Entre los grandes gastos que se acumulan en los almacenes de distribución está el energético, impulsado por el uso constante de maquinaria, de las neveras y de la climatización, necesaria para garantizar que los productos almacenados se encuentran entre 15º y 25º. Una de las opciones para disminuir este coste es la de instalar placas solares en las cubiertas de los edificios, con lo que se puede reducir hasta un 30% los consumos y que pueden amortizarse en menos de cinco años.
Así lo explicó Enrique García-Mina, vocal de Distribución del COF de Navarra, en la mesa informativa Actividad sostenible: Energías y Tecnologías, celebrada en el marco de la V Jornada Profesional de Distribución organizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
“Es la mejor inversión en estos momentos en materia de ahorro energético. Nosotros llevamos dos años con las placas solares y los resultados obtenidos son muy satisfactorios. Por otra parte, creo que queda mucho recorrido en este campo dentro del sector”, ha comentado García-Mina, que también es director técnico farmacéutico y de calidad de Nafarco.
Además de esta fórmula, el portavoz de Nafarco ha explicado otras vías que desde esta organización se están empleando para abordar estos retos. “Algo muy extendido es la instalación de medidores de consumo en distintas líneas eléctricas, que permite saber dónde se puede mejorar de manera segmentada. Y poner especial atención en el mantenimiento de las fugas de aire comprimido”.
Más enfocadas a reducir la factura de la luz son las baterías de condensadores para reducir la energía reactiva. “Todo elemento que se enchufa a la red eléctrica le devuelve a la misma una energía reactiva que se considera suciedad. Las compañías eléctricas limpian esa suciedad y te cobran por ello, pero con este sistema podemos evitar este paso y ahorrarnos el sobrecoste”.
Automatización e iluminación
Según García-Mina, también es muy eficaz instalar sistemas robotizados para controlar el arranque y parada de la calefacción y de las máquinas de aire acondicionado, tanto en los almacenes como en las oficinas. O automatizar el encendido y apagado de luces, o el funcionamiento de las neveras, protocolizando su apertura y cierre o la parada de su mecánica.
De cara al uso de las luminarias, el ponente recomendó colocar detectores de presencia en las zonas de poco paso. Mientras que las que tienen un uso continuo se pueden regular a través de sistemas domotizados, y sean capaces de encenderse sólo cuando sea necesario, por ejemplo cuando la luz natural es suficiente.
Además, es muy útil el montaje de sistemas de ventilación y de extracción de aire caliente. “Se concentra en las partes superiores y gracias a ello se le puede dar salida. No sólo eso, también dejar entrar el aire más fresco durante la noche, permitiendo que las máquinas trabajen menos para enfriar el almacén, algo que es especialmente útil en los meses de más calor”, indicó el vocal del COF de Navarra. A esto se debe añadir la instalación de mejores aislamientos en puertas y ventanas para evitar, de la misma manera, que los sistemas de climatización estén encendidos durante más tiempo.
Por otra parte, está ya prácticamente institucionalizado el uso de focos LED. “Si la transición se ha llevado a cabo desde las bombillas incandescentes de toda la vida, el ahorro puede ser del 80%, y si ha sido desde las bombillas de bajo consumo, se acercará más al 50%. En este sentido, hay que recordar que estas últimas son muy contaminantes, tienen mucho mercurio, y deben desecharse en los puntos limpios”, ha advertido el ponente.
Vehículos eléctricos
En opinión de García-Mina, teniendo en cuenta la situación actual parece poco probable la inclusión de vehículos eléctricos en la flota de las distribuidoras. “Hay casos anecdóticos, sobre todo en repartos de corta distancia. Incluso hay casos, como el de Vitoria, en el que se están utilizando bicicletas para ese reparto. Pero en general se van a seguir utilizando vehículos impulsados por combustible, principalmente para poder garantizar que no se rompe la cadena del frío”, ha recordado.
Para paliar este déficit, ha recomendado medir la huella de carbono y tomar medidas para reducirla. “Se espera que antes de verano tendremos una legislación que nos dirá qué organizaciones tendrán que tomar medidas al respecto. Y creo que nos va a tocar a muchas”.
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