Propuesta de los decanos para un baremo docente más ajustado a la realidad del clínico

La Conferencia Nacional de Decanos de Medicina ha remitido a la Aneca su propuesta para revisar los criterios del baremo docente para la acreditación de profesores titulares y catedráticos de universidad con el fin de ajustarlos más a la realidad del clínico. Hay que tener en cuenta que, según datos de la Conferencia, las universidades en general y las facultades de Medicina en particular están perdiendo profesorado. Los decanos piden priorizar los cambios en la acreditación para profesores titulares, si bien creen que los resultados en los catedráticos tampoco son positivos.

“Sería importante plantearse que, en el futuro, los profesores acreditados, que formen a futuros médicos sean los profesionales que tienen contacto con los pacientes. Además de aportar motivación docente e investigadora suficiente, se permita una dedicación fundamental a la clínica, sin descartar por supuesto a los profesionales que expresan de forma muy importante estas dos últimas características, pero han tenido contacto físico escaso o nulo con los pacientes en la actividad clínica”, defienden en su propuesta.

“Si llamativos son los porcentajes de informes de evaluación positivos, lo es aún más la disminución muy significativa de solicitudes”

Y es que, según datos del programa Academia facilitados a la Conferencia por la propia Aneca en la última asamblea de los decanos, menos personas han presentado solicitudes de acreditación y la proporción de resoluciones favorables ha sido menor. Esta bajada en el número de peticiones ha sido generalizada, coincidiendo con los cambios en el baremo docente.

Por ejemplo, la Comisión de Ciencias Biométicas recopiló 45 peticiones para acreditarse como profesor titular, se las cuales el 80% fueron resueltas con una evaluación positiva; la de Medicina y Especialidades Clínicas, 68 peticiones, aprobando el 32%, y la de Especialidades Sanitarias, 46 peticiones, con un 61% de aprobación.

“Si llamativos son los porcentajes de informes de evaluación positivos (menores que los obtenidos con criterios anteriores), lo es aún más la disminución muy significativa en el número de solicitudes, teniendo en cuenta que esos datos recogen todas las solicitudes de acreditación de las 42 facultades que ofertan el Grado en Medicina (incluyen además profesores de otros grados) y de 30 diferentes áreas de conocimiento”.

Propuestas para cambiar los criterios

El baremo docente actual, modificado parcialmente en 2016 y por entero en 2017, consiste en evaluar a los candidatos en cinco áreas: docencia, investigación, transferencia de conocimientos y actividad profesional, gestión y formación (ésta sólo para los titulares). Cada uno iría valorado con la nota A -la máxima-, B, C, D y E. Las carencias en un área podían compensarse con la excelencia en otras, estableciendo unos mínimos.

¿Y qué cambios en el baremo docente quieren los decanos de Medicina? Por ejemplo, en el apartado de actividad investigadora, los decanos piden ajustar el número mínimo del índice JCR y tercil de las revistas donde se publiquen las investigaciones de los candidatos a un valor más asequible, y que se utilice indistintamente el JCR y el SJR.

Reclaman también mayor reconocimiento a quienes colaboran en las prácticas clínicas de grado y en la formación MIR 

También proponen sustituir el criterio de autoría preferente por el de autoría proporcional, ponderando el valor de las publicaciones según tercil y número de orden de autores, y tener en cuenta hasta 7 trabajos de multiautoría en lugar de 5 en el caso de la Comisión de Medicina y Especialidades Clínicas.

En cuanto a la actividad docente, quieren un mayor reconocimiento del periodo de actividad docente realizada como tutor o colaborador clínico honorario de las prácticas clínicas del grado y como docente para los MIR.

Sugieren además que los profesores asociados que compatibilizan su puesto asistencial con el docente con la dedicación máxima que les permita la ley sean considerados docentes a tiempo completo, “ya que, según su contrato, dedican el tiempo completo de su actividad asistencial a la docencia de alumnos en práctica clínica”.

También apuestan por sustituir de forma transitoria la evaluación favorable de la docencia mediante el Programa Docentia o similar por el sistema que tenga el rectorado para asociados (habitualmente basado en las opiniones de los estudiantes)

También piden que, si se revisan los criterios, puedan presentarse de nuevo quienes obtuvieran una evaluación negativa con los actuales

En el área de gestión, reclaman que se contemple la participación en los equipos decanales. Para acreditarse como profesor titular, también piden que una “C” en investigación pueda ser compensada con una “A” en gestión, si bien los propios decanos reconocen que “este punto supone una modificación del RD 415/2015 y entendemos que no es viable en el momento actual”.

En general, piden que en cuanto a transferencia y actividad profesional haya una revisión de los méritos requeridos “pues en el caso de que se obtuviera una “C” en la evaluación de la docencia o investigación parecen de muy difícil cumplimiento”. Particularmente, los decanos solicitan que “se amplíe la valoración de la actividad profesional realizada en los centros sanitarios con otros indicadores como, por ejemplo, las acreditaciones realizadas por las agencias de calidad sanitarias”.

“Si finalmente los criterios se modificaran en el sentido expuesto, solicitamos que tras la publicación de los criterios revisados pudieran presentarse de nuevo los que han recibido una evaluación negativa con los criterios actuales y están sometidos a un periodo de penalización”, reclaman también los decanos de Medicina.

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