La microbiota hace mucho que se conoce. Sin embargo, la dificultad para poder analizarla había limitado mucho su investigación. Los grandes avances tecnológicos de los últimos años han dado un vuelco a esta situación y ahora se entiende mucho mejor el papel que juega en la salud.
"La microbiota tiene fundamentalmente una función protectora. Por una parte, realizando una acción competitiva para controlar el desarrollo de gérmenes nocivos y, por otra, estimulando el sistema inmune. Por tanto si descuidamos nuestro sistema ecológico cutáneo tendremos más posibilidades de desarrollar infecciones. Pero la microbiota cutánea también influye en el desarrollo de enfermedades inmunológicas como la dermatitis atópica y psoriasis, e incluso actuando como fotoprotectora y antienvejecimiento", explica José Carlos Moreno, director del Área de Pacientes de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
En el caso de la microbiota cutánea, su principal función es de defensa frente al medio externo, ya que inhibe el crecimiento y la colonización de los microorganismos patógenos. "Los microorganismos de la microbiota secretan moléculas bioactivas, como péptidos antimicrobianos (AMP), bacteriocinas, betadefensinas, ácidos grasos libres…, que actúan directamente sobre los patógenos, impidiendo su entrada. También trabajan de forma indirecta, estimulando la producción de mediadores inmunológicos en queratinocitos y células de la dermis, que actuarán también sobre los patógenos impidiendo su entrada", añade Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.
Con seguir una dieta equilibrada y saludable sería suficiente para mantener el equilibrio de la microbiota cutánea, sin necesidad de tomar complementos
Un microbioma cutáneo equilibrado es sinónimo de una función barrera preservada y, en consecuencia, de una piel sana. Cuando se producen alteraciones del microbioma o disbiosis, la barrera cutánea se altera y esto predispone al organismo a sufrir una serie de afecciones cutáneas.
¿Qué se puede transmitir desde la farmacia para cuidar la microbiota cutánea? Una de las vías posibles es la de la nutrición, debido a la relación existente entre la microbiota intestinal y la cutánea, como corrobora Alcalde. "Se ha demostrado -argumenta- que hay una comunicación bidireccional entre el intestino y la piel, eje intestino-piel, mediante el cual posibles alteraciones de la microbiota intestinal pueden repercutir negativamente en la piel, ocasionando patologías como la dermatitis atópica, el acné, la rosácea o la psoriasis".
Aún reconociendo la importancia de esta relación, Moreno considera que una dieta adecuada ya va a proporcionar el equilibrio adecuado a nivel de todo el organismo. "Salvo raras excepciones no haría falta recurrir a suplementos dietéticos", explica el experto, quien señala que mantener la integridad de nuestra piel conservando la barrera cutánea también es muy importante. La vocal del COF de Barcelona coincide con él en señalar que hay más factores que influyen sobre el mantenimiento del microbioma cutáneo. "También es importante evitar el contacto de la piel con agentes agresivos que alteren la síntesis del llamado factor de hidratación natural u otros componentes de la barrera cutánea; evitar los cambios de temperaturas o las condiciones climáticas extremas; huir de las situaciones de estrés, y no tomar antibióticos tópicos u orales si no es bajo prescripción médica. Por otra parte, emplear productos de higiene e hidratación que sean respetuosos con el microbioma de la piel, conjuntamente con un uso adecuado, puede favorecer el mantenimiento y el restablecimiento del microbioma cutáneo".
Usar los cosméticos adecuados
Partiendo, por tanto, de la premisa de utilizar cosméticos adecuados para el microbioma, cabe preguntarse cuáles son y los expertos lo tienen bastante claro. "Los productos de higiene preferibles son los jabones syndets formulados a pH fisiológico 5,5 y libres de perfumes y tensoactivos. Estos se aplicarán en duchas cortas con el agua no muy caliente y sin usar esponjas o guantes de crin, que pueden agredir la piel y, además, son fuente de contaminación microbiana. El secado se ha de hacer de forma suave, a toques, sin restregar la piel", comenta Alcalde.
Los ‘peelings’ y exfoliaciones pueden alterar la microbiota cutánea. No se desaconsejan, pero sí hay que saber recomendar cómo y cuándo hacerlos
La experta señala, asimismo, la importancia de la hidratación, para lo que es importante escoger productos con activos calmantes, hidratantes, emolientes, regenerantes y que, en definitiva, sean respetuosos con el microbioma cutáneao. "Actualmente, hay algunos productos dermocosméticos en el mercado que incluyen activos que actúan de prebióticos para la microbiota cutánea, que son el alimento de esos microorganismos, o bien que incluyen posbióticos que son activos que ayudan a equilibrar el microbioma".
De forma similar opina el dermatólogo, quien destaca que cada vez más la industria farmacéutica tiene un interés creciente en la inclusión de probióticos en sus productos. "Existen evidencias de que estos productos pueden ser útiles en el blanqueamiento e hidratación de la piel, en potenciar la fotoprotección cutánea y en la prevención del fotoenvejecimiento. Actualmente, son muy diversos los que se pueden recomendar. Por referir algunos: el ácido láctico y las bífidobacterias, lactobacillus, ginseng rojo, Sphingomomas hydrophobicum, té verde, extracto de granada... Hay que insistir en que deben usarse como medidas complementarias, no como tratamiento base. Por último, hay que comentar que, aunque los probióticos son productos seguros, no debe abusarse de ellos ni emplearse en pacientes con algún tipo de inmunodepresión".
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