El modelo español de reciclaje y devolución de medicamentos y, en especial, el sistema Sigre se ha convertido en una referencia mundial que algunos países ya están replicando. De hecho, la planta vallisoletana de Tudela de Duero, donde se gestiona el reciclaje de productos llegados de todo el país de forma automatizada, es una de las más avanzadas a nivel internacional. Capaz de fabricar combustible derivado de los residuos de medicamentos que gestiona, también ha sido copiada por diversos países.
Así se ha comentado este jueves en la mesa Producto sostenible: medicamentos y productos sanitarios, celebrada on line en el marco de la V Jornada Profesional de Distribución organizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. En esta ocasión, la temática del evento se ha centrado en la sostenibilidad como parte fundamental de la actividad en el sector.
En esta mesa han participado: Mª Soledad Pedrosa, vocal de Distribución del COF de Sevilla y directora general de la Central de Devoluciones Farmacéuticas (Cedifa); Miguel Valdés, director general de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar); y Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre Medicamento y Medio Ambiente.
En esta presentación, el responsable de Sigre ha desglosado las principales cifras relacionadas con la sostenibilidad registradas por este sistema al completo, en el que participan tanto la farmacia comunitaria como las distribuidoras, además de la organización gestora. Por ejemplo, el ahorro anual de emisiones a la atmósfera supera las 1.400 toneladas de CO2, 28.000 toneladas en las dos décadas que lleva en funcionamiento este modelo.
“En 2020 se recogieron más de 1,6 millones de bolsas en farmacias, que supusieron 4,3 millones de kilos de residuos recogidos”, ha comentado Mampaso. “En este proceso participan 142 almacenes y 3.000 furgonetas que dependen en su mayoría de las distribuidoras”, ha recalcado el director general de Fedifar.
De hecho, ese modelo de logística inversa que la distribución farmacéutica aporta a Sigre, ha sido reconocido como buena práctica por la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas en relación al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 13, de Acción por el Clima.
Sistema de devolución
Mientras que Sigre se encarga de gestionar el reciclaje y reutilización de los productos dispensados y desechados por el consumidor, Cedifa (junto con Ofsa Devoluciones y Alloga Devoluciones) es una de las organizaciones que se encarga de las devoluciones desde las farmacias y almacenes de aquellos que no han llegado al cliente final y que ya no son aptos para el consumo.
“Este sistema está regulado por el Real Decreto 726/1982, que es de obligado cumplimiento por toda la red de farmacias, los almacenes de distribución y los laboratorios que operan a nivel nacional”, ha recordado la responsable de Cedifa. Y añade: “Desde nuestras instalaciones hacemos una clasificación de todos los productos en función del laboratorio al que se va a realizar el envío, en función del almacén de origen y diferenciando si viene de una farmacia o del propio almacén”.
En este proceso ya se plasma una optimización de recursos relacionada con el transporte. “Si todas las farmacias remiten hacia los almacenes de distribución todos sus productos no aptos recogidos por el real decreto, se evita el envío a los laboratorios la mercancía de manera independiente. Y lo mismo ocurre cuando los almacenes de distribución gestionan esa devolución a través de las centrales, también se simplifican muchos procesos y se reduce el número de traslados, haciendo descender el gasto energético y las emisiones a la atmósfera”, ha resumido Pedrosa.
Sin embargo, en la devolución tradicional el laboratorio repetía todos estos procesos de clasificación, consumiendo una serie de recursos propios innecesarios antes de remitir los productos desechados al gestor de residuos correspondiente para su destrucción. “En 2008 Cedifa y Orsa crean Qadux, una organización que ofrece acuerdos a los laboratorios para la gestión directa de estos residuos, basada en la identificación con códigos LER (Lista Europea de Residuos). De esta manera se puede evitar esa repetición de operaciones, con su consecuente reducción de costes de transporte, de almacenamiento, manipulación, tarifas de destrucción, etc. Es un modelo colaborativo ventajoso para todas las partes”, ha explicado la también vocal del COF de Sevilla.
En estos acuerdos debe estar presente siempre la asociación de organizaciones como Qadux con gestores de residuos autorizados. De esta manera se puede asegurar la trazabilidad del producto, su tratamiento final y la certificación de su eliminación conforme a la normativa medioambiental aplicable.
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