El pasado no ha sido un año fácil para Casen Recordati. La filial española del grupo italiano Recordati ha tenido que encajar en 2020 dos expiraciones de patente de medicamentos clave, las dificultades para desarrollar sus últimos lanzamientos en plena pandemia y la pérdida de ingresos de parte de su porfolio de productos sin receta. Con todo, su director general, Kai Möller, explica que el grupo ha conseguido salvar el año y las perspectivas para el cierre del presente ejercicio son mucho más halagüeñas, con previsiones de crecimiento de hasta el 11%. Con oficinas en Madrid y fábrica en Zaragoza, la afiliada mantiene un carácter único dentro del grupo, combina la herencia y la cartera de la antigua Casen Fleet con los casi cien años de Recordati.
PREGUNTA. ¿Cómo ha afectado la covid-19 a las ventas de Casen Recordati en España y del grupo Recordati en general?
RESPUESTA. Los resultados globales del grupo se presentarán a finales de mes y hasta entonces no podemos decir lo que ha pasado en cada una de las afiliadas. Se han perdido ventas en productos que dependen de otras enfermedades infecciosas. El mercado global de productos para infecciones gastrointestinales o respiratorias ha caído un 70%. Pero tenemos un porfolio bastante equilibrado, con lo que unos productos han compensado los otros. El grupo ha aguantado la situación y ha vendido más o menos un 0,4% más que el año anterior. Su evolución está siendo francamente buena, porque si hace cinco años vendíamos 1.048 millones de euros, hemos pasado a facturar unos 400 millones más.
P. A finales de 2019 lanzaron en España cariprazina (Reagila), para el tratamiento de la esquizofrenia. Otro de sus últimos lanzamientos es Virirec (alprostadilo), el primer medicamento en crema para disfunción eréctil. ¿Cómo están funcionando en este entorno de crisis sanitaria?
R. Durante el confinamiento es difícil que una persona que sufre disfunción eréctil acuda al urólogo. Los psiquiatras, por otra parte, no han dejado de ver a sus pacientes, pero no era el momento de instaurar o cambiar a tratamientos nuevos. Después del confinamiento ambos productos han recuperado la confianza del profesional sanitario y de los pacientes y han ganado participación de mercado, con alrededor de cuatro millones de euros de facturación cada uno. La apuesta de la compañía con estos productos es total, y considero que van a ser muy importantes en el futuro. Virirec, por su mecanismo de acción y forma de aplicación, y Reagila porque es el único antipsicótico que ha demostrado eficacia en sintomatología negativa primaria, y esto es un avance muy importante para los pacientes.
P. En febrero Recordati anunciaba que ha adquirido la licencia para Europa y otros países como Rusia y Turquía de Eligard (acetato de leuprorelina) para cáncer de próstata. ¿Qué importancia tiene este producto y qué otros lanzamientos tienen previstos en España?
R. Eligard es un tratamiento hormonal de base para cáncer de próstata y es una apuesta sumamente fuerte para el grupo y que nos va a permitir reforzar aún más nuestra presencia en urología. Además, hemos obtenido de Almirall la licencia perpetua para comercializar en España Flatoril (cleboprida y simeticona) en gastroenterología. Se dirige al tratamiento sintomático de los trastornos funcionales de la motilidad gastrointestinal que cursan con flatulencia. Es un producto bastante conocido que junto con nuestra cartera de gastrocinéticos nos permite liderar ese mercado más allá del 50% en valores. También, a lo largo de 2021 vamos a seguir lanzando extensiones de línea, como por ejemplo de Casenbiotic con vitamina D para reforzar el sistema inmunológico.
"La adquisición de compañías ha sido muchas veces la forma de expandirse de Recordati"
P. ¿Cómo se presenta 2021 para Casen Recordati?
R. Si lo comparamos con 2020, francamente bien. El pasado ha sido un año duro para todos los sectores, incluido el farmacéutico y en nuestro caso, se suma que perdimos dos patentes importantes, nuestra estatina Livazo (pitavastatina), y Urorec (silodosina), para hiperplasia benigna de próstata. Nos hemos reforzado con las adquisiciones de Eligard y Flatoril, y vamos a seguir trabajando con el resto de productos, como cariprazina y Virirec. Al mismo tiempo, seguiremos sufriendo la pérdida de ventas de todos los productos que dependen de patologías cuya incidencia se ha reducido con las medidas de higiene y prevención contra la covid-19. El grupo prevé acabar 2021 con un crecimiento de ventas de entre el 8,7% y el 11,8% con los productos que tenemos, sin contar nuevas adquisiciones que podamos hacer. Pero en España, lo más importante para mí es que vamos a conseguir cumplir el objetivo que nos habíamos marcado de que todos los empleados que hemos entrado en esta pandemia saldremos juntos.
P. ¿Cuáles son las áreas terapéuticas clave para Casen Recordati?
R. Trabajamos fundamentalmente en cardiología, gastroenterología, ginecología, pediatría, urología y psiquiatría. Tenemos medicamentos destacados en hipertensión arterial, en dislipemia, aunque hayamos perdido la patente de pitavastatina mantenemos una participación de mercado importante, al igual que en hiperplasia benigna de próstata con silodosina. Eligard ocupa la segunda posición en cáncer de próstata y Virirec es la segunda marca en disfunción eréctil. En urología también tenemos una presencia destacada en eyaculación precoz. En gastroenterología tenemos aproximadamente el 77% del mercado de sales de rehidratación oral, varios de nuestros laxantes ocupan las primeras posiciones y en limpieza intestinal tenemos el 60% del mercado.
P. Esta herencia en gastroenterología procede de la antigua Casen Fleet. En 2013 Recordati compró la compañía y nació Casen Recordati. ¿Qué peso y qué particularidades tiene dentro de la multinacional?
R. Somos la sexta filial y probablemente el año que viene adelantemos un par de puestos con las últimas licencias. En Casen Recordati somos más de 300 personas y tenemos el privilegio de tener en Utebo (Zaragoza) una de las ocho plantas de producción del grupo. El grupo Recordati comenzó en 1995 a internacionalizarse y el primer país donde recaló fue en España con la compra de un laboratorio. La adquisición de compañías ha sido muchas veces la forma de expandirse, como ha sucedido en Portugal, Francia, Alemania y después en España con Casen Fleet. Hay una serie de productos corporativos y luego cada afiliada tenemos los nuestros. Los pesos fuertes de Casen Fleet han sido la gastroenterología y la pediatría, y hemos podido exportar nuestros productos y saber hacer a otros países, y eso ha hecho crecer no solo a nuestra afiliada sino al grupo en general. Otro de los grandes beneficios que ha aportado Casen Fleet a Recordati es el equilibrio entre productos OTC y prescripción, de forma que cuando falla una cosa puede compensarse con la otra y viceversa.
P. ¿Cómo ven el futuro en España para el desarrollo de la actividad de la compañía?
R. La pandemia nos ha enseñado que el sistema sanitario y la industria farmacéutica deben ser fuertes e ir de la mano. En estos momentos vemos lo tremendamente importante que es tener un sistema sanitario sólido, capaz de reaccionar ante estas situaciones de crisis, y una industria farmacéutica que crea puestos de trabajo, ayuda a la investigación, produce en España, exporta para incrementar el PIB del país y hace todo lo posible para intentar salir de esta crisis. Uno de los compromisos a los que está llegando la industria es a reducir la dependencia de las importaciones de otros países. Los productos esenciales los tenemos que producir aquí y no depender de países muy alejados, porque se ha visto que la deslocalización puede dar problemas serios en el futuro. En nuestro caso podemos decir que cumplimos con lo que se nos demanda en Europa, ya que siete de nuestras ocho fábricas están en el continente.
"La pandemia ha enseñado que el sistema sanitario y la industria farmacéutica deben ser fuertes e ir de la mano"
P. ¿Qué importancia tiene ahora mismo la fábrica de Utebo?
R. En Utebo trabajan más de cien personas. Tenemos 24.000 metros cuadrados de los que 8.350 corresponden a la fábrica. Además de la producción, tenemos instalaciones de I+D, laboratorios de control de calidad y almacenes. Fabricamos más de 60 millones de unidades y exportamos a más de 50 países. Tenemos el orgullo de haber traído a España el llenado y el empaquetado de Beloken (metoprololol), un producto que en su totalidad se exporta a los países del Este de Europa, con más de nueve millones de unidades año. Para ello hemos invertido más de tres millones de euros en una nueva línea de producción y hemos empleado a catorce personas más. Hacer más grande la fábrica de Utebo significa ayudar al PIB en España a través de exportaciones y crear empleos de calidad.
P. ¿Cuáles han sido los principales cambios en la organización de la compañía que se han tenido que acometer con la crisis sanitaria y cuáles han llegado para quedarse?
R. Desde que comenzó la pandemia quisimos garantizar la seguridad de nuestros empleados y que ningún paciente se quedara sin su medicamento. Ahora mismo hay más de cien personas trabajando desde casa y con todos los que necesitan estar en las instalaciones hemos hecho todo lo posible por su seguridad. Hemos pagado mascarillas a precios absolutamente desorbitados, hemos aumentado los autobuses que van a la fábrica, los turnos en la cafetería... Estoy tremendamente orgulloso porque todo el equipo entendió que cerrar una fábrica que exporta a 50 países es una catástrofe. En la planta hubo que incrementar los turnos y el personal y generamos un stock extra ante un posible cierre. En cuanto a los que estamos teletrabajando, la vuelta no se producirá hasta que todo el mundo esté vacunado y el peligro sea mínimo. Pero no me planteo ahorrar en instalaciones, el contacto interpersonal es mucho más enriquecedor que estar mirando una pantalla. Aunque como nos ha enseñado esta crisis se pueda teletrabajar un determinado tiempo a la semana.
P. ¿Cuál cree que va a ser el futuro de la compañía en la era postcovid y sus principales palancas de crecimiento?
R. Para mí la principal base del éxito son las personas, su gestión, formación y retención del talento. Otro aspecto importante para nosotros es la responsabilidad social corporativa. Se basa en cuatro puntos importantes: la responsabilidad con todos nuestros stakeholders, incluidos proveedores y acreedores; la igualdad de oportunidades con independencia de sexo, religión o raza; la protección del medio ambiente y el abastecimiento responsable de nuestros productos. Siempre con una ética y transparencia absolutas. Otra palanca es incrementar nuestro porfolio de productos y una parte fundamental de Casen Recordati es la fábrica.
"Todo el equipo entendió que cerrar la fábrica durante la primera ola hubiera sido una catástrofe"
P. Hablando de retención del talento, ¿qué le retiene en Casen Recordati?
R. Antes trabajé en Lilly, una gran compañía a la que estaré eternamente agradecido porque invirtió en mi formación y desde la que salté a Casen Fleet, una empresa infinitamente más pequeña y de la que me atrajo el proyecto. Con la compra de Recordati decidí permanecer en la nueva compañía cuando vi lo que era el grupo y que cuando te dan una responsabilidad, es absoluta. Para bien y para mal soy responsable de todo lo que pase en Casen Recordati y tengo una comunicación muy fluida y transparente con el CEO de la compañía. Y lo que me gusta de arriba lo intento implementar hacia abajo. Quiero que esta compañía sea una gran familia y que todos rememos juntos en la misma dirección.
P. ¿Cómo acaba un licenciado en derecho en la industria farmacéutica?
R. En un momento dado fue casi una decisión a cara o cruz. Estuve entre entrar en Lilly o en el departamento jurídico de una empresa de transportes, y pese a lo que había estudiado, me decidí por Lilly. El mundo farmacéutico me llamaba poderosamente la atención y esa empresa después cerró porque se dedicaba a la gestión de las importaciones y exportaciones en las aduanas. El sector farmacéutico te da muchas oportunidades y es muy especial, porque una vez entras sabes que es muy difícil saltar a otro. Sin duda, si me viera en la misma situación, volvería a repetir la decisión que tomé.
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