La pandemia de la covid-19 ha provocado y sigue provocando gran impacto también en los profesionales sanitarios, incluyendo la percepción de riesgo o de dificultades a la hora de realizar su trabajo con calidad y seguridad. En este contexto, un equipo de investigación enfermera compuesto por matronas del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia (doctora Alba González, Sonia Pardo y el doctor Rubén Alfaro) y del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (Verónica Hernández), han publicado un estudio sobre la respuesta de estas especialistas enfermeras en partos de mujeres infectadas de la covid-19 o con sospecha de esta infección. Este trabajo de investigación, publicado en la revista australiana Women and Birth, muestra que una buena comunicación, apoyo emocional y el buen manejo del estrés, son claves para proporcionar cuidados de máxima calidad centrados en la mujer.
La mayoría de las matronas se sintieron solas y aisladas y refirieron no recibir mucho apoyo del resto del equipo
En el estudio, cuyos datos se recopilaron durante marzo y abril de 2020, han participado 14 matronas de La Fe de Valencia (población asignada de 284.060 habitantes y 4.632 nacimientos al año) y del Gregorio Marañón de Madrid (320.971 habitantes asignados y 5.337 nacimientos anuales). Para conocer las experiencias y percepciones de las matronas que, durante las primeras semanas tras la declaración de la pandemia, afrontaron el acompañamiento y asistencia de una gestante con infección o sospecha de la covid-19, “se llevó a cabo un estudio cualitativo de corte fenomenológico, donde realizaron entrevistas en profundidad”, destaca González.
Los resultados se han agrupado en tres categorías diferenciadas: retos y diferencias de trabajo durante la pandemia, salud mental-emocional y bienestar, y el impacto emocional de las mujeres percibido por las matronas.
"El embarazo es un momento especial lleno de emoción y anticipación, pero para las mujeres embarazadas que se enfrentan a la covid-19, el miedo, la frustración, la ansiedad, la soledad y la incertidumbre nublaron ese momento feliz”, dice González. Prácticamente todas las mujeres estaban a punto de dar a luz cuando supieron que tenían infección por covid-19 y no esperaban dar positivo en coronavirus, ya que eran principalmente asintomáticas. Esta situación les generó gran sorpresa y frustración. "Son momentos en los que son más necesarios que nunca una buena comunicación, apoyo emocional y manejo del estrés para logar unos cuidados de máxima calidad", enfatiza.
Constante cambio de protocolos
Las matronas han señalado varios factores que influyeron en su capacidad para realizar un cuidado seguro, respetuoso y centrado en la mujer durante la pandemia, que incluyen aspectos vinculados a un lugar de trabajo seguro: apoyo del personal, gerentes, acceso a equipos de protección individual adecuados y directrices fiables.
La mayoría de las matronas entrevistadas reflejaron que, si bien al inicio de la pandemia la organización fue un caos, a lo largo de las siguientes semanas la organización mejoró, "estableciendo rutas específicas de asistencia de estas gestantes, así como espacios específicos habilitados y destinados a gestantes con sintomatología compatible con la covid-19".
Sin embargo, las matronas también expresaron su descontento con el constante cambio de protocolos y planes de actuación, lo cual generó creciente incertidumbre y desmotivación. Particularmente, las matronas abogaron firmemente por el derecho de la mujer a ser acompañada durante el parto.
Todas las participantes estuvieron de acuerdo en que, debido a la pandemia, el volumen de trabajo había aumentado, y que no siempre se dispuso de todo el material de protección individual necesario. Además, algunas matronas también reflejaron el cambio del rol que tuvieron que llevar a cabo para prestar cuidados cercanos. En este sentido, fue mencionada la deshumanización del parto, o cómo la falta de cercanía o el contacto facial impedía la provisión de apoyo emocional en algunos casos.
Por otro lado, la información recabada también ha reflejado que las matronas se enfrentaron a desafíos personales y profesionales, donde mostraron sentimientos de miedo, ansiedad, incertidumbre, malestar, falta de apoyo y desconocimiento. Por ejemplo, alguna participante mencionó que, para proporcionar unos cuidados óptimos, hubiese precisado más formación, aunque debido a la novedad de la situación epidemiológica el nivel de conocimientos de la comunidad científica global también era limitado. Además, debido a las restricciones de recursos humanos, a veces la matrona tuvo que hacer frente sola a situaciones urgentes, que en otras situaciones se habían gestionado en un equipo. La mayoría de las matronas se sintieron solas y aisladas y refirieron no recibir mucho apoyo del resto del equipo.
Orgullosas de su papel
La pandemia se ha convertido en una de las más importantes amenazas a la salud global que el mundo moderno jamás haya visto. Como los países trabajan para prevenir o retrasar la propagación de la covid-19, la salud y el bienestar de los trabajadores sanitarios siempre ha sido una prioridad. Las matronas son un componente esencial de la fuerza laboral y el contacto que tienen con las mujeres y sus recién nacidos es vital para la continuidad de la atención y la construcción de un curso de vida saludable. Las matronas pueden marcar una gran diferencia en la vida de mujeres y familias: “En 2020 se celebró el Año Internacional de la Enfermería y la Matrona y, aunque no fue el año de la celebración originalmente planeada, las matronas deben estar orgullosas del rol cuidador y reafirmante de la vida que están desempeñando en estas circunstancias adversas”, apunta.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3x55Tko
No hay comentarios:
Publicar un comentario