El Gobierno catalán, que preside Quim Torra, ha aprobado hoy su plan de desescalada de medidas del Estado de Alarma para hacer frente a la pandemia de Covid-19, un asunto en el que, tal y como le recordó ya el Gobierno central, no es competente.
Torra ha convocado un Consejo Ejecutivo extraordinario esta mañana para aprobar el plan y mañana, en la reunión dominical entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los presidentes autonómicos, fomulará tres propuestas: que se levante el Estado de Alarma y se mantenga sólo en territorios que estén de acuerdo con el o que no tengan competencias de seguridad o salud o modificar el artículo 4 del real decreto para que la autoridad competente en Cataluña sea la Generalitat.
Su plan se basa en el que propuso el internista y experto en enfermedades tropicales Oriol Mitjà con un grupo de personas entre las que no figura ningún epidemiólogo, experto en salud pública, experto en enfermedades infecciosas, jurista, experto en bioética, la prestigiosa Agencia de Salud Pública de Barcelona o algunos de los institutos de investigación hospitalarios o universitarios de la comunidad autónoma, sociedades científicas, colegios profesionales o expertos reconocidos como Toni Trilla, del Hopital Clínic de Barcelona, que asesora en la materia al Gobierno central.
A pesar de ello, el Ejecutivo de Torra ha dado por buena esa propuesta, le ha añadido que hay que dejar salir a los niños por turnos y ha aparcado el polémico pasaporte de inmunidad y el seguimiento de personas con síntomas por el móvil (por protección de datos).
“Se trata de una propuesta de desconfinamiento pensada desde la mirada de los niños y jóvenes, teniendo en cuenta también la perspectiva de la conciliación y de la minimización de situaciones de riesgo”, informa el Gobierno catalán en una nota de prensa. “El Gobierno de España decidió unilateralmente que a partir del 14 de abril y sin tener en cuenta los condicionantes anteriormente marcados iniciar el desconfinamiento afectando a las personas trabajadoras de servicios no esenciales, con el riesgo correspondiente para la salud pública y con el desacuerdo del Gobierno de Cataluña”, añade.
El primer paso del plan, "ya implementado", es la vuelta de personas sanas a puestos de trabajo no esenciales; algo que criticó duramente Torra pero ahora asume como bueno.
El segundo paso es "el desconfinamiento parcial controlado de sectores concretos, con especial atención a los menores y las personas mayores de 65 años. Esto consiste en permitir salidas para pasear, o para hacer actividad física individual y no competitiva en espacios al aire libre y manteniendo la distancia física indicada. Estas salidas están motivadas para combatir los efectos psicológicos negativos del confinamiento".
Considera que "se debería asignar una franja horaria exclusiva para poder salir a pasear".
Un tercer paso es "la apertura progresiva de comercios no esenciales (tiendas) en función de su superficie, aforo, tipo de producto y ubicación, seguido de la autorización progresiva de actos o eventos de bajo aforo (referencia <30 personas) siempre que se pueda garantizar una baja densidad de ocupación, manteniendo la distancia social adecuada entre los clientes y los asistentes y poniendo especial énfasis en las medidas de limpieza, higiene y desinfección en este tipo de locales".
Un cuarto paso es "la apertura de escuelas y de equipamientos culturales y deportivos para uso individual".
Y el quinto paso, la "apertura de eventos con aforo de menos de 30 personas, eventos sociales, culturales, deportivos y musicales con espectadores. Se desaconseja cualquier evento multitudinario o concentraciones de más de 30 personas, tanto en espacios abiertos como cerrados, hasta que el riesgo sea muy bajo, dado que la posibilidad de un brote en un evento de estas características es muy elevado".
La propuesta de Mitjà, realizada desde la Fundación Lucha contra el Sida, donde es investigador, se titula: Herramientas y estrategias para el desconfinamiento durante el brote de coronavirus en Cataluña Posicionamientos y recomendaciones de un grupo de expertos.
Lo firman Mitjà y este grupo de personas: Cristina Royo, investigadora de Andorra; Alex Arenas, investigador de la Universidad Rovira i Virgili; Xavier Rodó, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona; Josep Ma. Martorel, director adjunto del Barcelona Supercomputing Center; Miquel Àngel Rodríguez-Arias, del Instituto de Ciencias Marinas (ICM-CSIC); Joe Brew, investigador independiente; Joel López Bercianos, investigador independiente ; Jordi Naval, director general de Biocat; Cristina Nadal, directora de Healthcare Programs de Biocat; Jordi Mitjà, experto en movilidad; Mireia Clua, experta en movilidad; Daniel Furlan, de PIMEC; Albert Pijuan Y Montserrat Soler, de la Cámara de Barcelona; Sol Muñoz, directora del Centro de Innovación y Desarrollo Enfermero del Colegio de Enfermería de Barcelona, y Joan Conesa, gerente del mismo.
También lo suscribe un miembro del Departamento de Salud de la Generalitat: Robert Fabregat, director general de Investigación e Innovación en Salud.
Propuesta de Mitjà
Recomienda gestionar de manera integrada y secuencialmente: el distanciamiento social (en varios grados, siendo el grado máximo el confinamiento total) y la identificación de casos y contactos y su aislamiento. Y una relajación del confinamiento en cinco fases graduales “siguiendo una metodología, criterios y parámetros avalados por la UE”.
“También recomendamos que, en paralelo, se establezca un comité científico independiente del más alto nivel que informe periódicamente a los órganos responsables de la gestión, que esté dotado de recursos técnicos y cuyos informes sean públicos”, incluye la propuesta de Mitjà tenida en cuenta por el Gobierno catalán, que, para poder ser aplicada en la comunidad autónoma, deberá contar con el visto bueno del Ejecutivo de Sánchez.
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