Cambiar la organización habitual hospitalaria a un espacio diáfano en el que se pueda deambular y monitorizar a los pacientes graves con coronavirus, pero que no necesitan cuidados intensivos, al estilo del que se realiza en emergencias es el objetivo del apoyo y asesoramiento que está brindando Médicos Sin Fronteras a las instituciones sanitarias de Madrid y Cataluña. Esta colaboración se ha materializado ya en la apertura este lunes de una unidad de hospitalización temporal cercana al Hospital Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares, y de otra este miércoles en el Hospital Severo Ochoa, de Leganés.
El objetivo de este trabajo conjunto es el desarrollo de prototipos de unidades de hospitalización temporales que ayuden a ampliar la capacidad hospitalaria y la búsqueda de espacio donde localizarlas en Madrid, Cataluña y Vitoria, así como para la ordenación de flujos de pacientes.
Noguera: “La gestión de la epidemia requiere una mentalidad de emergencia humanitaria"
“Se trata de cambiar la mentalidad y de actuar como se hace en una epidemia. Es el mismo patrón aunque estés en lugares remotos”, ha explicado Luis Encinas, asesor médico para Covid-19 de MSF. El objetivo de estas estructuras de apoyo es, según Paula Farias, coordinadora de MSF en Madrid, “descongestionar los servicios de urgencias atendiendo a los casos menos graves para que estos centros puedan concentrarse en atender a los enfermos más graves afectados por la Covid-19 ”. Aquéllos casos en los que sea necesaria la asistencia en las unidades de cuidados intensivos serán remitidos a los centros hospitalarios, algo de fácil resolución dada la cercanía con los hospitales. Por tanto, los pacientes susceptibles de ser ingresados en estas unidades son personas en un estado no críticas pero que requieren una vigilancia cercana.
Esta es la primera vez que MSF actúa de esta forma no sólo en España, sino también en Europa, y busca asesorar a las autoridades para crear modelos de unidades hospitalarias y determinar “cuánto espacio se necesita, cuántos profesionales, qué previsión de fármacos y de oxígeno es necesario, cómo deben organizarse los circuitos… para permitir que los hospitales se descongestionen” y retornen a su objetivo asistencial, más allá del coronavirus, ha explicado Encinas.
“La gestión de la epidemia requiere una mentalidad de emergencia humanitaria para buscar soluciones fuera de lo habitual, con el objetivo de aumentar la capacidad de manejo de casos, reducir la mortalidad y frenar el contagio”, ha añadido David Noguera, presidente de MSF.
Espacios diáfanos
Según Farias este tipo de estructuras se realizan en polideportivos, comedores y cualquier tipo de espacio civil que permita a los sanitarios trabajar en un espacio abierto y diáfano: “Nuestra experiencia en otras epidemias nos permite diseñar circuitos precisamente para eso: para disminuir los contagios. Con menos personal se puede controlar a más pacientes y es por eso que buscamos este planteamiento”.
Según Encinas, este tipo de abordaje permite actuar en aquéllos pacientes que están más graves y hacerlo “más rápido y de forma totalmente adaptada a la situación”. Además, el personal sanitario que trabaja en las unidades temporales pertenece a los hospitales a las que están adscritos, y se encargarán de gestionar las estructuras. No obstante, en cada una de ellas MSF aportará un equipo de apoyo logístico y de monitorización: Tendremos a un responsable médico en las dos unidades para ofrecer formación al personal sanitario en aspectos como el sistema de gestión de este tipo de estructuras en situaciones de crisis sanitarias o en todo lo referente al uso de los trajes de protección. Una vez la unidad de apoyo esté en pleno y correcto funcionamiento, la coordinación pasará completamente a manos de los hospitales”, ha dicho Farias.
La unidad de apoyo al hospital Severo Ochoa, ubicada en el pabellón Carlos Sastre de Leganés, se ha implantado en coordinación con el ayuntamiento local y el centro hospitalario y cuenta con 120 camas. Por otro lado, la unidad sanitaria de Alcalá de Henares está bajo coordinación conjunta de MSF, el Hospital Príncipe de Asturias y se ha organizado en el Pabellón Deportivo Rector Gala, de la Universidad de Acalá con una ocupación de 82 camas.
Apoyo en Cataluña
Asimismo, MSF está prestando apoyo y asesoría a las autoridades sanitarias catalanas. Según explica la ONG, la Generalitat aplicará el modelo de respuesta sanitaria a todos los hospitales que están involucrados en la crisis de la Covid-19. Hasta la fecha, MSF está participando en el diseño de las estructuras externas y de los circuitos de pacientes de pabellones asignados a los centros de los hospitales Sant Pau, del Mar, Clínico, de Igualada, Vic, Sabadell y Can Ruti. Por su parte la estructura creada en torno al Hospital Vall d’Hebrón ya ha atendido a casi 30 pacientes.
Por último, la organización también está asesorando al comité directivo de residencias de mayores en Cataluña para la evaluación de riesgos e implantación de medidas de higiene y protección por parte de los cuidadores para reducir la transmisión, así como para mejorar el manejo de casos.
“Un equipo de MSF está visitando estos centros e identificando las necesidades más acuciantes; nuestra intención es desarrollar un modelo de asistencia, herramientas y protocolos que estará a disposición de todas las residencias del país en un portal en la red.Tenemos un triple objetivo: apoyar a las plataformas de coordinación que responden a esta epidemia con nuestra experiencia en gestión de crisis sanitarias similares, contribuir a descongestionar hospitales y centros de salud para que estos puedan concentrarse en atender los casos más graves, y reforzar la protección de nuestros mayores, uno de los colectivos más vulnerables en esta epidemia”, ha añadido Noguera.
Campaña internacional para financiar la respuesta global a la pandemia de la Covid-19
Para poder financiar las intervenciones ya en marcha, MSF ha lanzado el Fondo Crisis Coronavirus. Las aportaciones de ese fondo, cuyo objetivo inicial es alcanzar los 100 millones de euros, se destinarán a la respuesta directa a la pandemia –entre otros países, en España– y a las consecuencias que está provocando en países que ven su capacidad sanitaria mermada y cuyo personal sanitario está especialmente expuesto a la infección. En el caso de MSF, esto significa garantizar la continuidad de la atención médica para cientos de miles de pacientes en sus programas y para las comunidades extremadamente vulnerables a las que asiste en todo el mundo.
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