Une Farmacia, frente al nuevo Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, tiene un marcado carácter asistencial en consonancia con el perfil del equipo que trabaja en ella. Se trata de un proyecto conjunto de la pareja de farmacéuticos Virtu Roig y Toni de Gregorio, donde la titularidad la ostenta actualmente la primera.
“Hace exactamente 18 meses iniciamos esta ilusionante aventura. Diseñamos un plan estratégico que nos proyectaba a cinco años vista y que contemplaba la búsqueda de una zona nueva en expansión, en la que se vislumbrara la creación de un barrio, en un entorno agradable que atrajera el paso de personas y que, además, tuviera notoriedad en nuestra ciudad. Tras meses de búsqueda encontramos la ubicación elegida y hace tres semanas culminamos este proyecto”, explica De Gregorio.
Añade que el nuevo diseño está en sintonía con el nombre de la botica e identidad corporativa. “Es una declaración de intenciones a partir de nuestra forma de entender la farmacia como un lugar que nos une a las personas, pacientes, clientes y otros profesionales sanitarios con la finalidad de mejorar nuestra salud y calidad de vida. De hecho, consideramos que el valor añadido es aportar, en todos los actos de dispensación, un consejo de salud y una recomendación”.
Los colores utilizados para este proyecto han sido el blanco y el negro, combinados con la textura de madera. “Gracias a ello se ha conseguido generar un efecto contraste y el mix perfecto para diseñar una farmacia atrevida e innovadora. No hay un solo color corporativo, sino la combinación del blanco, con el que queremos transmitir confianza; el negro, con el que proyectamos una imagen de sobriedad, y madera, que nos permite generar un ambiente de calidez. Todo ello en un contexto marcado por un estilo minimalista”, señala Jorge Ortenbach, arquitecto de Destudio.
La idea era diseñar un espacio cálido y cómodo para el visitante, que inspirase confianza y cercanía al paciente. “Para ello buscamos espacios diáfanos, abiertos, con mucha iluminación natural y con pocas barreras. Los materiales utilizados son el vidrio y el hierro lacado en negro combinados con la madera y el hormigón visto”, añade.
También se ha querido utilizar al máximo la iluminación natural, por lo que se ha recurrido a grandes ventanales que permitan aprovechar la luz exterior. “La luz artificial se compone de una luz general (pantallas LED 60x60 colgadas) y una puntual de producto mediante focos LED orientados”.
Farmacia Une, además, tiene 164 m2 útiles y cuenta con una fachada de unos 14,50 m2. Está totalmente abierta, “por lo que se puede decir que la botica es el propio escaparate”, dice Ortenbach. También tiene dos pantallas LED de cara al exterior para transmitir mensajes al viandante.
Cuatro tipos de clientes
El equipo de Farmacia Une lo forman cuatro personas y tiene el mismo número de tipos de clientes: los residentes, los transeúntes, los pacientes del hospital y el personal sanitario del mismo. “Ahora trabajamos con mucha amplitud, como requieren las circunstancias, pero sin perder la sensación de proximidad. Disponemos de espacios que nos permiten realizar reuniones y formaciones con el equipo e incluso ofrecer una atención personalizada, guardando la confidencialidad con el paciente”, dice Roig.
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