La empresa norteamericana Becton Dickinson (BD) comenzó a ser conocida popularmente cuando el pasado mes de enero Pfizer actualizó la ficha técnica de su vacuna Cominarty y autorizó la extracción de seis dosis de cada vial en lugar de cinco. BD tenía la aguja ideal para aprovechar al máximo la dosis, con unas jeringas especiales de bajo volumen muerto. Tanto es así que el 1 de febrero el Gobierno visitó una de las tres fábricas que la empresa tiene en España: la de San Agustín de Guadalix (Madrid). Las otras se sitúan en Fraga (Huesca) y Almaraz (Cáceres). Las ministras de Sanidad, Carolina Darias, y la de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, conocieron de primera mano esta empresa que ha hecho inversiones en sus plantas de más de 300 millones de euros para incrementar las líneas de producción. Lourdes López Jiménez, directora general de BD en España y Portugal, explica cómo les ha cambiado la pandemia y por qué tienen esta relación tan estrecha con el Gobierno y son su referente para la provisión de este dispositivo. Han pasado de una capacidad de producir 100 millones de jeringas a en torno a 500, y en verano tendrán nuevas líneas que duplicarán su capacidad. En el último año han invertido un millón y medio de euros para tener una línea nueva de esta jeringa y están adaptando otra para tener mucha más capacidad.
PREGUNTA: ¿Por qué se ha centrado tanto la atención mediática y del Gobierno en esta empresa?RESPUESTA: Fabricamos jeringas para todo el mundo. Nuestra planta de Fraga es una de las más grandes de Europa, con una capacidad de más de 6.000 millones de jeringas al año. Hubo dos motivos principales para estar más en la cresta de la ola que otras empresas: desde el punto de vista del trabajo con el Gobierno y las comunidades autónomas, nos queremos posicionar como socio estratégico. Llevamos muchos años interaccionando mucho con las comunidades autónomas y con la Dirección General de Salud Pública y el Ministerio de Sanidad, no sólo por las jeringas.
"Desde mucho antes de tener la vacuna le dijimos al Gobierno que estaban muy enfocados a tener la vacuna, pero no a tener el dispositivo"
P: ¿Cuándo empezaron estas conversaciones con el Gobierno?
R: Desde mucho antes de tener la vacuna empezamos a tener conversaciones para decirles que estaban muy enfocados a tener la vacuna, pero no a tener el dispositivo que iban a necesitar para inocular la vacuna. La mayoría de vacunas vienen con la jeringa, pero cuando ha dado tiempo y cuando vienen en unidosis. En estas situaciones de emergencia no suele ser así: te viene el vial pero necesitas un dispositivo. Con estas conversaciones nos tenían como referentes y les dimos herramientas para que calcularan el presupuesto que necesitaban para dispositivos. Estuvimos trabajando con el Gobierno no sólo como proveedor, sino también para ayudarles en un área en el que somos expertos.
P: ¿Y la otra razón?
R: Nuestra jeringa es la única que existía en el mercado (ahora me imagino que habrán salido más), porque se desarrolló hace más de 10 años para este tipo de campañas masivas de vacunación, con ONGs como Unicef... y fundaciones, para África y Latinoamérica, donde sí se hacen vacunaciones masivas y sí se hacen con multidosis (un vial con varias dosis). La particularidad esta jeringa es que tiene la aguja incorporada y es muy sencilla de utilizar, hasta por profesionales sanitarios no muy especializados.
P: En enero se cambió la ficha técnica de Pfizer y se dijo que se podían utilizar seis dosis de cada vial, en lugar de cinco. Ahí muchas autonomías dijeron que no tenían las jeringas idóneas para extraer la sexta dosis. ¿Hasta qué punto estaba preparado tanto el Gobierno como las comunidades autónomas para hacer este acopio de jeringas? ¿Por qué España reaccionó tarde?
R: España sí que reaccionó bastante rápido, porque empezamos a trabajar con el Gobierno antes de que llegara la vacuna, en junio-julio de 2020. Y en noviembre ya teníamos pedidos. En España hemos vendido más de 25 millones de jeringas y ahora estaremos cerca de los 40 millones de jeringas vendidas a las comunidades autónomas. También es cierto que nosotros hemos tenido que adaptar nuestra capacidad de fabricación, porque esta jeringa empleada para campañas masivas de vacunación tenía un consumo bajo. Y, de repente, pasas de unas necesidades de 100 millones a nivel mundial a más de un billón de peticiones. Por eso pudo haber unas semanas en las que no había la jeringa, pero tampoco estaba aún la vacuna. En ese sentido ha sido una gestión inicial un poco caótica, porque eran un montón de cosas, y todo a la vez.
P: Sí, pero España no fue de los primeros países en encargaros jeringas, sino Reino Unido.
R: Sí. Primero fue Reino Unido, y luego Estados Unidos y Canadá. Pero después fue España y tuvimos países en lista de espera, porque la demanda aumentó mucho. Y en España los pedidos se hicieron con mucha antelación. Sí que ha habido diferencias entre comunidades autónomas y seguro que han comprado a otras compañías.
"El Gobierno sólo nos ha comprado unas pocas jeringas para tener de reserva. Han comprado mucho más las comunidades autónomas"
P: A día de hoy, ¿cuántas autonomías os han encargado jeringas? ¿Y qué porcentaje de vuestros pedidos son del Gobierno central?
R: Todas no, pero sí la gran mayoría, porque algunas han comprado a otros proveedores y ya tenían un concurso con otra empresa y han ampliado ese concurso. El Gobierno ha comprado muy poquitas a través de la Dirección General de Salud Pública para tener de reserva. Así como la compra de la vacuna ha sido centralizada por el Gobierno nacional, desde el principio definieron que los dispositivos los comprarían las comunidades autónomas.
P: ¿Cómo es esta jeringa?
R: Tiene una pieza en la parte de arriba del émbolo que permite que se utilice prácticamente el total de la vacuna y no queda residuo en el cono de la jeringa, porque este pieza empuja el residuo para que se pueda administrar al paciente. Nuestras jeringas permiten que se pueda vacunar un 15-17% más de la población por este mayor aprovechamiento. Cuando llegó la vacuna de Pfizer, que se discutía entre las 5 o 6 dosis según el vial, era muy crítico el tipo de dispositivo para que este aprovechamiento fuera el máximo. Como éramos la única jeringa así en el mercado, y por todo el trabajo previo, fuimos el referente de la administración pública para los dispositivos de administración.
P: Antes me ha dicho que quizás hubo unas semanas en las que no tenían disponible la jeringa. ¿Por qué?
R: Nosotros teníamos la jeringa adaptada a la escala de lo que pensábamos que íba a ser la vacuna: 0,5 mililitros. Cuando llega Pfizer y lo cambia a 0,3 mililitros tuvimos que adaptar la jeringa y cambiar la escala. Esto ha sido un trabajo que normalmente lleva bastante tiempo y se ha hecho en tiempo récord, sin saltarnos ninguna validación ni estudio requeridos. Y la Aemps ha estado muy colaboradora. Por eso, ese tiempo del cambiar de escala y de las validaciones y aprobaciones internas hizo que hubiera un mes en el que no pudimos suministrar todas las jeringas. Pero ya tenemos todas las opciones y valen para cualquier tipo de vacuna: desde 0,1 mililitros, que es la graduación más versátil y ya está preparada para calibrar lo que necesites. Mientras las vacunas sigan viniendo en viales para formato multidosis, sigue siendo la jeringa ideal, porque es la que permite utilizar la cantidad de vacuna con una mayor efectividad.
P: Esta adaptación, ¿la hicísteis en enero, con el cambio de ficha técnica de Pfizer, o antes?
R: Antes, porque no depende del cambio de la ficha técnica, sino de la cantidad que tienes que inyectar a un paciente. Y la jeringa que teníamos, que es la que se emplea normalmente en estas campañas de vacunación, inyectaba 0,5 mililitros, y la de Pfizer era de 0,3 mililitros. No depende del número de dosis que tengas que sacar del vial, sino de la cantidad de dosis a inyectar.
P: Hay otro tipo de jeringas, las precargadas. ¿Las tienen también ustedes?
R: Cuando las vacunas llevan tiempo en el mercado, vienen con una jeringa precargada, en lugar de venir el vial por un lado y la jeringa por otro. Otra de nuestras líneas de negocio es la fabricación de estas jeringas precargadas. En este caso, nuestros clientes ya no son la administración ni los hospitales, sino son las farmacéuticas que tienen este tipo de productos, a quienes les proveemos de estas jeringas para que las dispongan así. Supongo que en el medio plazo, cuando las farmacéuticas hayan hecho ya estos envasados -requieren muchas pruebas de estabilidad y validaciones-, nos cambia el modelo de negocio, pero ya lo tenemos.
P: ¿Se podrán utilizar para las vacunas contra la covid?
R: Sí, seguro. Pero no son iguales a estas jeringas, sino que son de vidrio, que mantiene la estabilidad; el plástico, no tanto, por ser más porosos...Proveeremos de ellas a las farmacéuticas en su momento, pero hay que hacer todas las observaciones.
P: ¿Cómo les ha afectado la pandemia en su modo de trabajar?
R: Antes de que empezara el Estado de Alarma, apostamos ya por el teletrabajo con el personal de oficinas para proteger a los trabajadores de las plantas, que son esenciales. Desde hace más de dos años tenemos políticas de conciliación y trabajo flexible, y gracias a eso teníamos al personal con equipos para teletrabajar. En el tema de fabricación de la jeringa, tuvimos que ampliar turnos y desarrollar nuevas jeringas, con pequeños cambios para tener mayor variedad y que se adaptaran a las vacunas. Porque al principio sabíamos que iba a venir la vacuna y en multidosis, pero no sabíamos exactamente en qué dosis iban a venir. Y eso es importante, porque la escala de la jeringa tiene que estar adaptada y ser diferente. También empezamos a hacer inversiones para ampliar nuestra capacidad. La parte del teletrabajo también cambió, porque no nos dejaban ir a los hospitales, que suelen ser nuestros clientes, además de Atención Primaria. Todas las visitas se cortaron y nos obligó a interaccionar de forma distinta).
- Las reservas estratégicas de material sanitario, a la deriva
- La reserva estratégica nacional de productos higiénico-sanitarios tiene vocación de permanencia
- Sanidad ultima el acuerdo marco de suministro de materiales frente a la covid-19
- Asia pone en jaque a la industria farmacéutica por el coronavirus
Reactivos, test rápidos y otros productos
P: La empresa BD tiene muchos más productos además de jeringas, muchos empleados para la covid, como los reactivos y las PCR. Me imagino que también se habrá aumentado su producción.
R: Sí, además de las jeringas, tenemos una prueba de diagnóstico de PCR, que no sólo medía covid, sino también gripe, para poder hacer un diagnóstico diferencial. También tenemos un test de antígenos rápido bastante preciso, para el que estanos trabajando con las comunidades autónomas y muchos ya han comprado. Y, a su vez, tenemos las bombas de infusión, que son unos equipos que se empelan sobre todo en las UCI para la infusión de medicamentos. En su momento se habló muchos de los respiradores, pero por cada pacientes se necesitan tres o cuatro bombas de infusión, y son igual de imprescindibles y muy importantes para la administración de la medicación. Ahí colaboramos mucho para montar las UCI nuevas de campaña, reaccionando muy rápido para suministrarlos.
P: ¿La idea de esos test rápidos es que lleguen a las farmacias?
R: Eso ya no depende de nosotros, sino de la Aemps. Ahora mismo, tal y como están, sólo lo podemos vender a los centros sanitarios. Estamos preparados, y tenemos toda la parte de formación y educación preparada, pero no depende de nosotros. Pero los modelos que se venden en la farmacia son de autodiagnóstico, y el nuestro por el momento no tiene esa aprobación, sino que necesitas de un profesional sanitario para que lo haga y lo interprete.
Desde robots a farmacias 24 horas tipo 'Burger King'
La empresa BD también fabrica robots dispensadores, y muchas farmacias han sabido sacarles ventajas, además de los servicios de farmacia de hospitales, donde ellos tienen a cerca de 14 como clientes con la farmacia automatizada. Entre ellos, el Hospital Gregorio Marañón, con un servicio de dispensación para pacientes crónicos que no necesitan atención farmacéutica directa y escanean sus recetas. Así lo explica Ana Vallverdú Romero, experta en temas de farmacia en Becton Dickinson: "Si bien es cierto que el farmacéutico es muy conservador a la hora de invertir, sí hemos notado un interés en nuestras soluciones. Hay farmacias que han aprovechado la oportunidad de la pandemia y les ha ido muy bien, y hay otras, las que estaban en zonas más turísticas y en zona de oficinas, que han sufrido un descenso de los clientes de farmacia. Pero todos los que tenían robots en la farmacia agradecieron mucho tener las reboticas robotizadas".
Vallverdú señala que las ventajas son evidentes: "Una mayor seguridad para tu equipo sin necesidad de juntar dos personas en la misma cajonera ni de estar tocando el producto. Y, a su vez, una mayor eficiencia en el caso de tener a varias personas de baja. Al final el robot es un compañero más".
Aun así, más allá de los robots dispensadores, Vallverdú comenta que la empresa ofrece soluciones mucho más complejas: "Desde hace varios años hemos salido de la rebotica, para no sólo robotizar el almacén, sino también con soluciones de cara al paciente y a poder comunicarse con él". Un ejemplo de estas herramientas es un pilotaje de un sistema que están implantando en una farmacia de Murcia: "Es una solución compleja. Por un lado, tiene un robot, luego compra on line o compra desasistida para productos de venta libre de compra recurrente, donde no necesitas el consejo farmacéutico. Lo que hemos configurado en esa farmacia es un modelo tipo Burger King, con un terminal de información y pago (en colaboración con otra compañía). Permite que posiciones a la farmacia como 24 horas y que puedas ir a recogerlo cuando quieras a un terminal de recogida, que puede esta dentro o fuera de la farmacia". Todo mediante un código QR que llega al correo electrónico.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3mXKJ2K
No hay comentarios:
Publicar un comentario