La legislatura concluye en el País Vasco tanto con avances en su sistema sanitario como con flecos pendientes. La relación entre Gobierno y oposición no ha sido tan tensa como en otras autonomías y, de hecho, varios proyectos parlamentarios se han aprobado tras un consenso global. Aun así, PSE, PP, Bildu y Podemos han puesto diversos peros a la labor de la Consejería de Sanidad (ver pág. 10).
Jon Darpón, responsable de la cartera de Salud, ha resumido para DM la actividad sanitaria de los últimos cuatro años. A su juicio, en los cinco ejes prioritarios (las personas en el centro del sistema, la prevención, la cronicidad, la sostenibilidad y el personal) ha habido avances. La culminación de la nueva estructura asistencial, con las Organizaciones Sanitarias Integradas (OSI), ha sido una de las protagonistas.
Salud en cada política
El Plan de Salud 2013-2020, que pretende mejorar la presencia de la salud en todas las políticas, salió adelante "sin votos en contra," recuerda Darpón. Este acuerdo se ha mantenido, con excepción de la opinión del PP, en las peticiones de derogación del Real Decreto 16/2012: "País vasco lo sorteó con una norma propia. La atención sanitaria es un derecho, no una consecuencia del aseguramiento". Algo similar sucedió con el nuevo copago farmacéutico instaurado en 2013 en todo el SNS: "Incluimos ayudas para que no pagara el ciudadano. Desde entonces hemos invertido en ello 24 millones".
En cuanto a prevención y promoción de la salud, el consejero destaca "un aumento del 28 por ciento del gasto en vacunas entre 2012 y 2016, y la extensión total del cribado en cáncer de colon. Una ley integral en adicciones es otro de los logros que Darpón más valora.
El abordaje del envejecimiento y la cronicidad, ámbito que País Vasco lleva años liderando, es otra de las banderas de la legislatura según el Gobierno autonómico: "Hemos acercado más primaria y hospital en residencias y centros de crónicos, y hemos avanzado en coordinación sociosanitaria con un plan estratégico específico. La extensión de la historia clínica y la receta electrónicas en estos centros "alcanza aproximadamente el 30 por ciento", ha precisado.
Muerte digna
Una normativa específica sobre muerte digna, con impulso de los paliativos, que también contó con consenso parlamentario y que empezará a desarrollares este año, es otro de los logros citados por Darpón.
El consejero considera que la sostenibilidad debe tener un aliado en el pago por resultados, algo en lo que el País Vasco está avanzando con los proveedores sanitarios: "Los contratos de riesgo compartido con los laboratorios ya proliferan, y esperamos que pase lo mismo con las empresas de tecnología sanitaria".
La idea es redefinir la evaluación previa a la introducción de novedades en el sistema: "Se debe mejorar la eficacia clínica y ser coste-efectivo; si no...". Darpón considera, en línea con la tradición de la comunidad, que las comisiones autonómicas deberían tener más peso.
Consultas telefónicas
La medicina no presencial es otro de los ámbitos con los que el País Vasco saca pecho. En primaria, en esta legislatura se ha alcanzado la cifra de un 20 por ciento de consultas no presenciales, una vía que (sin objetivo porcentual concreto) quiere trasladarse al hospital. La idea de Darpón es regular cupos incluyendo, como ya se hace en algunos casos, las consultas telefónicas.
En cuanto a infraestructuras, Darpón echa la vista atrás y cita "diez nuevos centros de salud, ocho nuevos consultorios, los hospitales de Guernika y Urduliz...". En el capítulo de personal, habla de "625 nuevos profesionales incorporados". Al respecto, promete "planificar y financiar", pero matiza que "lo crítico son los profesionales, que garantizan los resultados". Darpón destaca las dos OPE durante la legislatura (2.200 plazas), aunque admite que se debe mejorar y recuerda la congelación salarial hasta este año.
En I+D+i, valora la acreditación del Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) BioCruces, que se suma al otro IIS que ya tenía País Vasco BioDonostia. La estrategia regional coloca la salud como uno de los tres objetivos clave: "Debemos alinear mejor el sistema con universidades y empresas, y mejorar la transferencia".
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