Desde marzo de 2019, el virus SARS-CoV-2 ha sido el responsable de la covid-19, enfermedad que en estos momentos ha afectado a más de 136 millones de personas de las cuales han fallecido 2.9 millones.
Una de las realidades más constatadas desde el comienzo de la pandemia es que la enfermedad muestra un patrón de sintomatología y afectación desigual; mientras que algunas personas son asintomáticas, en otros casos, la covid-19 origina un cuadro que requiere desde ingreso hospitalario hasta entrada en unidades de críticos con necesidades de ventilación asistida, fenómeno variable que la comunidad científica sigue estudiando porque aún se desconoce qué causas rigen esta variabilidad.
Próximos estudios a la vista
Uno de los frentes dirigidos a desvelar algunos de los factores implicados en las distintas presentaciones clínicas es el que recoge el primer trabajo que demuestra la relación entre la covid-19 y la epigenética, cuyos datos se publican hoy en EBiomedicine. Hasta ahora, todas las investigaciones eran de carácter genético que han buscado la asociación de polimorfismos de los genes con gravedad de la enfermedad viral. A este primer estudio mundial que analiza la epigenética de la covid-19, le seguirán otros en los próximos meses.
La investigación ha sido llevada a cabo por Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, profesor de investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona, y Aurora Pujol, también profesora ICREA, genetista del Consorcio de Investigación en Red de Enfermedades Raras (CiberER) y jefa del Grupo de Enfermedades Neurometabólicas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell). En ella se demuestra que la dotación epigenética de cada persona influye en la severidad de la enfermedad covid-19.
“Hemos encontrado que el epigenoma de cada persona influye en que, cuando una persona se infecte con el virus, desarrolle un cuadro sin síntomas o muy leve o, por el contrario, necesite hospitalización y entrada en la UCI”, señala a DM Esteller, quien además da un paso adelante al señalar que “más allá de predecir quién sufrirá la enfermedad grave cuando se infecta, podemos pensar en estudios posteriores en los que actuando sobre las señales epigenéticas sea posible modular la gravedad de la covid-19. En este sentido, ensayos combinando inmunoterapia y fármacos epigenéticos ya están en marcha, por ejemplo, en el contexto del cáncer”.
Se abre la posibilidad de modular la gravedad de la covid-19 actuando sobre las señales epigenéticas. En cáncer, por ejemplo, ya hay algún modelo
A su juicio, en un contexto de pandemia mundial, sería esencial disponer de herramientas para predecir con antelación si la infección por el virus en un determinado individuo requerirá hospitalización o simplemente puede ser controlada de forma ambulatoria, y con especial utilidad para “determinar a pacientes de alto riesgo donde la vacunación debe ser rápida e imprescindible, además de indicar a aquellas personas que habiendo dado positivo en las pruebas del virus deben ser seguidas más atentamente”.
Interruptores químicos
La edad avanzada y la coexistencia de morbilidades, como eventos cardiovasculares, obesidad, diabetes o alteraciones inmunes, entre otras, se asocian a una mayor gravedad de la infección, pero ¿qué sucede con el resto de la población que también llega a la UCI sin estos factores?
Esta es la pregunta clave de la que parte la actual investigación y para la cual se estudió a más de 400 personas que habían dado positivo para el test de covid-19 que no pertenecían a ninguno de estos grupos de riesgo. En ellos, se analizó su material genético, según si no habían tenido síntomas o fueron muy leves, o si, en cambio, habían sido ingresados en el hospital requiriendo asistencia respiratoria.
En los positivos al virus que desarrollaban una covid-19 grave, se encontraron variaciones epigenéticas en los interruptores químicos que regulan la actividad del ADN. “Estas variaciones se corresponden con una firma que indica un exceso de inflamación asociado al gen AIM2, de hiperrespuesta immune asociada al gen HLA-C y de tendencia general a pobre salud en relación al metabolismo asociada al gen PM20D1”.
El 13% de la población mundial presenta la firma Epicovid: personas sanas que si se infectan tienen alto riesgo de peor curso clínico
Curiosamente, el 13% de la población mundial presenta esta firma (Epicovid), personas que están sanas, pero que si se infectan son los que probablemente tendrán peor curso clínico. Este subgrupo de máximo riesgo y a la que hemos de cuidar especialmente”, subraya Esteller.
Sobre si deberían, por tanto, realizarse ‘análisis epigenéticos de cribado’, como medida anticipatoria de evolución a una covid-19 grave, el investigador considera que “será aconsejable combinar los datos epigenéticos con los genéticos y los epidemiologicos/poblacionales para poder detectar la población de alto riesgo de severidad clínica”.
“Los datos complementan y confirman la implicación de la respuesta antiviral dirigida por el interferón y su importancia en la evolución de la enfermedad, como explicamos en un estudio de secuenciación completa del genoma publicado Science el pasado mes de septiembre”, señala Pujol.
La profesional también matiza que “con estas herramientas avanzadas de medicina personalizada, tanto del campo de la genómica como del de la epigenómica, es posible diseñar modelos predictivos que permitan detectar pacientes en riesgo de peor pronóstico y por tanto, mejorar su tratamiento y evitar el colapso del sistema sanitario”.
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