido afrontar y que se redactó en 1981.

Un reglamento de los ochenta

“Existe un malestar de la enfermería porque creemos que unas funciones redactadas en 1981 no reflejan para nada nuestra labor diaria, y lo que es más importante, no nos representan en nuestra profesión, alejándonos del resto de profesionales de la enfermería que desarrollan sus trabajos en otros ámbitos”, ha explicado Eusebio Espuela, enfermero del Centro Penitenciario Madrid III y del Grupo de Expertos que ha trabajado en esta nueva ordenación.

Añade que esas funciones, de una u otra manera, “nos atan las manos en nuestro trabajo para tener que obedecer a órdenes que consideramos están lejos de nuestras funciones como profesionales de la enfermería”.

Intrusismo profesional

Recuerda que la sanidad penitenciaria se enfrenta a una preocupante carencia de profesionales en los próximos años.

“Especialmente preocupan las jubilaciones de médicos no reemplazados. O simplemente lo que sucede cuando el médico se encuentra ausente del centro. Entonces, el enfermero de guardia se enfrenta a actuaciones que, con el reglamento actual en la mano, podrían ser calificadas como intrusismo profesional”, ha dicho.

Traspaso de la sanidad penitenciaria

Por su parte, Satse reclama, una vez superado el estado de emergencia por la Covid-19,  que se impulsen las negociaciones necesarias para que se produzca el traspaso de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas en lo que queda de legislatura.

Ya lo solicitó Manuel Cascos, su presidente, durante su comparecencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del país.

De hecho, el sindicato ha recibido respuesta del Defensor del Pueblo a su reclamación relativa al traspaso de la sanidad penitenciaria y ha constatado que, tanto el Gobierno central como los de las comunidades autónomas, siguen echando “balones fuera” para justificar su claro desinterés por mejorar la atención sanitaria que se presta en los centros penitenciarios y las condiciones laborales de sus profesionales sanitarios.

Tras la carta remitida el pasado mes de febrero al Defensor del Pueblo, junto a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), denunciando el progresivo deterioro de la sanidad penitenciaria y demandar su traspaso a las comunidades autónomas, Satse dice que ha sido informado de los contactos mantenidos entre la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y los gobiernos de distintas comunidades autónomas "y no ha visto ningún avance significativo a pesar del supuesto interés demostrado públicamente por ambas partes para propiciar el traspaso competencial".

En concreto, recuerda que han sido las autonomías de Navarra, Castilla y León, Murcia, Baleares, Canarias Andalucía, Asturias y Aragón las que han facilitado información hasta la fecha de la que se puede concluir que ninguna administración quiere responsabilizarse de la falta del acuerdo que permitiría el traspaso de la sanidad penitenciaria al conjunto de autonomías, y que, salvo en el caso de País Vasco y Cataluña, llevan muchos años pendiente de formalizarse.

Funciones que no les corresponden

Satse explica que los enfermeros que trabajan en los centros penitenciarios sufren numerosos problemas y deficiencias que repercuten en sus condiciones laborales y en la calidad de la asistencia sanitaria que prestan, "como el grave déficit de personal existente que les obliga a asumir responsabilidades y funciones que no les corresponden".

También apunta que las enfermeras que trabajan en los centros penitenciarios no tienen las mismas condiciones laborales que sus compañeras dependientes de los servicios autonómicos de salud.

“Se trata de una asignatura enquistada que lleva pendiente desde 2004 cuando debería haberse materializado la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, y que, pese a las muchas declaraciones de  intenciones en el Congreso, en el Senado o en los medios de comunicación, ningún gobierno o partido, sea del signo político que sea, le ha dado una solución”, concluyen desde Satse.

Tienen restringidas actuaciones comunes en Enfermería, están subordinados al médico y reclaman la actualización del reglamento que rige su actividad diaria. Off Redacción Off

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