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miércoles, 7 de abril de 2021

La oficina de farmacia, un espacio de cercanía y confianza para promover un sistema inmune fuerte entre el colectivo senior

Farmacia Comunitaria
saradomingo
Mié, 07/04/2021 - 10:18
Envejecimiento
Mujer consulta a una famacéutica
Los farmacéuticos gozan de una gran credibilidad entre la población.

El envejecimiento físico de las personas se produce en paralelo a un envejecimiento a nivel celular que debilita nuestro sistema inmune haciéndonos más propensos a enfermedades. Es decir, a la par que decrece nuestra vitalidad, aumenta proporcionalmente nuestra vulnerabilidad ante agresiones biológicas (agentes patógenos como bacterias, virus, hongos, etc.) y físico-químicas (heridas, quemaduras, radiación, contaminantes, xenobióticos, etc.). Esto, como explica la dietista-nutricionista Lucía Bultó, “es un proceso fisiológico inexorable que sucede a todo el mundo en mayor o menor medida” y que arranca alrededor de los 40 años para acelerarse a partir de los 60.

“Generalmente en las oficinas de farmacia nos damos cuenta de ese debilitamiento porque hay una consulta común que actúa a modo de primera alerta: la falta de ánimo o el cansancio generalizado”, admite Carmen Lozano Estevan, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), que añade que es importante hacer un seguimiento “cauteloso” a estos pacientes para observar “si sufren infecciones recurrentes, si padecen episodios de diarrea, nauseas o vómitos y si siguen una alimentación desequilibrada”.

La importancia de la alimentación y de la suplementación

La alimentación, precisamente, es una de las herramientas con las que se cuenta para controlar y enlentecer en la medida de lo posible ese debilitamiento de nuestro sistema inmune asociado al envejecimiento. “La alimentación siempre es clave para el buen funcionamiento de nuestro organismo y conforme nos vamos haciendo mayores y somos más vulnerables, aún más”, advierte Lucía Bultó, que señala que la alimentación de las personas mayores debe ser “completa, adaptada e individualizada según las necesidades particulares de cada uno”; aunque de forma generalizada se puede hablar como recomendación de una dieta “equilibrada y variada, con un aporte de proteínas y de energía adecuados, y con la ingesta de cinco raciones entre fruta y verdura al día que nos aporten vitaminas, minerales esenciales y antioxidantes”.

Partiendo de esa base, según la experta, en aquellas situaciones individuales de déficits en la alimentación que no permitan cubrir las necesidades de ciertos antioxidantes que son protectores del deterioro celular; o en las que existan factores de riesgo de estrés oxidativo como puedan ser el estrés o enfermedades asociadas, “se puede intervenir, especialmente a partir de los 50 años”.

En ese sentido, en los últimos años han ganado fuerza los suplementos que ayudan a la regeneración del glutatión, un antioxidante celular fundamental para la salud celular y para la capacidad de nuestro sistema inmunológico para combatir las sustancias extrañas dañinas. No en vano, prácticamente todas las células vivas del cuerpo dependen de la naturaleza protectora y desintoxicante del glutatión para limpiar y eliminar los radicales libres resultantes de la actividad metabólica y de la exposición a agentes externos como las radiaciones UV o los agentes contaminantes.

“El glutatión es un antioxidante potente que generamos de forma natural en el organismo, pero que también es aportado por la dieta”, afirma Lozano Estevan, que recomienda centrar la dieta en alimentos que contengan glutatión, vitaminas (A, E, C), minerales (Selenio, Zinc) y Omega 3 “en cantidad suficiente para que nuestro sistema inmune este fortalecido”. No obstante, la vocal de Alimentación y Nutrición del COFM reconoce que, a veces, hay personas que “necesitan suplementos ya que las reservas de glutatión se ven disminuidas por factores ambientales y de estrés”. Una opinión que comparte Lucía Bultó, que sostiene que este tipo de suplementos “siempre son una garantía” para aquellas personas que, por desconocimiento, dificultad de acceso o incapacidad, no llega a cubrir las necesidades específicas, sobre todo de antioxidantes. “Además, ahora sabemos que con la edad disminuye la síntesis intracelular de Glutatión, por lo que podemos intervenir con la administración oral de sus tres aminoácidos precursores (glutamato, cisteína y glicina)”, añade.

Carmen Lozano Estevan reconoce que este tipo de suplementos son muy demandados en las oficinas de farmacia. Un dato que no extraña a Lucía Bultó, ya que en su opinión los farmacéuticos comunitarios son profesionales “muy valorados por el público en general” lo que hace que su consejo goce de “una gran credibilidad”. Para la dietista-nutricionista, en ese sentido, es “muy importante” que los farmacéuticos conozcan las necesidades y carencias del colectivo sénior para, en el caso de ser necesario, recomendarles los suplementos “más adecuados en función de las necesidades individuales de cada paciente, contribuyendo de esta forma al cuidado, la protección y la nutrición óptima de este grupo de población cada vez más amplio”.

Ejercicio físico y control del estrés

Explica Lozano Estevan que el aporte que realizan estos suplementos de glutatión “ayuda a proteger a las células del estrés oxidativo que genera a la larga el envejecimiento celular”, pero recuerda que con ellos sólo se soluciona una parte del problema. “Además de suplementar la alimentación, desde la oficina de farmacia debemos recomendar a los pacientes la adopción de unos hábitos de vida saludables, la realización de ejercicio físico constante y la adopción de una alimentación equilibrada y variada, ya que éstos tres factores son el trinomio ideal para mantener un sistema inmunitario fuerte”, afirma.

Su opinión la comparte Lucía Bultó, que no obstante, por último, añade un elemento más para el cuidado de nuestro sistema inmune: el control del estrés. “Está comprobado que un estrés descontrolado aumenta también el estrés oxidativo, produce una bajada de defensas y acelera el envejecimiento”, expone la dietista-nutricionista, que recomienda dedicar diariamente unos minutos “a la reflexión y la meditación”, dos prácticas que, en su opinión, pueden ayudar “mucho” a controlar los procesos de angustia, agobio y falta de control mental que acaban derivando en un debilitamiento del sistema inmune.

Conocer las necesidades de este grupo de población permite al farmacéutico comunitario recomendar, si es necesario, los suplementos más adecuados para una nutrición óptima. Off Redacción Off

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