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sábado, 13 de marzo de 2021

‘Evidence-based medicine’ (y II)

Fernando Navarro
Fernando Navarro
Sáb, 13/03/2021 - 09:43
¡Qué difícil es el inglés!
medicina basada en la evidencia
Evidence-Based Medicine: medicina basada ¿en la evidencia?

La expresión evidence-based medicine (EBM), acuñada en 1990 por Gordon Guyatt, se ha puesto de moda en los últimos decenios para designar un movimiento norteamericano que pretende abordar los problemas clínicos mediante revisión bibliográfica sistemática y evaluación crítica de los resultados obtenidos en los estudios científicos. Su objetivo es utilizar la mejor información disponible ―generalmente obtenida mediante metanálisis de estudios clínicos comparativos y aleatorizados― como base para la elaboración de estrategias y guías de práctica clínica, en aras de cerrar o reducir al mínimo el vacío existente entre la teoría racionalmente demostrada y la práctica clínica intuitiva.

¿Cómo hemos de llamarlo en español? De entrada, la primera tentación de cualquiera es calcarlo directamente a *medicina basada en la evidencia*, que tiene un problema importante: dado que, como explicaba aquí mismo la semana pasada, el inglés evidence no significa ‘evidencia’ (y, además, en inglés lo usan en singular para expresar un significado plural), el calco no deja nada claro en español de qué se trata, y corremos el riesgo de que alguien entienda algo muy distinto de lo que queremos decir.

Entre los médicos de habla hispana que se esfuerzan aún por evitar el calco anglicista, se ve bastante la forma *medicina basada en pruebas*, que desaconsejo por cuanto puede malinterpretarse en el sentido de que este tipo de medicina se basa en las pruebas diagnósticas (algo así como si fuera una test-based medicine). Ello nos obligaría, para deshacer la ambigüedad, a precisar que se trata de una «medicina basada en pruebas científicas (o en pruebas de eficacia)», que resulta excesivamente largo.

Si el concepto lo hubiésemos acuñado en español, posiblemente habríamos buscado una designación autoexplicativa; no sé, tal vez algo por el estilo de medicina científico-estadística o medicina metacrítica. O, si se consideran demasiado complicadas ―aunque el nombre original inglés, a decir verdad, no lo es menos―, quizá medicina factual o medicina fundamentada. Obsérvese que, en español, ‘factual’ se aplica a lo que se basa en hechos (por oposición a lo meramente teórico o imaginario), y hechos o fundamentos viene a ser, en resumidas cuentas, la evidence inglesa (lo veíamos también la semana pasada, nada que ver con nuestra ‘evidencia’).

Otras posibilidades de traducción que se me ocurren son medicina probatoria o, más largos, medicina basada en datos probatorios, medicina basada en los datos disponibles, medicina sustentada en hallazgos, medicina científica comprobada, medicina fundamentada en datos científicos… Como puede verse, en español no nos faltan opciones para traducir el inglés evidence-based medicine; lo que sí nos falta es una voluntad clara y decidida de desterrar el calco *medicina basada en la evidencia* (y sus siglas *MBE*), enormemente difundido en la práctica.

Por último, no me resisto a mencionar que, en algunos contextos, el término evidence‑based medicine se usa en sentido laxo como si fuera sinónimo de scientific medicine (medicina científica o medicina racional), por contraposición tanto a la folk medicine (medicina popular), por un lado, como a la alternative medicine (medicina alternativa), por otro.

Fernando A. Navarro

'Evidence-based medicine': ¿medicina basada en la evidencia..., en evidencias..., en pruebas..., en datos...? ¿En qué consiste realmente y cuál sería el mejor modo de decirlo en español? ¿O no nos queda más remedio que calcar directamente el término inglés? Off Fernando A. Navarro Off

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