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lunes, 12 de abril de 2021

Dos estudios sugieren que la variante inglesa del coronavirus es más transmisible pero no más letal

Microbiología y Enfermedades Infecciosas
manuelbustelo
Mar, 13/04/2021 - 00:30
Covid-19

Una mutación más contagiosa pero no más grave. Esa es la conclusión de dos estudios sobre la variante B.1.1.7. del SARS-CoV-2, publicados este miércoles en las revistas científicas The Lancet Infectious Diseases y The Lancet Public Health. Estos dos nuevos trabajos señalan que las personas infectadas con esta mutación —conocida como variante inglesa por haberse identificado por primera vez en Kent a finales del año pasado— no experimentan síntomas más severos ni un mayor riesgo de desarrollar covid de larga duración. Sin embargo, los autores sí han observado la presencia de una mayor carga viral y de un número de contagios superior por cada paciente (número R).

Coincidiendo con el inicio de las campañas de vacunación, la irrupción de variantes del SARS-CoV-2 ha creado una nueva preocupación en torno a la pandemia: las posibles ventajas que las mutaciones puedan aportar al virus, en términos de capacidad de contagio, gravedad y mortalidad, así como la posibilidad de que su aparición reduzca la efectividad de las vacunas. Sin embargo, dada la falta de información al respecto —las primeras señales de la llamada variante inglesa aparecieron en noviembre— la investigación científica no puede aún aportar certezas.

De momento, estas dos nuevas investigaciones cubren un período entre septiembre y diciembre del año pasado, y se encuentran entre las más exhaustivas hasta la fecha. “Uno de los puntos fuertes de nuestro estudio es que se llevó a cabo al mismo tiempo que la B.1.1.7. surgía y se extendía por Londres y por el sur de Inglaterra”, explica Eleni Nastouli, doctora del University College London Hospital y del Servicio de Salud Británico y coautora del primer artículo. “Analizar la variante antes del pico de ingresos hospitalarios nos proporciona una ventana de tiempo crucial para obtener conocimientos vitales”.

Se trata de un estudio que combina la secuenciación del genoma completo de los virus detectados sobre el terreno con una comparación entre grupos de pacientes, ingresados en el University College Hospital de Londres y en el Hospital Universitario de North Middlesex, respectivamente, entre el 9 de noviembre y el 20 de diciembre de 2020. Los autores han podido comparar así la evolución de la enfermedad en personas con distintas variantes y calcular la carga viral de ambos grupos. Los resultados señalan que el 36% de los pacientes con B.1.1.7. enfermaron gravemente o fallecieron, en comparación con un 38% de los que tenían otra variante. Después, han utilizado los datos generados por las pruebas PCR de hisopos para analizar la carga viral, es decir, la cantidad de virus en la nariz y la garganta del paciente, que sí revelaron una mayor presencia en las personas con la nueva variante.

Resultados contradictorios

En una fase posterior, los científicos aplicaron lo que se conoce como un análisis de regresión —un cálculo estadístico para descartar la influencia de otros factores —que confirmó que los afectados por B.1.1.7. no presentaban mayor probabilidad de sufrir una enfermedad grave en base a cuestiones como el sexo, la edad, el origen étnico o la presencia de afecciones subyacentes. Tampoco observaron una mayor mortalidad. Sin embargo, los autores reconocen que un mayor número de pacientes con B.1.1.7. tuvieron que recibir oxígeno por mascarilla o cánula nasal (44% frente a 30%) pero matizan que no consideran este dato como concluyente, ya que los pacientes pueden haber recibido oxígeno por cánula nasal por razones no relacionadas con la Covid-19 o por afecciones subyacentes.

Desde su aparición, el gobierno británico ha venido afirmando que la variante está relacionada con un aumento de la mortalidad. Un estudio publicado el miércoles 10 de marzo en el British Medical Journal (BMJ) confirmaba esas primeras observaciones realizadas a finales de enero. Para los autores de este trabajo la variante inglesa no sería sólo más contagiosa sino también un 64% más mortal que el coronavirus clásico. “Hay una alta probabilidad de que el riesgo de mortalidad aumente por una infección con la variante B.1.1.7.”, afirmaron.

Sin embargo, los resultados de los estudios publicados ahora van en otra dirección. “Esperamos que esta investigación sea un ejemplo de cómo se pueden realizar trabajos en beneficio de los pacientes del Servicio Nacional de Salud”, escriben los autores en The Lancet. “A medida que sigan apareciendo más variantes, el uso de este enfoque podría ayudarnos a comprender mejor sus características clave y cualquier reto adicional que puedan plantear a la salud pública”.

No aumenta las reinfecciones

El segundo artículo, publicado en The Lancet Public Health, es un estudio que analiza datos señalados por 36.920 usuarios de la aplicación COVID Symptom Study, todos ellos documentados con un test positivo realizado entre el 28 de septiembre y el 27 de diciembre. Estos resultados se han combinado con la vigilancia del Servicio de Salud Pública, lanzada para examinar las asociaciones entre la proporción regional de infecciones y la presencia de la variante.

Los autores estiman que la presencia de B.1.1.7. en un territorio aumentaba el número R por 1,35 en comparación con la cepa original, una cifra similar a la de otros trabajos previos.“Al mismo tiempo los autores han comprobado que durante los confinamientos R bajaba por debajo de 1, incluso en regiones en las que domina la variante. “Gracias estas dos grandes fuentes de datos, hemos podido confirmar el aumento de la transmisibilidad”, explica Claire Steves, investigadora del King's College de Londres y codirectora del estudio, “pero también hemos demostrado que B.1.1.7. ha respondido a las medidas de reconfinamiento y no parece escapar a la inmunidad obtenida por la exposición al virus original creando reinfecciones”.

Dos investigaciones ofrecen nuevos datos sobre la variante B.1.1.7. y contradicen trabajos anteriores que la han relacionado con formas más graves de la enfermedad. Off Amado Herrero Medicina Preventiva y Salud Pública Investigación Off

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