La COVID-19 está causando un gran impacto en la salud de la población a nivel global y se estima que el 60% de la población europea está padeciendo fatiga pandémica, es decir, fatiga acumulada por las restricciones, los aislamientos y las vivencias del último año. Según la OMS, este trastorno puede generar desmotivación, sensación de incertidumbre constante y síntomas de ansiedad y depresión.
La plataforma de gestión de visibilidad en internet Sermush ha revelado datos que apuntan a un posible aumento de búsquedas del 33%, sobre todo durante los primeros meses de restricciones, aunque descendieron durante los meses de verano. Asimismo, durante este periodo se han buscado alternativas para mitigar este estado: ‘cómo calmar la ansiedad’ (con un +52% de incremento en búsqueda), ‘cómo controlar la ansiedad’ (+17%) y un 101 % para el término ‘qué tomar para la ansiedad y los nervios’.
En una situación anómala como esta, pueden aparecer o intensificarse estados de ansiedad o estrés, frecuentes entre todos los grupos de edad, perfiles sociales y profesionales de la población en una situación normal, sin distinción alguna de sexo. Ambos son estados complejos y se caracterizan por un amplio abanico de síntomas: miedo a no conseguir los objetivos, taquicardias, boca seca, molestias gastrointestinales, sudoración excesiva o dificultades en la concentración.
Causas emocionales, económicas o profesionales
La ciencia ha identificado una solución válida entre las sustancias naturales para mejorar el estado de ánimo, el estrés y las alteraciones del sueño
Además, pueden afectar a las actividades cotidianas, provocando una sensación de desconcierto, un bajón anímico, de inquietud, problemas de sueño y desasosiego en general. Sus causas pueden ser debidas tanto a altibajos emocionales como económicos o profesionales, añadiendo los efectos del contexto sociopolítico actual y, como afirma la nueva eco-psicología, incluso la calidad del ambiente que nos rodea influye sobre el bienestar interior del individuo.
En general, se sabe que para desarrollar cualquier actividad, tanto física como mental, el organismo requiere necesariamente de un punto de “tensión” o “estrés”, que puede variar de una persona a otra. Cuando el organismo percibe algo realmente importante a través de los sentidos, se generan reacciones que implican todas la funciones vitales: el ritmo del corazón pasa a ser rápido e intenso, aumenta la presión sanguínea, los bronquios se ensanchan, el nivel de azúcar en sangre aumenta, el hígado libera más glucosa para incrementar la energía del cuerpo. Precisamente es en ese momento cuando debemos transformar el estrés en algo bueno, en “eustrés” o estrés positivo, que viene a ser el combustible para nuestro organismo, y que es totalmente distinto del “distrés” o estrés negativo.
Las sustancias vegetales para mejorar el estado de ánimo y el sueño.
En la farmacia hay muchos complementos alimenticios útiles para la ansiedad y el estrés, tanto naturales como no naturales, aunque no siempre es fácil distinguirlos. Actualmente, los productos para estos trastornos van mucho más allá que una simple infusión, aunque tomarla continúa siendo un buen hábito para relajarse. Hoy en día, la ciencia ha identificado una solución válida entre las sustancias naturales para mejorar el estado de ánimo, el estrés y las alteraciones del sueño, disponibles en cápsulas, gotas y sobres, siempre consultando a un profesional de la salud. Es recomendable adquirirlos en farmacias y puntos de venta autorizados.
La investigación científica más moderna, llevada a cabo en el ámbito metabolómico (es decir, el estudio de la composición cualitativa y cuantitativa de una sustancia) y en el ámbito biomédico (el estudio de cómo actúan las sustancias con el organismo), ha comprendido que para gestionar estos estados concretos se puede recurrir a sistemas de sustancias naturales o a la sinergia de algunas sustancias que provengan de la naturaleza. En especial, estos “sistemas de sustancias” extraídos de la grifonia (Griffonia simplicifolia), whitania (Whitania somnifera), espino blanco (Crataegus monogyna) y pasiflora (Passiflora incarnata), son útiles para favorecer un estado natural de serenidad, un estado de ánimo equilibrado y una reducción de la agitación, tensión e irritabilidad vinculados a las situaciones cotidianas y, en consecuencia, pueden interactuar con el “sistema- organismo” a través de un mecanismo de acción fisiológica que lo respete.
Los progresos científicos alcanzados hasta ahora en el ámbito de las sustancias vegetales no representan un punto de llegada sino de “salida” en desarrollo continuo. Lo que hasta ahora sí se ha determinado son la eficacia y la seguridad de estas sustancias y de su capacidad de no generar síndrome de abstinencia o ser fuentes de abuso.
Para información sobre las fuentes científicas, consultar Aboca
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La COVID-19 está causando un gran impacto en la salud de la población a nivel global y se estima que el 60% de la población europea está padeciendo fatiga pandémica, es decir, fatiga acumulada por las restricciones, los aislamientos y las vivencias del último año. Según la OMS, este trastorno puede generar desmotivación, sensación de incertidumbre constante y síntomas de ansiedad y depresión. Off Onvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3x59IpF
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