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jueves, 2 de abril de 2020

Enfermería de AP pide que no se cierren los centros de salud, que evitan el colapso en los hospitales

Profesión
aliciaserrano
02/ 04 / 2020
Desmantelamiento de Atención Primaria
Las enfermeras de primaria son un filtro que mantiene la Covid-19 bajo control, evitando la saturación de pacientes en los hospitales. Foto: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).
Las enfermeras de primaria son un filtro que mantiene la Covid-19 bajo control, evitando la saturación de pacientes en los hospitales. Foto: Ariadna Creus y Ángel García (Banc Imatges Infermeres).

Los centros de salud no se pueden desmantelar para llevar a los profesionales a otros ámbitos distintos de la atención primaria. Pero se está haciendo. Es una de las principales reclamaciones del Colegio de Enfermería de Madrid (Codem), la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (Faecap) y de Satse.

El traslado de enfermeros del primer nivel asistencial a centros hospitalarios, incluido el hospital de campaña en Ifema (Madrid), va a repercutir de una forma importante en la atención sanitaria que se está prestando en los centros de salud, donde se están atendiendo los problemas habituales de los pacientes crónicos y, al mismo tiempo, realizando el seguimiento diario de muchos casos sospechosos o positivos por la Covid-19.

“El cierre de centros de salud -ya son alrededor de 70 en Madrid, sobre todo en zonas rurales- para que parte de los profesionales de enfermería de primaria desempeñen su labor en el hospital de campaña de Ifema, conllevará graves consecuencias que podrán repercutir en un recrudecimiento de la crisis, elevando la presión en la atención hospitalaria en casos que pueden solventarse desde el primer nivel asistencial”, explica a este periódico Marta Fernández Batalla, enfermera de atención primaria, responsable de Educa del Codem y presidenta de la Sociedad Científica Madrileña del Cuidado.

Atención precaria

Para Daniel González Andrés, enfermero en AP en un centro de salud de Madrid, el desmantelamiento de primaria va a suponer un cambio para los pacientes con coronavirus: “Ahora les hacemos un seguimiento a los que tienen síntomas leves y hacemos las derivaciones a hospitalaria cuando hace falta. También, valoramos pacientes in situ”, dice.

En esta situación, los pacientes crónicos tienen en estos momentos “una atención bastante precaria, ya que no tenemos capacidad de atenderles. Se les explica que si empeoran, que se pongan en contacto con nosotros”, lamenta González Andrés.

Además, el seguimiento del niño sano solo se está haciendo hasta los 15 meses, “por las vacunas que se consideran que son indispensables hasta esa edad”.

Más de un tercio de las plantillas

Fernández Batalla añade que, de momento, han trasladado a un tercio de las plantillas de enfermeras de primaria de Madrid al segundo nivel asistencial. “En los próximos días podría aumentar este porcentaje, ya que para atender a los 5.000 pacientes que podrían ingresar en Ifema se necesitarán 400 enfermeras más”, calcula.

Precisamente por ello, desde primaria se afanan por recordar a la ciudadanía y a las autoridades sanitarias “que el resto de la atención clínica y social no solo continúa funcionando más allá de los hospitales, sino que debe ser así para potenciar el ansiado éxito que todos buscamos en la lucha contra la pandemia de la Covid-19”, asegura la presidenta de la Sociedad Científica Madrileña del Cuidado.

En opinión de Teresa Galindo, secretaria general de Satse Madrid, la puesta en marcha de un macro hospital de campaña  en Ifema, pareció en un principio positivo, “pero ya no parece la mejor idea tal y como la han planteado, ya que han desvestido un santo para vestir a otro. Desmontar la atención primaria es dar un paso en el camino equivocado, especialmente ahora donde cada error cuenta y retrasa la salida de la crisis sanitaria”, explica.

Además, reitera que cerrar centros de salud –la mayoría en los pueblos- y ordenar el traslado de sus enfermeras y médicos a Ifema, “deja sin cobertura a miles de madrileños, especialmente aquellos que lo tienen más difícil para acceder a  este bien público (los que viven en las localidades más pequeñas), y tal vez se produzca el efecto contrario al deseado, ya que muchos decidirán no acudir al centro de salud y cuando lo hagan tal vez su patología ya no sea leve sino grave o muy grave y, entonces, tendrán que intervenir los servicios hospitalarios, ya excesivamente saturados”, indica.

En AP se contiene el contagio

En esta lucha sin cuartel, las enfermeras de primaria -según Fernández Batalla- desempeñan un factor fundamental en el tejido social que empieza en el núcleo familiar y que está conectado directamente con el centro de salud, ya que su labor garantiza la contención del contagio y contribuye directamente a disminuir el desbordamiento del sistema hospitalario.

“Las enfermeras, ahora más que nunca, somos la garantía de los cuidados que normalmente desarrollamos en el núcleo familiar y con pacientes crónicos y vulnerables. Estamos ofreciendo asistencia telefónica, indicando cuidados de diversa índole, donde se incluye el asesoramiento farmacológico para combatir los efectos de la infección, pero con una visión de conjunto respecto a la situación clínica concreta de cada paciente. Al mismo tiempo, estamos brindando soporte psicológico y social en cada uno de los hogares de las personas afectadas donde el miedo y la incertidumbre hacen mella”, señala.

Desde el Codem –añade- se está reivindicando la necesidad de mantener abiertos los centros de salud, e incluso reforzar los puntos de atención continuada donde sea necesario.

Reconsiderar los cierres

La Faecap solicita la revisión de medidas que vayan en la dirección de cerrar los centros de salud.

“Los motivos que nos llevan a esta posición son el gran papel de los equipos de primaria en la contención de la pandemia para evitar el colapso de los hospitales”, asegura Francisco Javier Carrasco, presidente de la Faecap.

También pide que, en el caso de movilizar otros dispositivos de AP, que sean los estrictamente necesarios para garantizar la actividad esencial de los centros de salud y que la población pueda ser atendida en sus domicilios.

“De esta manera seremos capaces de garantizar la atención y seguimiento de pacientes de cuadros leves y asegurar la continuidad de la atención a los que sean dados de alta del hospital tras cuadros más complicados. A su vez, se seguiría trabajando en el abordaje de otros problemas de salud, que por sus características no se puede hacer un paréntesis en su atención”, concluye Carrasco.

Las enfermeras de primaria son un filtro que mantiene la Covid-19 bajo control, evitando la saturación de pacientes en los hospitales. Están multiplicando su labor de vigilancia y acompañamiento asistencial. coronavirus Off Alicia Serrano Off

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