El minoxidil para alopecia es uno de esos medicamentos eficaces que han sido descubiertos por serendipia. Su historia es parecida a la del sildenafilo (Viagra), desarrollado inicialmente para hipertensión arterial pulmonar y no para disfunción eréctil. En el caso del minoxidil, sus beneficios frente a la pérdida del cabello fueron en un principio un efecto secundario y no buscado de su uso para hipertensión arterial.
Ahora, el estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre la seguridad de minoxidil oral a dosis bajas para alopecia avala que es un tratamiento seguro y que presenta un riesgo bajo de efectos sistémicos. Sergio Vañó, profesor de Dermatología de la Universidad de Alcalá (Madrid), ha liderado este trabajo internacional, multicéntrico y retrospectivo, publicado en la revista Journal of the American Academy of Dermatology y que también firman los dermatólogos españoles Pedro Jaén y José Luis Zamorano. En total, han participado diez centros procedentes de seis países, incluida España.
En su artículo, los autores explican que desde el primer informe en 2016 sobre el uso del minoxidil oral a dosis bajas en dos mujeres con monilethrix (una enfermedad rara que causa y fragilidad del pelo), su empleo en varios tipos de alopecia ha sido creciente. En la actualidad, Vañó señala que el minoxidil oral es uno de los tratamientos de primera o segunda línea en alopecia androgénica masculina y femenina, efluvio telógeno y en otras alopecias. Frente al minoxidil tópico y otros fármacos como la dutasterida y la finasterida que se emplean en alopecia androgénica, el minoxidil oral tiene como ventajas “una mayor comodidad, efectividad y adherencia terapéutica”. Y aunque su principal reacción adversa es la hipertricosis, “este efecto se maneja fácilmente reduciendo dosis”.
Minoxidil, fármaco seguro
“El minoxidil oral es cada vez más utilizado en tricología y existía la preocupación de que pudiera producir efectos adversos sistémicos graves, cosa que se ha descartado con este estudio”, explica a DM/CF Vañó, que es además director de la Unidad de Tricología y Transplante Capilar Reconstructivo del Hospital Ramón y Cajal y coordinador del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología. Aunque hay otros trabajos que han abordado la seguridad del minoxidil oral en alopecia, “el presente estudio es el que incluye una serie mayor de pacientes”. De esta forma, “confirma su seguridad en una cohorte amplia y diversa de pacientes”, por lo que entiende que será un “estudio de referencia para el futuro”.
"Existía la preocupación de que el minoxidil pudiera producir efectos sistémicos relevantes"
Este trabajo observacional incluyó a 1.404 pacientes (943 mujeres y 461 hombres, con edad media de 43 años) que recibieron el fármaco a dosis de entre 0,25 y 5 mg/día durante al menos tres meses para el tratamiento de cualquier tipo de alopecia. La principal indicación fue la alopecia androgénica (82,4%), seguida a gran distancia por otros tipos de alopecia, como el efluvio telógeno (4,8%), la alopecia areata (3,8%), la frontal fibrosante (2,8%) o el liquen plano pilar (2,5%). En el 20,8% de los pacientes, el único tratamiento sistémico que recibieron fue el minoxidil.
Tipo de efectos adversos
El efecto secundario más habitual fue la hipertricosis (15,1%). El 5,5% de los pacientes experimentaron efectos sistémicos, pero en todos los casos fueron leves y se resolvieron con la reducción de la dosis o la suspensión del tratamiento. Este tipo de reacciones adversas condujeron al abandono de la terapia en 29 pacientes (1,2 %). Las reacciones adversas sistémicas más habituales fueron mareo (1,7%), retención de líquidos (1,3%), taquicardia (0,9%), dolor de cabeza (0,4%), edema periorbitario (0,3%) e insomnio (0,2%). Vañó aclara que el perfil de efectos adversos detectados en el su estudio “fueron los esperados”.
De acuerdo con estudios anteriores, no se registraron efectos secundarios graves o potencialmente mortales. Pese a la incidencia relativamente alta de efectos secundarios sistémicos con dosis antihipertensivas de minoxidil (10-40 mg), los efectos con dosis iguales o inferiores a 5 mg fueron infrecuentes y no dosis dependientes. El artículo sugiere que estos efectos adversos sistémicos pueden estar influenciados por características idiosincrásicas del paciente y variaciones genéticas individuales de la sulfotransferasa SULT1A1, que es la enzima que afecta a la actividad del minoxidil.
Frecuencia de efectos adversos
En cuanto a la frecuencia, 509 pacientes presentaron efectos adversos, lo que representa el 20,6%. Catorce de los pacientes (el 0,9%), experimentaron más de uno. El 18,3% de los pacientes pudo continuar el tratamiento tras ajustar la dosis de minoxidil, pero 43 pacientes tuvieron que suspender la terapia de forma indefinida. Vañó señala que “sorprende la baja proporción de pacientes que suspendió el tratamiento por efectos adversos, solo el 1.7%”.
La hipertricosis fue de lejos el principal efecto adverso y se asoció con una dosis media de 1,4 mg en mujeres y 4,1 mg en los hombres. Solo el 3,7% de los pacientes que experimentaron un crecimiento indeseado del vello en cara y cuerpo discontinuaron el tratamiento, un resultado en línea con otro estudio anterior. Los investigadores señalan que en “su experiencia, los pacientes prefieren manejar la hipertricosis con métodos de depilación y continuar la terapia siempre que puedan apreciar los beneficios del minoxidil oral a dosis bajas en la disminución de la caída del cabello y aumento de la densidad en el cuero cabelludo”.
Viejo antihipertensivo
El minoxidil es un vasodilatador arteriolar, autorizado en 1979 por la agencia reguladora estadounidense FDA para el tratamiento de la hipertensión arterial refractaria grave. El minoxidil oral tiene efectos secundarios dosis dependientes a las dosis que se emplean en hipertensión (de 10 a 40 mg diarios), que incluyen hipotensión ortostática, retención de líquidos, taquicardia, pericarditis y náuseas. Sin embargo, el efecto adverso más común es la hipertricosis, que afecta hasta un 80% de los pacientes.
La FDA aprobó el minoxidil en 1979 para hipertensión arterial refractaria grave
Gracias a este efecto hallado por causalidad, en los 80 se desarrolló la formulación tópica de minoxidil para alopecia en ambos sexos. El minoxidil produce un incremento de la prostaglandina E2, sustancia que actúa como estimuladora del crecimiento capilar e induce que los folículos pilosos prolonguen su fase de crecimiento (fase anágena) y acorten su fase de caída (fase telógena). Además, al ser un fármaco vasodilatador, mejora el flujo sanguíneo en los folículos pilosos.
Alopecia y coronavirus
La salud del cabello tampoco escapa de la epidemia de SARS-CoV-2. “La covid-19 afecta al pelo en dos cosas: puede producir efluvio telógeno, y parece que la alopecia androgénica es un factor de riesgo de enfermedad más grave”, explica a el dermatólogo Sergio Vañó. En su blog, el experto señala que desde el verano del año pasado, los dermatólogos han observado un incremento de consultas de pacientes con efluvio telógeno después de haber superado el coronavirus. Es una caída de cabello intensa producida por el estrés físico que la infección SARS-CoV-2 produce en el organismo, y suele aparecer entre dos y tres meses más tarde después de la infección. “Aunque en algunos casos puede ser útil realizar tratamientos médicos para acelerar esta resolución”. Asimismo, el dermatólogo apunta que en los últimos meses se han publicado investigaciones que relacionan la alopecia androgénica con un mayor riesgo de formas graves de covid-19, “aunque todavía es hipótesis preliminar que necesitará ser confirmada en futuros estudios”.
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