“Primaria acumula suficiente masa crítica de ‘quemados’ para gritar ‘basta ya'”

El cuarto de los cinco días de huelga convocados el pasado 26 de noviembre por Médicos de Cataluña para exigir mejoras en la primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Administración y sindicato pusieron fin a su tenso pulso con un acuerdo que, según Josep Maria Puig, secretario general de Médicos de Cataluña, “es satisfactorio para todas las partes: el ICS, los profesionales y los ciudadanos. Todo el mundo gana”. Sin ánimo de sonar muy enfático, Puig está convencido de que el pacto “marcará un antes y un después, porque hay un cambio de paradigma que hace primar la calidad sobre la cantidad. En el trasfondo subyace la transformación del modelo de primaria en pro de la calidad asistencial para el usuario y de la recuperación del placer de ejercer de médico para el profesional, por muy épico que suene”.

A la adecuación de la carga de trabajo de los médicos a la población asignada (un mínimo de 12 minutos por paciente y una media de entre 25 y 28 visitas diarias), que era la principal reivindicación del sindicato, el acuerdo suma el compromiso del ICS de contratar a 250 nuevos médicos de Familia y varias mejoras retributivas, tendentes a recuperar el poder adquisitivo perdido por los médicos en los años de crisis económica. Puig cifra la merma salarial “en una media del 30 por ciento para todos los médicos. En el caso de primaria, hay, además, un estudio reciente que revela que la pérdida retributiva media de los últimos ocho años para un especialista joven, recién incorporado al sistema, sin trienios ni complemento de carrera profesional, equivaldría a haber trabajado gratis un año completo de esos ocho”.

“Es ilusorio pensar que se puede dar buena asistencia con 5 minutos por paciente y más de 40 visitas diarias”

La medida de lo logrado la dan el punto de partida y el camino recorrido, y el punto del que se partía era, según Puig, “el machaque moral y físico de muchos médicos que llevan años ejerciendo en condiciones lamentables. Es ilusorio pensar que se puede atender bien a la gente con una consulta de 5 minutos o menos y con agendas de más de 40 pacientes diarios, lo que, unido al trabajo burocrático, se transforma en una máxima muy peligrosa para el sistema: haz lo que puedas y como buenamente puedas”.

Frente a eso, los 12 minutos mínimos por paciente que el acuerdo le ha arrancado al ICS no son, le consta, la panacea, “pero es que no se trata exactamente de los 12 minutos. Es probable que haya consultas que puedan solventarse en menos tiempo, sin menoscabo de la calidad asistencial y sin sensación de agobio, y otras que requieran más. En esencia, se trata de tener una agenda con la suficiente versatilidad como para poder atender a todo el mundo con calidad y garantías, y eso se puede traducir en 12 minutos, en más, en menos…”.

Tampoco los 250 nuevos médicos de Familia que el ICS se ha comprometido a contratar es una cifra grabada en piedra “o no, al menos, de forma inmediata, porque ahora no hay paro médico, y esos facultativos no están en la recámara, ni se puede disponer de ellos en el plazo, digamos, de un mes. Se trata de solucionar problemas, no de lanzar globos sonda al aire”. Según el dirigente sindical, “encontraremos a esos 250 médicos, y a más, cuando el sistema sea lo suficientemente atractivo para ejercer en él;es decir, cuando uno pueda ejercer su profesión de médico en buenas condiciones y reciba una compensación económica adecuada por hacerlo”.

“La huelga de Cataluña ha sido un síntoma del generalizado malestar que la primaria española vive desde hace años”

Y tampoco se trata de aumentar arbitraria e indiscriminadamente la oferta de plazas MIR en Familia o Pediatría, porque “Cataluña forma a 1.100 residentes cada año y el número de médicos que se jubila en ese periodo es inferior. El problema es retener a la gente que has formado y con la que te has gastado mucho dinero. Cuando ya tenemos el producto formado y, además, su calidad es internacionalmente reconocida, le ofrecemos un puesto de trabajo absolutamente indigno. ¿Qué queremos entonces? La gente se va y los números lo avalan: somos la comunidad que exporta más facultativos al resto de España, especialmente a Aragón, la Comunidad Valenciana y Baleares, y somos también la autonomía que más certificados de idoneidad pide a la Organización Médica Colegial (OMC) para poder salir a Europa, donde nos reciben con los brazos abiertos y donde sólo con cruzar la frontera tienes menos carga de trabajo y mejor remunerada”.

A falta de esos 250 médicos, la solución intermedia, y provisional, que se plantean el ICS y Médicos de Cataluña es que el médico, “de forma voluntaria y evidentemente retribuida” -matiza Puig-, pueda ver por la tarde a los pacientes que no le haya dado tiempo a ver en su jornada ordinaria.

Soluciones exportables

La huelga catalana es, según el dirigente sindical, un síntoma del “generalizado malestar” que la primaria vive en el SNS. “Los médicos de Asturias, de Andalucía, de Galicia, de Murcia, de Extremadura… están tan absolutamente quemados como sus colegas catalanes. La primaria ha acumulado la suficiente masa crítica de profesionales quemados para gritar hasta aquí hemos llegado. Es un problema de infrafinanciación que ha afectado a toda España”. Y si el mal es compartido, Puig está convencido de que las recetas catalanas para conjurarlo también son extrapolables a todo el SNS: “No sé si tienen que ser 12 ó 15 minutos por paciente, 25 ó 27 visitas diarias, pero sí tengo claro que el modelo tiene que cambiar en la dirección en la que nos hemos empezado a mover nosotros. No nos podemos apartar mucho de esa solución”.

La huelga como única vía

Como buen sindicalista, Josep Maria Puig está convencido de que “la huelga es la única salida para defender y consolidar derechos adquiridos, pero eso no es algo exclusivo de este país ni de este sector; esto es algo conceptual: los derechos se han tenido que conquistar, y su mantenimiento y defensa no pasan por la petición amable y educada en una mesa de negociación, porque tu interlocutor te dirá a todo que sí, pero luego se le olvida. De buen grado es muy difícil conseguir mejoras”.

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