“Apostamos por un abordaje integrado de todo el cuidado de la salud”

Fundada en 1891 por el ingeniero físico Gerard Philips junto con su hermano Anton y su padre Benjamin Frederik David (primo hermano de Karl Marx), Philips acumula 125 años de historia en los que ha experimentado una importante transformación que se traslada también a su actividad en España, bajo la presidencia de Juan Sanabria.

Se incorporó a Philips en España hace más de 23 años. Durante su ya larga y exitosa trayectoria profesional, ha desempeñado un gran número de responsabilidades directivas en distintas geografías y negocios del Grupo Philips, habiendo tenido la ocasión de vivir en París, Milán y Bolonia.

Su primera responsabilidad en la División de Cuidado de la Salud fue en 2002, para liderar las actividades de integración de las compañías médicas adquiridas por Philips. Seis años después y tras haber asumido distintas responsabilidades en esta División, fue nombrado director de Soluciones Profesionales de Cuidado de la Salud para el Sur de Europa, con la responsabilidad de definir e implementar proyectos y soluciones para la gestión integral de la tecnología sanitaria.
En 2012, tras otro periodo de tres años en el extranjero, Philips Ibérica anuncia su nombramiento como presidente de Philips en Iberia, responsabilidad a la que, poco tiempo después, añadía también la de liderar, de manera directa y como director general, la División de Cuidado de la Salud. Desde esta posición, sigue trabajando con el reto de posicionar a Philips como uno de los agentes clave en la transformación del sistema sanitario.

P. ¿Cuál es el legado de la compañía en el mundo y en España?
R. Philips es una compañía multinacional con más de 125 años de vida, que nace en Eindhoven (Holanda), y que ha tenido siempre la misma vocación: la de mejorar la vida de las personas a través de la innovación. Para dar sentido a esta misión, ha ido adaptándose a las necesidades y oportunidades de cada momento y transformándose como compañía. Hace tres años decidimos, a nivel global, acelerar esta transformación para convertirnos en lo que hoy somos: una compañía multinacional global, dedicada exclusivamente a mejorar la salud y el bienestar de las personas.
En España hemos llevado a cabo el mismo proceso de transformación, y hoy disfrutamos de una magnífica posición de mercado. A nivel de consumidor, la marca Philips es bien conocida y tiene una excelente reputación y, en el espacio de la salud profesional, es claramente líder en tecnología e innovación de la salud, y está presente en todos los hospitales relevantes del país. Philips es reconocida por los mejores profesionales de la salud como un socio estratégico respetado y de confianza, tanto en los sistemas de salud privados como públicos.

P. ¿Cómo ha cambiado la tecnología sanitaria en el último siglo la aportación de Philips en este campo?
R. Ha cambiado de manera radical. Mucha de la tecnología sanitaria que hoy disfrutamos ha nacido en los últimos 100 años y a raíz del descubrimiento de los rayos X en 1895. Philips lleva todos estos mismos años trabajando en el desarrollo de innovación y ha sido una de las empresas que más ha contribuido en muchas áreas clave. Por tecnologías, destacaría rayos X, TAC, resonancia magnética, Medicina Nuclear, Intervencionismo mínimamente invasivo, ecografía y monitorización, entre otras muchas.

Pero quizá la mayor aportación la estemos haciendo ahora con una apuesta decidida por desarrollar tecnología que permita un abordaje integrado de todo el cuidado de la salud, lo que llamamos el ‘Continuum of Care’. Queremos ofrecer no sólo las mejores soluciones para el diagnóstico, el tratamiento y la monitorización en el hospital, sino también la tecnología para monitorizar y ayudar fuera del hospital, en la fase de recuperación en casa o en la calle. Por ello, desarrollamos soluciones de seguimiento remoto de enfermedades crónicas y para el cuidado de personas mayores en el hogar. Todo esto lo complementamos facilitando la prevención y la promoción de la salud con tecnologías de consumo que ayudan a las personas y a mantener estilos de vida saludables.

En este abordaje, Philips cuenta además con una ventaja y un elemento diferenciador, y es que ya está presente en el hogar y en la vida de muchos ciudadanos con productos de cuidado personal que ayudan a hacer realidad este cuidado integral como, por ejemplo, nuestros dispositivos de terapia respiratoria y de sueño, nuestras soluciones para el cuidado dental o los productos de cuidado de la madre y el bebé.

A todo esto añadimos sistemas de información que permiten conectar todo el continuo asistencial para una gestión integral de la salud de la población.

P. ¿Cuáles son los productos principales de tecnología sanitaria que tienen hoy en cartera y los que prepara para los próximos años?
R. Tenemos productos muy innovadores y con ellos ocupamos posiciones de liderazgo en todas y cada una de las categorías que antes mencionaba. Es difícil elegir entre tantas pero, si tuviera que destacar alguna, creo sinceramente que estamos muy por delante en resonancia magnética, donde acabamos de lanzar un equipo único en el mundo que está diseñado para trabajar sin apenas helio, en medicina molecular con nuestro PET-CT Digital, también único, que permite un diagnóstico muy precoz, o nuestros sistemas de intervención guiada por imagen para la creación de quirófanos híbridos.

Y si buscamos áreas en las que la tecnología no ha estado tradicionalmente tan presente destacaría, por ejemplo, nuestra solución de anatomía patológica digital y computacional o nuestro sistema de información para la gestión y ayuda a la decisión clínica en los comités de tumores, que van a ser sin duda elementos importantes que contribuyan, en el terreno de la oncología, a una medicina cada vez más precisa y personalizada.

P. ¿De qué manera logra Philips diferenciarse de sus rivales? ¿Cuáles son sus líneas de investigación?
R. Hay tres cosas que claramente nos diferencian y nos ayudan a mantenernos a la cabeza:
1. La primera, el abordaje integral y conectado de todo el continuum asistencial, sobre la base de un amplio porfolio de productos y soluciones.

2. La segunda, nuestra capacidad de innovación, como demuestra el hecho de que seamos una vez más la compañía número uno en cuanto al número de solicitudes y registro de patentes en el campo de la tecnología médica en la Oficina Europea de Patentes (EPO).

3. Y lo tercero, nuestro enfoque centrado en el cliente y en el paciente, que se concreta en la flexibilidad para definir soluciones innovadoras y modelos de colaboración muy novedosos.

“El análisis y gestión de los datos tienen un papel importante en la toma de decisiones clínicas”

P. ¿Está cambiando la atención sanitaria con la robótica, la inteligencia artificial, el aprendizaje profundo, los algoritmos, etc.? ¿No se corre el riesgo de deshumanizar en parte esa asistencia sanitaria al depender tanto de las imágenes diagnósticas y los análisis genéticos?
R. Está cambiando el mundo, y el de la atención sanitaria no puede ser ajeno a estos cambios. Todos estos avances, bien aplicados, no tienen por qué deshumanizar la asistencia sanitaria. Bien aplicada, la tecnología muy innovadora, la inteligencia artificial y los algoritmos no hacen sino facilitar el trabajo de los profesionales, mejorar la experiencia del paciente, los resultados en salud y la eficiencia y eficacia de todo el sistema sanitario.

El análisis y la gestión de los datos tienen un papel importante en la toma de decisiones clínicas. El beneficio que se puede obtener del análisis y explotación de datos, en este caso clínicos, es enorme.

En Philips tenemos soluciones para gestionar información combinada, por ejemplo, de pruebas de imagen, anatomía patológica e información del genoma, que permiten diagnósticos más rápidos y precisos y, por tanto, tratamientos personalizados y más eficaces en procesos tumorales.

La tecnología puede además jugar un papel importante en la humanización de la sanidad, en tanto en cuanto posibilita la involucración y el empoderamiento del paciente. Un paciente que quiere estar perfectamente informado, involucrado a la hora de tomar decisiones y ser corresponsable de la gestión de su propia salud. Esto es ya una realidad, más que un futuro.

P. En un escenario de recortes, crisis económica no resuelta y marginación de lo privado, ¿cómo son las relaciones con las administraciones públicas? ¿Valora nuestra sociedad los progresos tecnológicos? ¿Cómo se pueden encajar unos costes sanitarios cada vez mayores con ese panorama de austeridad?
R. Como decía anteriormente, sin duda mediante una Sanidad que apueste por la innovación, que facilite la introducción de tecnología y que ayude a mejorar los resultados en salud y sea generadora de eficiencia. La sostenibilidad es el reto que afrontan los sistemas sanitarios en todo el mundo. Y, en mi opinión, si queremos mantener los logros de la sociedad del bienestar en el ámbito sanitario es preciso un cambio de paradigma asistencial en el que las tecnologías sean precisamente las que generen la necesaria eficiencia, que faciliten la educación y promoción de hábitos saludables, la prevención, el diagnóstico precoz y certero, las intervenciones mínimamente invasivas y el tratamiento y seguimiento del paciente fuera del hospital, que posibiliten un mejor control de las patologías crónicas, y se eviten ingresos y reingresos hospitalarios innecesarios.

“Queremos ofrecer las mejores soluciones de diagnóstico, tratamiento y monitorización en el hospital y fuera de él”

P. ¿Hasta qué punto puede ser considerado el sector de la tecnología sanitaria como un verdadero socio del Estado español a través de acuerdos de riesgo compartido y otros acuerdos de financiación innovadores?
R. Son cada vez más las organizaciones sanitarias que ven la necesidad y la oportunidad de contar con un socio tecnológico con el que desarrollar e implantar soluciones innovadoras de gestión integral de la tecnología, incluyendo financiación y riesgo compartido, que les ayude a definir, planificar, gestionar y sacar el mayor partido a su tecnología en beneficio de una asistencia de más calidad, más eficiente y efectiva. En España, Philips tiene ya numerosos ejemplos en este sentido de grandes acuerdos de colaboración con importantísimas instituciones como el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, el Sergas de Galicia, el Hospital Campus de la Salud de Granada o el Hospital Universitario de Salamanca.
Y vamos a seguir trabajando en esta línea para desarrollar acuerdos, tanto públicos como privados, de distinta envergadura, diseñados a la medida de las necesidades de cada situación y basados en modelos de relación distintos y más flexibles.

P. ¿Cuál es su valoración del nivel de obsolescencia tecnológica en los hospitales españoles y la preparación técnica de los profesionales sanitarios?
R. Nuestro sistema sanitario, uno de los mejores del mundo y muy bien valorado por todos los ciudadanos, cuenta, sin lugar a dudas, con unos excelentes profesionales, en muchos casos, de reconocido prestigio internacional.
En cuanto al nivel de obsolescencia de la tecnología, conviene mencionar que, aunque la antigüedad media del parque no es la que se debería tener de acuerdo a los estándares internacionales, España cuenta habitualmente con las últimas tecnologías disponibles, si bien no en el número que debiera. El esfuerzo que muchas organizaciones sanitarias han realizado en estos últimos dos o tres años para intentar compensar los años de crisis y la falta de inversiones ha mejorado la situación, pero falta, en mi opinión, un impulso más decidido que necesariamente tiene que venir de la mano de modelos de colaboración más innovadores, flexibles, orientados a mejorar costes, resultados en salud y la experiencia del paciente y del profesional de la salud.

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