Hace meses que la desaceleración ronda a las principales economías mundiales, incluyendo la locomotora europea, Alemania, amenazada por una recesión técnica que podría declararse este mismo mes. Mientras tanto, en España, cuyo crecimiento del PIB sigue por encima de la media europea, hacemos oídos sordos a los indicadores que muestran el agotamiento de la economía; el Gobierno de Pedro Sánchez en funciones incluso ha anunciado que, pese a las amenazas de recesión, elevará su previsión para este año.
No hemos recuperado aún los presupuestos de 2008, cuando empezó la crisis, pero los diez años que han transcurrido desde entonces tendrían que haber servido, al menos, para realizar reformas estructurales imprescindibles en el Sistema Nacional de Salud (SNS); haber marcado prioridades en un gasto que, simplemente por la tendencia de la demografía, por el coste de las terapias innovadoras y las nuevas tecnologías, va a aumentar mucho en adelante, y haber corregido con decisión las cada vez mayores desigualdades territoriales en un servicio que, hay que insistir en ello, es estratégico para el país.
Lo peor es que esta década perdida, posiblemente la más pobre que ha habido en materia de innovación en gobierno y en gestión meso y macro desde la creación del SNS, no parece tener solución.
Las 23 escuetas propuestas sanitarias del PSOE para convencer a Unidas Podemos de lo positivo de un Gobierno socialista para los próximos cuatro años, incluyendo la posibilidad de destinar un 7% del PIB al SNS (Podemos propuso en agosto un 7,5%) o la eliminación progresiva de los copagos establecidos en 2012 y la garantía de que no puedan introducirse otros nuevos, demuestran que no se está pensando en serio en la sanidad pública actual y en la que necesitaremos durante los próximos veinte años, ni mucho menos en una previsión realista de desarrollo socioeconómico del país.
Para colmo, Unidas Podemos dice que rechazó la cartera de Sanidad porque las competencias están transferidas a las comunidades autónomas. Y en el resto de grupos del Congreso de los Diputados, por cierto, tampoco se observan demasiadas luces al respecto. Motivos no faltan para el desánimo en un sector y entre unos profesionales que llevan ya demasiado tiempo sufriendo los efectos de la falta de políticas estratégicas que pongan la vista en el medio y el largo plazo.
The post Sí hay motivos para el desánimo appeared first on Diariomedico.com.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2ZPqxXG
No hay comentarios:
Publicar un comentario