El Consejo de Especialidades de Ciencias de la Salud ha pedido al Ministerio de Sanidad que elimine la medida de que el residente pueda pedir una revisión de su evaluación final ante la Comisión Nacional de la especialidad si suspende en el último año. En su lugar, consideran que lo más adecuado es que la última palabra la tenga la propia comisión de docencia del centro. El cambio podría venir con el proyecto de real decreto de nuevas especialidades y áreas de capacitación específica.
Según Luis Landín, vicepresidente del Consejo, no es una situación frecuente, pero sí conflictiva para las comisiones nacionales, que llegaron a formar un grupo de trabajo para acordar cómo hacer este tipo de evaluaciones.
Las evaluaciones de los residentes, que se realizan con carácter anual, son responsabilidad de los comités de evaluación, específicos de la especialidad, en cada centro. La evaluación anual negativa pueden ser recuperable, para lo cual se propone un plan de mejora, o bien negativa no recuperable, lo que implicaría la extinción del contrato.
Las evaluaciones negativas no recuperables se pueden recurrir ante las comisiones de docencia, donde están representados los tutores y residentes, además del jefe de estudios y un representante designado por la comunidad autónoma.
"La comisión de docencia es la que mejor conoce al residente y por eso debe tener la última palabra tanto en años previos como en el último año"
"Pero si eso ocurre en el último año de residencia, existe la oportunidad de acudir a la Comisión Nacional de la especialidad para hacer un examen extraordinario y eso generaba múltiples problemas", explica el vicepresidente del Consejo. Las comisiones nacionales son órganos asesores del Gobierno principalmente para elaborar los programas de formación oficiales y los criterios de acreditación de las unidades docentes.
El proyecto de real decreto de nuevas especialidades y áreas de capacitación específica, de hecho, suprime el artículo 26 del real decreto 183/2008, que establecía las normas concretas de esta evaluación extraordinaria por parte de las comisiones nacionales. No obstante, no recoge ningún cambio en artículos anteriores que siguen aludiendo a este derecho del residente, sin modificarlo en la línea que propone el Consejo. En el momento de publicación de este artículo, Sanidad no había aclarado si su intención se limitaba a eliminar este procedimiento por completo o sólo en parte.
Según Landín, coordinador del grupo de trabajo, aunque son pocos casos, ese tipo 'suspensos' se dan en situaciones tan diversas como residentes a los que se les ha abierto un expediente laboral por no ir al centro, que tienen problemas psiquiátricos o problemas de consumo de drogas.
"Nosotros estuvimos seis meses reuniéndonos para elaborar una forma de hacer esa evaluación negativa, porque había muchas dudas, pero lo primero que propusimos es que ese artículo debía derogarse", señala Landín. "La comisión de docencia es la que mejor conoce al residente y por eso en caso de evaluación negativa no recuperable, debe tener la última palabra tanto en años previos como en el último año".
El real decreto 183/2008 indica actualmente que la prueba se diseñará según los criterios que establezca la comisión nacional de la especialidad de que se trate. Tendrá como finalidad verificar si el residente "ha adquirido el nivel suficiente de conocimientos, habilidades y actitudes para considerar que ha cumplido los objetivos del programa formativo".
El problema, explica Landín, es que tiene que ser una evaluación nueva, no una revisión. "A mí en esa situación lo que me dan ganas es pedir el informe de evaluación negativa: ver qué ha pasado, qué dice el tutor, el residente, cómo se ha resuelto... nadie conoce le conoce mejor que quien ha convivido con esa persona los últimos 4-5 años. Para nosotros es un desconocido y no vamos a tener elementos juicio porque los informes negativos no podemos tenerlos en cuenta".
Además, "que una persona apruebe una prueba teórica no significa que no tenga otro tipo de limitaciones, o que aplique el sentido común en el día a día en la toma de decisiones clínicas, que sepa tratar con personas", argumenta.
De ahí que un grupo de trabajo estuviera seis meses estableciendo un posible modelo "medianamente objetivo", que consistía en una prueba teórica, supuestos prácticos y una entrevista diseñada por psicólogos clínicos, para detectar el tipo de problemas que se podrían pasar por alto en una mera evaluación de conocimientos: "Pero la primera y principal conclusión es que esa prueba, que puede además pedirse dos veces, debe suprimirse", insiste Landín.
"Da bastante juego a los profesionales en cuanto a asesoramiento"
A nivel personal, Luis Landín valora positivamente el proyecto de real decreto de nuevas especialidades y áreas de capacitación específica (ACE).
"Creo que los criterios entre especialidades y ACE se distinguen bien. Deja claro por fin el ámbito de actuación de las ACE y que debe existir una demanda de los servicios de salud, que es importante. De lo contrario iniciar este tipo de procesos no tendría sentido", opina.
El hecho de que se pueda acceder a las ACE tras dos años de ejercicio como especialista, y no a partir del tercer año de especialidad como se planteó en primero borradores, ha tranquilizado a las comisiones nacionales.
"Venimos del impacto de pasar de una propuesta sobre la formación troncal a la superespecialización en el mismo periodo de residencia, dos visiones radicalmente contrarias", recuerda. "La redacción actual nos relaja, porque se entiende que la superespecialización viene después de la residencia y tras adquirir cierto grado de autonomía, destreza y madurez dos años después".
Señala que puede haber críticas a que los informes de las comisiones nacionales no sean vinculantes "pero opino que en ese sentido le corresponde al gobierno gobernar. En comparación con otras versiones, en las que quien llevaba el peso eran las sociedades científicas, en este proyecto las sociedades pueden proponer la creación de especialidades, pero las comisiones nacionales las revisan y esto es importante. Hay especialidades que piden cambios o fusionarse, como Análisis Clínicos y Bioquímica. Creo que esta norma da bastante juego a los profesionales en el asesoramiento".
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