¿Cuáles son las principales causas del reflujo gastroesofágico? ¿Cómo deben evaluarse los síntomas desde la botica? ¿Cómo pueden abordarse dichos síntomas? ¿En qué casos debe hacerse una derivación al médico? A estas y otras cuestiones busca dar respuesta el documento Manejo de los síntomas del reflujo en la farmacia comunitaria, una guía rápida de referencia dirigida a profesionales, publicada por la Federación Farmacéutica Internacional (FIP, por sus siglas en inglés), que nace con el objetivo de resolver dudas sobre un tema de consulta muy común en el mostrador de la botica. "Los síntomas de reflujo se presentan comúnmente en la farmacia comunitaria y pueden estar relacionados con varios aspectos del estilo de vida, incluida la dieta. Es importante que los farmacéuticos consideren estos factores al interactuar con los pacientes y la población que presenta tales síntomas", señala la guía.
Dividido en ocho capítulos, el documento ahonda en los principales factores implicados en la aparición del reflujo, los síntomas más comunes, el cribado de pacientes, los casos de derivación, el manejo desde la botica (farmacológico y no farmacológico) y los consejos desde el mostrador. A esto se suma que este manual busca potenciar la implicación del paciente e impulsar el autocuidado. "La guía se ha elaborado como parte del trabajo de la FIP para aumentar la sostenibilidad de los sistemas de salud mediante el empoderamiento del autocuidado", apuntan desde la federación internacional.
Principales causas y síntomas que se refieren
Según se recoge, factores como los malos hábitos nutricionales, el tabaquismo, el sobrepeso, el uso de determinados fármacos y el sedentarismo son las principales causas del reflujo, que suele manifestarse, según contempla la guía basándose en las experiencias de los pacientes, en síntomas como acidez, dolor en el pecho, hinchazón, nauseas, sensación de atragantamiento, pérdida de apetito o tos. "Los síntomas del reflujo son una presentación clínica común en todo el mundo, con aproximadamente la mitad de los adultos experimentando dichos síntomas en algún momento de sus vidas".
A pesar de ser causa de consulta común en las farmacias, hay determinadas alarmas que precisan de una valoración detallada y de un triaje pormenorizado para analizar si es preciso remitir al médico: "Los síntomas de alerta incluyen la presencia de sangre en el tracto gastrointestinal, vómitos persistentes, pérdida de peso progresiva e involuntaria (hasta el 5% del peso corporal normal durante seis a doce meses sin una causa identificable), dolor en el pecho, dolor al tragar (odinofagia) o dificultad grave para tragar (disfagia). Otros factores que necesitan derivación para una evaluación adicional incluyen anemia, cualquier masa palpable en el área del tracto gastrointestinal y antecedentes familiares de cáncer gastrointestinal superior".
Preguntas desde el mostrador
Para triar y clasificar adecuadamente los síntomas que manifiesta el paciente, la guía recoge algunas preguntas a pie de mostrador que pueden ayudar a evaluar adecuadamente cada caso:
• ¿Siente quemazón en la zona que está sobre el estómago?
• ¿Se siente peor cuando come demasiado?
• ¿Qué tiempo hace que tiene estos síntomas?
• ¿Está tomando otros medicamentos, incluidos los antiinflamatorios?
• ¿Está experimentando náuseas o vómitos?
• ¿Qué otros síntomas está experimentando?
Además de estas cuestiones, y otras que puedan considerarse oportunas en función de cada caso, la guía recoge que una revisión del régimen de medicación actual del paciente puede ser útil para optimizar las opciones de manejo farmacológico (antiácidos, antihistamínicos, inhibidores de la bomba de protones...) y que esto puede complementarse con recomendaciones sobre opciones no farmacológicas (reducir la ingesta de alimentos, evitar ciertas comidas, modificar ciertos hábitos...).
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