El 14 de marzo (o 3-14 en inglés) es el Día Internacional de las Matemáticas, en homenaje a uno de sus guarismos más famosos: el número Pi. Este año más que nunca, ese homenaje debería dedicarse a todos los profesionales de esta área que aplican sus habilidades y conocimientos en el terreno sanitario. Porque, sí, las matemáticas están muy presentes en empresas farmacéuticas, instituciones sanitarias, laboratorios, hospitales… Pero no solo en los departamentos de contabilidad o financieros: su alcance va mucho más allá.
Efectivamente, en estos tiempos de análisis de datos, de revolución tecnológica y de eficiencia, las matemáticas están viviendo una nueva época dorada (y no es que hayan estado olvidadas nunca). A día de hoy se han hecho imprescindibles en todos los campos científicos y profesionales gracias a su capacidad para resolver cualquier tipo de problema, no sólo tecnológico.
En este contexto, los métodos matemáticos han demostrado ser instrumentos muy potentes en prácticamente todas las ramas de la Medicina y también en la salud pública, convirtiéndose en una herramienta valorada y necesaria tanto en el ámbito de la predicción y fase de diagnóstico, como en el desarrollo de nuevos fármacos, tratamientos y técnicas quirúrgicas. Incluso en la planificación de los recursos sanitarios, puesto que en definitiva son técnicas de optimización las que contribuyen a tomar mejores decisiones a la hora de ubicar un hospital o un centro de salud, o a la hora de distribuir los recursos tanto materiales como humanos.
La utilidad de la estadística
Y no olvidemos la versátil estadística, presente prácticamente en todos los procesos: desde las técnicas de muestreo a la comparación de tratamientos, fármacos y técnicas, pasando por el comportamiento de cualquier variable que describa un proceso o fenómeno relacionado con una enfermedad. También la estadística y el álgebra están detrás de muchas técnicas diagnósticas y terapéuticas, por ejemplo en las técnicas de imagen como ecocardiografías o electroencefalografías. El cálculo o el análisis matemático participan en la construcción de las funciones que se utilizan para modelizar los procesos, la expansión y capacidad de contagio de todo tipo de virus, o las probabilidades de frenado y erradicación.
Por último, llegamos a la informática médica, basada en algoritmos y modelos para codificar patrones y diseñar las máquinas, es decir software y hardware de aplicación directa de las matemáticas a la medicina. En ella intervienen muchos de los conceptos que se estudian en lógica y matemática discreta; la aplicación de las leyes lógicas, relaciones de equivalencia y orden, las relaciones de recursividad y, por supuesto, toda la teoría de grafos y algoritmos de árboles, de búsqueda… conocimientos esenciales para el desarrollo y creación de nuevo software.
Más importantes que nunca
Trayendo el tema, si cabe, más a la actualidad, diré que este 2020 (aunque la tendencia ya existía desde mucho antes) la pandemia, el auge del análisis de datos y las técnicas big data han encontrado en la crisis de la covid-19 un objetivo de análisis irrenunciable. Y en este sentido, me gustaría destacar el papel de Acción Matemática contra el Coronavirus que lanzó el Comité Español de Matemáticas (CEMAT) con el objetivo de poner a disposición de las autoridades la capacidad de análisis y modelización de un grupo de matemáticos por su utilidad para comprender mejor los números relacionados con el coronavirus.
Como vemos, las matemáticas tienen mucho que decir y que aportar en todos los ámbitos de nuestra vida, y también en la salud.
Off Mar Angulo, coordinadora académica del Doble Grado en Ingeniería del Software y Matemática Computacional en el Centro Universitario U-tad Opinión Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3bIi3a8
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