Vivir una experiencia en primera persona es el mejor contacto con la realidad. Sinceramente, siempre he valorado de corazón a todas las personas cuyo día a día consiste en curar y ayudar al resto de la sociedad. Como deportista que he sido durante toda mi vida, he apreciado a los fisioterapeutas y a los médicos; a cada profesional que conforma este sector, a todo ese campo de personas que se dedican a la salud.
Le doy importancia pero no sé si con la consciencia suficiente, porque voy percatándome de la gran cantidad de investigación que es necesaria en el día a día a nivel mundial. Siempre he considerado importante la prevención, pero en estos últimos meses me he dado cuenta de que se destina muy poca atención y muy poca ayuda al campo de la investigación. Deberíamos valorar a los profesionales médicos mucho más de lo que lo hacemos.
Unos meses atrás me detectaron un linfoma. Desde ese momento, afrontando el proceso del tratamiento, realmente te das cuenta de la cantidad de personas que padecen esta enfermedad. Por mensajes que recibes, por pacientes con los que coincides, por los esfuerzos del personal sanitario para tenernos atendidos a todos. Por suerte, en este tipo de cáncer la evolución está siendo muy buena y el índice de curación es bastante elevado.
Escuchando a los profesionales, una admira la dedicación, la profesionalidad y el empeño que ponen para controlar el cuadro clínico. Hay mucho conocimiento y tienen las ideas bastante claras. A pesar de todo, aunque hablamos de una enfermedad muy estudiada, hace falta más investigación en este campo. No podemos olvidar otras enfermedades que necesitan de mayores inversiones y ayudas.
Cuando te sucede algo así, te das cuenta de la cantidad de personas que hay implicadas en el terreno. Esto es un detalle que me ha sorprendido.
Las campañas de concienciación social nos ayudan a percatarnos de esta realidad. Evidentemente, toda ayuda es poca y es importante que todos conozcamos la importancia de un buen diagnóstico. No podemos olvidar un detalle: la investigación salva las vidas de todos, tanto del enfermo como del que a día de hoy goza de una salud plena.
Confío en que compartir mi experiencia pueda ayudar a muchas familias. Con que una persona tome conciencia tras leer este artículo habrá merecido la pena. Por mi parte, estaré dispuesta a ayudar en todo lo que sea necesario y contribuiré a darle una mayor visibilidad.
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