“Al principio de la pandemia por la Covid-19 los médicos tenían miedo a contagiar a su familia y vivían la situación con mucho estrés. Ahora, en esta segunda fase, están viendo cómo la muerte es real y cómo algunos colegas se quedan por el camino. De hecho, hay algunos que están escribiendo cartas de despedida a su familia porque no saben si serán los próximos en morir”, explica a este periódico Jesús Linares, coordinador del dispositivo de Emergencia del Colegio Oficial de Psicólogía (COP) de Madrid con la Comunidad de Madrid.
El miedo al contagio es fundado. Desde que la pandemia del coronavirus llegó a España han dado positivo 31.053 sanitarios, según los datos del Ministerio de Sanidad de este lunes 20 de abril, y ya han fallecido 22 médicos, 3 enfermeros y 11 farmacéuticos.
El 82% de las intervenciones realizadas por el COP de Madrid hasta el momento ha sido con enfermeras
Los servicios de atención psicológica que el COP de Madrid está desarrollando desde la declaración del estado de alarma, con el objetivo de paliar los efectos de la crisis sanitaria y social producida por la Covid-19, están poniendo sobre el tapete que los médicos apenas solicitan ayuda psicológica, y cuando lo hacen es de manera anónima, mientras que los profesionales de enfermería son los que más consultas hacen. “Hasta el momento, el 82% de las intervenciones realizadas por el COP de Madrid ha sido con enfermeras”, revela Linares.
Embotamiento emocional
Muchos de estos sanitarios llevan semanas sin ver a sus familias, están aislados socialmente y confinados en hoteles para evitar contagiarles.
“Ello hace que estén desarrollando un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) derivado del miedo al contagio. Presentan una conducta obsesiva que se traduce en limpiarse sin parar. Algunos, incluso, se han hecho reacciones en la piel”.
A esta obsesión tampoco ayuda la falta de equipos de protección individual (EPI), “ni que los que se estén entregando sean defectuosos y traspasen”, indica Linares.
Algunos, según Linares, incluso presentan embotamiento emocional, también conocido como aplanamiento afectivo. “Han llegado al límite del sufrimiento y ya no sienten más dolor”.
En esta pandemia, además, el estrés del médico provoca muchas inseguridades. “Algunos de ellos han entrado a trabajar en ámbitos que no veían desde el grado. De hecho, hay psiquiatras en UCI y pediatras en servicios de Medicina Interna, lo que les genera un estrés añadido. También es significativo que tengan que tomar decisiones, nada agradables, sobre la vida y la muerte, de manera que aumenta su nivel de ansiedad y sintomatología de culpa”.
Fatiga por compasión en enfermeras
En estos tiempos convulsos, los profesionales de enfermería son más proclives a pedir ayuda psicológica.
“Los profesionales de enfermería son más tendentes a la consulta psicológica y están más sensibilizados con este ámbito. Además, ahora más que nunca, están 24 horas con los pacientes, y ello les ocasiona mucho desgaste emocional. Algunas, incluso, padecen fatiga por compasión, un síndrome específico de sanitarios que afecta mucho más a los enfermeros debido al estrés generado al estar en contacto con pacientes que se hallan en estado de profundo dolor”.
Del total de solicitantes sanitarios de este servicio de ayuda psicológica, un 74% trabajan en hospitales públicos, un 14% son profesionales de residencias de mayores, un 7% personal de hospitales privados y un 5% de centros de salud.
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