La despoblación o lo que hoy todo el mundo conoce como la España vaciada es un problema que afecta a Extremadura, como a otras comunidades autónomas, con la dificultad añadida de que existe una gran diferencia entre sus dos provincias, Cáceres y Badajoz: la primera con pueblos más atomizados y pobres, y la segunda, con poblaciones más grandes y más ricas. Además, como en otras autonomías, Extremadura no se libra de tener farmacias VEC (viabilidad económica comprometida); sólo en Cáceres hay 40 boticas en esta situación frente a las cinco que hay en Badajoz. Con esta realidad de fondo y, a pesar de las dificultades, los medicamentos llegan a todos los extremeños en igualdad de condiciones, gracias al modelo solidario de la distribución farmacéutica, y las farmacias españolas, no solo las extremeñas, siguen mostrando su compromiso con los pacientes, sobre todo con las personas mayores y con patologías crónicas.
En el desempeño de esta labor, la farmacia extremeña pide más apoyo por parte de las autoridades sanitarias, que no tiene por qué ser estrictamente en el plano económico sino que se traduzca en una mayor inclusión en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Y es que, si se fortalece a la farmacia se contribuye a la sostenibilidad del sistema, que debe dar respuesta a un reto importante: la cronicidad y el envejecimiento saludable.
Estas son algunas de las conclusiones a las que llegaron los participantes en un encuentro organizado por Correo Farmacéutico y Cofares, en su sede de Badajoz, bajo el título La farmacia ante las necesidades sociosanitarias. En el debate, moderado por Miguel G. Corral, director de Correo Farmacéutico y Diario Médico, participaron Eduardo Pastor, presidente de Cofares; Pedro Antonio Claros y Cecilio José Venegas, presidentes de los COF de Cáceres y Badajoz; Joaquín Macías, diputado de Podemos IU-Extremeños-EQUO en Asamblea de Extremadura; María Elena Nevado, diputada del PP; José María Casares, diputado de Ciudadanos, y Catalina Paredes, diputada del PSOE.
Fotografía de la realidad
Venegas hizo una fotografía clara de la realidad farmacéutica en Extremadura que sirvió para sentar las bases del debate: “En nuestra autonomía las 680 farmacias están distribuidas estratégicamente. En Cáceres el 40% están en poblaciones de menos de 1.000 habitantes y tiene 40 farmacias en situación VEC frente a las cinco VEC que tiene Badajoz. Este sistema sería insostenibles sin el modelo cooperativo, que permite hacer un viaje a pérdidas, que se basa en la igualdad y en la solidaridad con el farmacéutico y la sociedad, y que no funciona con la premisa de tener pedidos mínimos”.
Más allá de los números, Claros destacó la labor que los farmacéuticos están desarrollando en el ámbito sociosanitario y sobre todo en ese escenario de la España vaciada. “En poblaciones pequeñas el farmacéutico hace un servicio esencial y podemos ayudar mucho en esa España vaciada, porque fijamos la población con nuestra atención”. De la misma opinión es el director de CF, para quien “la farmacia comunitaria tendrá, si no lo tenía ya, un papel crucial en la atención sanitaria en aquellos pueblos cada vez más despoblados”.
El presidente cacereño recordó que el farmacéutico cuenta con “una legislación que funciona” para desarrollar su actividad profesional y “que ha sido completada con un par de acuerdos con la Junta de Extremadura”. Uno de ellos es el de las residencias de mayores, donde se establecen las condiciones para prestar la atención farmacéutica a los mayores institucionalizados. Otro es el que tienen ambos COF, que elaboraron un protocolo para realizar sistemas personalizados de dosificación (SPD), “con el fin de que los cuidadores o los mayores no cometan errores a la hora de tomar la medicación”.
Envejecer con salud
Para el presidente del COF de Cáceres, el boticario puede ayudar mucho y está llamado a ejercer un papel mayor con esas personas mayores que todavía están en su casa y que son independientes.
Precisamente, sobre promover la autonomía de los mayores y el envejecimiento saludable se pronunció Catalina Paredes, quien señaló que este debe ser el camino de la estrategia política en la autonomía: “La estrategia debe ser permitir una vida digna a las personas de más edad. Tenemos una población que va envejeciendo y vive en núcleos pequeños y debemos proporcionar cuidados sanitarios y sociales para que se queden en sus domicilios y no tengan que salir de su hogar y su entorno”. En su opinión, el primer paso sería formar a la población y a los sanitarios para llegar a la vejez con una buena calidad de vida.
La representante del PSOE no se olvidó de mencionar a la farmacia como uno de esos recursos sociosanitarios, “porque es el único lugar donde pueden ir los mayores en lugares pequeños donde no hay un consultorio abierto”. Asimismo, apeló a la colaboración entre todos los agentes sanitarios y sociales para atender estos retos.
Más competencias
María Elena Nevado fue más allá y puso sobre la mesa el debate de la ampliación de competencias del farmacéutico. ”Igual que se ha hablado de la prescripción enfermera, algunos farmacéuticos demandan un papel más clínico y, por ello, es importante la asignación de los centros de dependencia a algunas boticas”. Es más, insistió en que en el ámbito rural a este profesional “hay que darle nuevas salidas más allá de comprar medicación pues si no están abocadas a morir”.
Las posibilidades para impulsar la farmacia son diversas y en el debate se plantearon iniciativas variadas, como la que propuso Venegas de crear una autonomía cardioprotegida, instalando en las farmacias desfibriladores, o la vacunación en farmacias, apoyado por enfermería, como mencionó Pastor.
Dónde va la innovación
Pero una cosa es lo que debería ser y otra, lo que ocurre en realidad. Y es que, Venegas no siente que las autoridades políticas tengan en cuenta el valor del trabajo de la farmacia. Y eso se refleja en ciertas decisiones como aquellas que hacen que los tratamientos innovadores vayan destinados al ámbito hospitalario, “dejando al margen a la botica, empobreciéndola” y causando trastornos a personas que tienen que desplazarse al hospital para recoger su medicación cuando tienen una farmacia cerca de su casa, criticó. “Aproximadamente el 50% del gasto está en los hospitales y las personas tienen que acercarse a estos centros para que les dispensen cosas que son de Atención Primaria –añadió–. En todos los pueblos, incluso pequeños, hay farmacias, pero quieren ahorrarse el pequeñísimo margen del farmacéutico del medicamento X”. Por ello, el presidente colegial afirmó que se “está desabasteciendo la atención sanitaria de la Atención Primaria” y se “está consiguiendo descapitalizar a la farmacia”, condenándola a tener “un arsenal terapéutico envejecido”.
Desde Ciudadanos comparten la visión de Venegas y defienden la necesidad de “reforzar a la farmacia”. ¿Cómo? José María Casares lo tiene muy claro: “Por la labor sociosanitaria que realiza, además de la empresarial, y por ser una parte importante de la cadena sanitaria, la farmacia debería estar más integrada, como lo está en otras autonomías. También hay que estudiar la situación de aquellas que están en lugares pequeños, porque la gente cuando se va de un sitio es por falta de servicios o por falta de renta”.
Plan de rescate
En esta línea, Nevado defendió que se “necesita un plan de rescate de los profesionales de la Sanidad, porque huyen de Extremadura. Un tercio de la población extremeña tiene más de 60 y 65 años y Cáceres es la más envejecida. Allí, poner una farmacia no es rentable”. Por tanto, reiteró la idea del representante de Ciudadanos, de que “los servicios de salud deben estar garantizados y solucionar las dificultades de las farmacias VEC”.
“¿Qué hubiera hecho la Administración si las farmacias hubieran cerrado en los momentos más duros de la crisis económica? ¿Queremos un sector que sea VEC y financiado por las administraciones?”, se preguntó Pastor, quien propuso “llegar a acuerdos con la Administración e intentar sostener el modelo”.
Para Macías lo que nunca se debería perder es la protección que ofrece el SNS: “Que todo se cubra en gran medida por la Sanidad pública es una garantía de igualdad en el acceso a los medicamentos y esto hay que protegerlo y debe ser prioritario para la Junta”.
En su opinión, para sostener esta cobertura pública hay soluciones diversas, como mejorar la prescripción: “Hay médicos que prescriben fármacos que son mucho más costosos que otros, por lo que hay margen para ahorrar”.
Respecto a la sostenibilidad, desde Ciudadanos defienden que todos, médicos, farmacéuticos y políticos, son parte de la solución. “Debe haber un acuerdo, como el que hay con Farmaindustria, que ya ha vencido y que se está renegociando”, recordó Casares.
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