Sanofi y GSK han anunciado este martes la firma de una carta de intenciones para establecer una colaboración para desarrollar una vacuna adyuvada para la Covid-19 a partir de la combinación de la tecnología de ambas compañías. Ambas han firmado además un acuerdo de transferencia de material que les permite comenzar a trabajar juntas de inmediato. Se espera que los términos definitivos de la colaboración se finalicen en las próximas semanas.
Sanofi contribuirá con su antígeno, la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2, que ha desarrollado basándose en la tecnología del ADN recombinante. Esta tecnología ha producido una secuencia genética exacta a la de las proteínas que se encuentran en la superficie del virus y la secuencia de ADN que codifica este antígeno se ha combinado con el ADN de baculovirus.
Esta es la misma plataforma de expresión en la que se basa la vacuna recombinante de Sanofi frente a la gripe registrada en Estados Unidos.
GSK contribuirá con su tecnología de adyuvantes con experiencia en vacunas pandémicas. El uso de un adyuvante permite reducir la cantidad de antígeno requerido por dosis, permitiendo que se produzcan más dosis de vacuna.
“Conforme el mundo enfrenta esta crisis de salud global sin precedentes, está claro que ninguna compañía puede avanzar sola. Es por eso que Sanofi continúa complementando su experiencia y recursos con nuestros pares, como GSK, con el objetivo de crear y suministrar cantidades suficientes de vacunas que ayuden a detener este virus", señala Paul Hudson, CEO de Sanofi.
Grandes compañías
“Esta colaboración reúne a dos de las compañías de vacunas más grandes del mundo”, destaca Emma Walmsley, CEO de GSK. “Al combinar nuestra ciencia y nuestras tecnologías, creemos que podemos ayudar a acelerar el esfuerzo global para desarrollar una vacuna para proteger frente a la Covid-19 a tantas personas como sea posible".
Las compañías informan que la combinación de un antígeno basado en proteínas junto con un adyuvante está bien establecida y se utiliza en varias vacunas disponibles en la actualidad. En algunas vacunas se añade un adyuvante para mejorar la respuesta inmune, y se ha demostrado que inducen una inmunidad más potente y duradera frente a las infecciones, en comparación con las vacunas no adyuvadas. Además, mejora la capacidad de fabricar a escala.
Ensayos
Las compañías planean iniciar los ensayos clínicos de fase I en la segunda mitad de 2020 y, si tienen éxito y se aprueban a nivel regulatorio, se pretende completar el desarrollo requerido de la vacuna para que esté disponible en la segunda mitad de 2021.
Como ya anunció Sanofi, su vacuna está recibiendo el apoyo de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (Barda), en los Estados Unidos. “Las alianzas estratégicas entre los líderes de la industria de las vacunas son esenciales para que una vacuna frente al coronavirus esté disponible lo antes posible”, afirma
el director de Barda, Rick A. Bright.
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