Capitanea la sanidad en la autonomía que se ha visto más afectada por la epidemia de coronavirus. Pero también en la que más crítica se ha mostrado con la gestión del Gobierno central en esta crisis. El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, explica apenas unos minutos después de terminar el Consejo Interterritorial de Salud celebrado virtualmente este lunes que la decisión de volver al trabajo en los términos iniciales del estado de alarma “ha sido una mala decisión, precipitada y que nos puede llevar a un repunte muy grave”.
PREGUNTA. ¿Llega demasiado pronto la decisión de acabar con la hibernación económica?
RESPUESTA. La vuelta al trabajo no me ha parecido una buena decisión y desde luego no ha contado con el consenso de la Comunidad de Madrid. Así se lo he trasladado al ministro en el Consejo Interterritorial de este lunes por la tarde. Y también lo han hecho otras autonomías de forma muy abierta, como Castilla y León.
P. ¿La vuelta al trabajo no se había acordado en la comisión de desescalado de las medidas?
R. Dicen que el confinamiento continúa, pero la realidad es que la medida que se ha tomado es la más importante, la primera en el desescalado, y se ha tomado sin consenso de las autonomías, sin haber constituido siquiera esa comisión de desescalado de la que se habló, sin que se haya tratado el asunto en la Comisión de Salud Pública y diría que de espaldas al Ministerio de Sanidad y por encima del criterio de los técnicos, lo que es aún más grave. Desde luego no coincide con lo que se nos trasladó el jueves anterior en el Consejo Interterritorial.
El presidente del Gobierno dijo a los presidentes autonómicos luego el fin de semana que se basaba en un comité de expertos, pero no sabemos siquiera quiénes forman parte de ese comité. Ha sido una decisión precipitada en la que nos hemos llegado a enterar por twitter del reparto de mascarillas en los transportes públicos y con todavía 11.000 ingresados y 1.300 pacientes en UCI que nos pone en riesgo de un repunte muy grave en apenas dos semanas.
P. Éste no es su primer desencuentro con la gestión que está haciendo el Gobierno central.
R. El primer desencuentro si se quiere llamar así fue cuando surgieron los primeros casos en Madrid. Tuvimos desde la autonomía en todo momento una visión distinta a la que se tenía desde el Ministerio de Sanidad. Recuerdo que en aquellos primeros días, un jueves tuvimos 48 casos con 14 neumonías sin filiar y entonces supimos que eso significaba que el virus llevaba unas tres semanas circulando libremente.
Así se lo transmitimos al Ministerio y ellos, sin embargo, no tuvieron la misma visión que nosotros. Y ese fin de semana no digo que nos plantáramos pero avisamos ya que íbamos a tomar decisiones desde la Comunidad de Madrid de restricción de la movilidad. Ahí fue cuando empezamos a tener la sensación de que el Ministerio iba por detrás en la gestión de esta epidemia.
P. ¿La falta de material es también error de la Administración central?
R. Otro gran problema fue lo que supuso que el Ministerio centralizase las compras. Cuando lo decretaron a priori no nos parecía mal porque como España teníamos más fuerza para realizar compras que como una autonomía, pero la realidad ha mostrado que no fueron capaces de garantizar un suministro y eso nos retrasó muchísimo a las autonomías para poder comprar nosotras por nuestra cuenta como hemos tenido que hacer finalmente..
P. El Ministerio siempre ha defendido públicamente que la compra centralizada no limitaba la capacidad de las autonomías de comprar por sí mismas.
R. Eso no es cierto, la primera orden que publicó establecía que sería el Ingesa, el organismo del Ministerio de Sanidad, quien se encargaba de las compras y más adelante, cuando no fueron capaces de garantizar un suministro, fue cuando el Ministerio nos dijo en un Consejo Interterritorial que las autonomías podíamos comprar por nuestra cuenta.
P. ¿Qué parte de los equipos de protección ha adquirido su autonomía y qué parte ha proporcionado el Gobierno central?
R. En millones de unidades entre lo que ha conseguido la Comunidad de Madrid y las donaciones se han obtenido 35 millones de equipos de protección entre batas, guantes y mascarillas de todo tipo, etc. Lo que nos ha llegado del Gobierno de España es aproximadamente 4 millones de unidades. Como sigue llegando suministro que hemos comprado desde la Comunidad de Madrid, la realidad es que el Ministerio ha proporcionado menos del 10% del material.
P. ¿Ha llegado a colapsar la sanidad madrileña por falta de personal, material o camas de UCI?
R. Hemos hecho alrededor de 10.000 contrataciones y hemos recurrido a todo, a estudiantes, jubilados… y están trabajando todo tipo de lugares, en hoteles, residencias, hospitales… hemos estado al límite pero ahora ya no tenemos problemas de personal. Ifema, como hospital de referencia en derivaciones de covid, nos está permitiendo ahora según está evolucionando el número de casos ir liberando las urgencias y hospitalizaciones del resto de hospitales.
El desescalado va a tener que hacerse a dos niveles, uno social, y otro más de reorganización de nuevo del sistema sanitario. En esa reorganización estamos empezando ya a trabajar para poder hacer un repliegue, ir limpiando espacios en hospitales y poco a poco trazar un circuito para pacientes covid y otro para pacientes no covid que nos permita ir recuperando el resto de la actividad asistencial y reprogramar las operaciones y pruebas aplazadas. Esto hay que hacerlo con muchísima cautela y siempre que no haya un repunte por haber desescalado demasiado pronto.
P. ¿Ese desescalado social del que habla, debería ser a la vez e igual en todas las autonomías?
R. Creo que se deben marcar unas líneas generales y luego tratar de adaptarse a la realidad epidemiológica y asistencial de cada autonomía. Pero todavía no hay un plan estructurado de desescalado, ni siquiera una comisión nacional creada para trazarlo. Espero que se cree esa comisión y se tenga en cuenta a las comunidades. Nosotros hemos creado una comisión en nuestra autonomía que mañana empieza a reunirse, pero no se puede tener un plan de desescalado sin tener antes los estudios de seroprevalencia y el resultado de los test. No puedes tomar medidas si no sabes cuántas personas están contagiadas ni cómo se han contagiado.
P. ¿Y cuántas personas estima que se han contagiado en Madrid?
R. Las estimaciones que hacemos del número de contagiados actualmente sólo podemos hacerlas por los pacientes en seguimiento domiciliario más los hospitalizados y los que están en UCI. Y con esas cifras estimamos más de 200.000 casos en Madrid.
P. Las cifras de fallecidos deberían ser más fáciles de saber y sin embargo sigue habiendo muchas dudas.
R. No creo que nadie cometa la osadía de mentir sobre las cifras de fallecidos porque ahí está el registro civil para constatarlas pero es verdad que tanto en domicilio, como en residencias y en hospitales las autonomías tenemos el dato asistencial antes de que llegue al registro civil. Por eso se ha generado esa sensación de que no coincidían las cifras de fallecidos.
P. Pero, ¿qué datos de fallecidos en Madrid figuran exactamente en las estadísticas ministeriales?
R. Desde Madrid hemos proporcionado al Ministerio los datos que nos ha ido solicitando en cada momento, es decir los fallecidos con PCR positiva, que son los que tenemos controlados en los hospitales. Nosotros le facilitábamos no sólo los de fallecidos con PCR positiva en hospitales sino también los de fallecidos en hospitales que tenían un diagnóstico clínico de coronavirus porque había limitaciones para hacer esas PCR. Y hasta la semana pasada no nos había pedido datos de fallecidos en las residencias.
Desde la semana pasada se le facilitan también los de fallecidos en residencias directamente desde la Consejería de Políticas Sociales, que según las primeras estimaciones eran más de 3.000 fallecidos según anunció la presidenta de la Comunidad. Los datos se han enviado al Ministerio desde la semana pasada pero no sé si se han hecho públicos.
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