En el otro extremo tenemos países que carecen de lengua oficial reconocida legalmente por una norma de rango constitucional. Aquí el caso paradigmático podrían ser los Estados Unidos. ¡¿Cómo?! ―se extrañará alguien―; ¿no es acaso el inglés la lengua oficial de los Estados Unidos? Aun cuando treinta estados reconocen oficialmente el inglés como lengua oficial, no existe ninguna ley según la cual el inglés sea o deba ser la lengua oficial a nivel federal; esto es, en todo el país en su conjunto. Ocurre, no obstante, que el inglés es la lengua habitual de la comunicación cotidiana, la lengua en que se redactan todas las leyes, la lengua usada en todos los asuntos oficiales y la única lengua reconocida ante los tribunales de justicia; esto es, los Estados Unidos no tienen un idioma oficial de iure, si bien el inglés es, obviamente, su lengua oficial de facto.
Algo parecido cabe decir de países como Argentina, Chile y Uruguay, con el español como lengua oficial de facto, pero cuyas respectivas constituciones no reconocen lengua oficial alguna.
Tampoco Méjico (ya sé, ya sé, los mejicanos prefieren la grafía arcaizante «México», pero esta columna la escribe un menda) tiene lengua oficial alguna recogida en su constitución. Ahora bien, tanto la lengua española como las 68 lenguas indígenas habladas en el país (huave, mazateco, mixteco, nahua, otomí, purépecha, tepehuano, totonaco…) se consideran «lenguas nacionales» y cuentan en todo el territorio mexicano con el mismo valor ante la ley. Así reza el artículo 4.º de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, publicada el 15 de marzo de 2003: «Las lenguas indígenas que se reconozcan en los términos de la presente Ley y el español son lenguas nacionales por su origen histórico y tendrán la misma validez, garantizando en todo momento los derechos humanos a la no discriminación y acceso a la justicia de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales en la materia de los que el Estado Mexicano sea parte».
¿Se han preguntado alguna vez cómo llaman a nuestra lengua, el español, en las demás lenguas de México? Según mi tocayo Nava López, lingüista y antropólogo mejicano, los huaves llaman al español ombeay moel naw titiük (lengua de otros); los huicholes, teiwariki (lengua de mestizos); los mixtecos oajaqueños de Santa Catarina Mechoacán, dja’an toon (lengua de foráneos); los nahuas veracruzanos de Pajapan, tiltiktahtol (lengua negra); los purépechas, turhisi (lengua de mestizos); los tarahumaras, chabochi (lengua de personas blancas y barbadas); los tepehuanos del sur, kastill (castellano); los zoques de Ocotepec, kasylyan ote (lengua de Castilla).
Y ya para terminar, se calcula que actualmente se hablan en el mundo unas 6500 lenguas, pero tan solo veintiuna de ellas son oficiales en más de un país: en dos países, el coreano, el rumano, el sesoto y el suaci (o suati); en tres países, el griego moderno, el guaraní, el hindi, el holandés (o neerlandés) y el persa (o farsi); en cuatro países, el chino, el italiano, el quechua, el serbocroata, el suajili, el tamil y el turco; en cinco países, el malayo; en seis países, el alemán y el ruso; en once países, el portugués; en veintidós países, el español; en veinticinco países, el árabe; en veintinueve países, el francés; y en la friolera de setenta y tres países…, sí, lo han adivinado: el inglés, actual lingua franca mundial.
Fernando A. Navarro
Son bastantes los países que carecen de lengua oficial reconocida legalmente por una norma de rango constitucional; tal es el caso de la Argentina, Chile, el Uruguay y, sí, también los Estados Unidos. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/rFwzLhl
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