
En 2011, siguiendo la estela (y el éxito) del pionero proyecto Bacteriemia Zero, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) puso en marcha el segundo de los proyectos que cambiarían (y siguen cambiando) el perfil de las infecciones en la UCI: Neumonía Zero, que buscaba reducir la tasa de neumonías asociadas a ventilación mecánica (NAVM). La situación era complicada: “Empezamos por saber dónde estábamos, gracias al estudio Envin, y en aquel momento había una densidad de incidencia de 17 neumonías por cada mil días de dispositivo. Nos dimos cuenta de que había que hacer algo”, cuenta Manuel Álvarez González, intensivista en el Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y coordinador de Neumonía Zero.
No solo por la situación, sino porque “solo con poner en marcha Bacteriemia Zero ya disminuyó el número de neumonías”, así que lanzar un proyecto específico para esta patología era bastante lógico.
El planteamiento inicial buscaba disminuir la densidad de incidencia de las NAVM por debajo de nueve. Se consiguió en el primer año. De hecho, “fue un logro muy importante porque bajó de siete, que es el tope que finalmente se consensuó“. Este logro “se ha mantenido a lo largo de de los años, hasta tal punto que en 2019 se habían logrado cifras alrededor de 5,5, que son tasas excelentes”.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/QVcrmAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario