La puerta de entrada al sistema, aunque no se encargue de los pacientes más graves, también está sufriendo las consecuencias de la epidemia de coronavirus.
En condiciones normales, atención primaria se enfrenta a un déficit crónico de personal, a gestionar una burocracia que los profesionales llevan años denunciando que es excesiva y a tener que lidiar con pacientes que acuden por temas banales.
Desde el pasado mes de marzo la forma de consulta ha cambiado. Se ha creado un doble circuito para diferenciar entre los pacientes que vienen por una posible infección respiratoria, por si fuera la Covid-19, y los que vienen por otra causa no demorable.
También se han suspendido aquellas citas programadas no urgentes o se han derivado a atención telefónica para evitar que al menos una parte de la población pase por los centros de salud. Autonomías como Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha han prorrogado las recetas para crónicos.
Pero en atención primaria también se nota que faltan materiales de protección, además de la falta de manos. Los profesionales contactados por DM están preocupados por su seguridad, critican que se ha abordado tarde la epidemia y algunos lamentan que reciben información contradictoria.
Falta de material
Según un sondeo de la SEMG, realizado entre el 10 y 14 de marzo y en el que participaron 1.332 profesionales, por esas fecha sólo el 50,8% de ellos disponía de dispensadores de solución hidroalcohólica y sólo el 42,4% tenía contenedores de residuos adecuados en su centro laboral.
En cuanto a los equipos de protección, sólo un 14,9% disponía de mascarillas FFP2 y FFP3 (la SEMG asegura que las mascarillas quirúrgicas no son útiles, si bien la Organización Mundial de la Salud las recomienda como protección por defecto), sólo un 15% tenían batas impermeables y el 16,2% protectores oculares. Además, hasta un 30% no disponían de guantes de protección.
Francisco José Sáez, vocal de SEMG Madrid, señala que la falta de protección puede generar una cantidad de contagios muy elevada, sin que exista posibilidad de sustitución. "Las ampliaciones de contratos se están focalizando en los hospitales y en las necesidades de los hoteles medicalizados”, critica.
José María Molero, del grupo de Infecciosas de Semfyc: "Se pierden de 3 a 5 días para tener la prueba de los sanitarios y eso genera más trastorno”
Sáez cree que Madrid ha reaccionado tarde a la pandemia: tanto gestores, centrándose en el ámbito hospitalario, como los profesionales, “reacios a interrumpir su actividad normal”, igual que la parte de la sociedad que “interpretó el aislamiento como unas vacaciones”.
No todo es negativo. Sáez alaba la reconversión urgente de profesionales hacia los servicios de Urgencias y UCI, la aportación del personal no sanitario “asumiendo tareas de cribado y actuación rechazadas durante muchos años”, o cómo la propia población ha entendido medidas como la cancelación de pruebas o derivación a otros centros.
Bajas prolongadas
“La escasez de profesionales en tiempos habituales para cubrir las sustituciones ahora es más grave. Las bajas por cuarentena hemos de cubrirlas entre nosotros mismos, tanto para los aislamientos como también para compañeros que necesitan adaptación de puestos por patologías de base o compañeros de baja por otras causas”, relata Leandro Catalán, presidente de SEMG Aragón.
José María Molero, del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Semfyc, considera vital que se hagan pruebas rápidas en los profesionales sanitarios.
“Se pierden al menos de 3 a 5 días en la realización de la prueba y eso nos genera más trastorno", explica: "Si es un positivo en Covid-19 da igual, pero si no lo es y el profesional se encuentra mejor, con pruebas rápidas se podrían reincorporar lo antes posible”.
José Muñoz, presidente de SEMG Cataluña, se queja de que a mediados del mes de marzo no se estaba siguiendo el protocolo de pruebas para sanitarios con el pretexto de que no se habían producido contacto y lamenta que “la información, en cuanto a la reutilización y recambio de material, no es clara”.
Juan Jesús López, presidente de SEMG en Castilla-La Mancha: "Venían pacientes con clínica sospechosa de Covid-19 pero Epidemiología era reticente a hacer los test”
Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) y médico en Madrid, apunta que, si bien se han detectado pocos casos en niños, “tienen más enfermedades infecciosas que los adultos, por muchas causas. La duda sobre si puede tratarse de un caso es continua”.
Critica que la comunidad era consciente de la situación hace semanas y que hasta mediados de marzo no han tenido material: “Hemos estado desnudos frente al coronavirus”, lamenta. Esta pediatra espera que “la pandemia al menos sirva para que la gente se convenza de la utilidad de las vacunas”.
También se muestra muy crítico Juan Jesús López, presidente de SEMG en Castilla-La Mancha: “Inicialmente los pacientes venían a la consulta contándote su clínica y tú no estabas protegido. Ahora los administrativos realizan el primer triaje".
Lamenta que semanas antes de que se impusiera el estado de alarma "venían a consulta pacientes con clínica sugestiva o de sospecha de Covid-19, pero Epidemiología era muy reticente a realizar el test diagnóstico bajo la premisa de que, por protocolo, solo se realizaría si el paciente había mantenido un contacto o venía de un país de riesgo”.
Cambios en atención primaria
“Durante la epidemia de gripe, normalmente vemos esas consultas más las habituales. En cambio, en Madrid todo lo que tiene que ver con programas, pruebas complementarias y patología no urgente en general, se ha quitado”, explica Molero.
Globalmente él ha notado menos actividad durante el mes pasado,“aunque más bien se está transformando; la gente plantea dudas por teléfono sobre la medicación que está tomando, o cómo influye la tensión, y además hay que gestionar las bajas”.
Alfonso Jiménez, presidente de SEMG en La Rioja, señala que a mediados de marzo la actividad había cambiado muchísimo, sobre todo poniendo el acento en la actividad por teléfono. “Como no hay mal que por bien no venga, podemos desarrollar nuevas formas de consulta con el fin de regular la demanda asistencial”, reconoce.
Lamenta que él personalmente pidió la suspensión de las manifestaciones por el 8M y de la feria Logrostock, el mismo fin de semana, sin éxito: “Eso sí, el lunes niños a casa y alerta máxima por transmisión comunitaria”.
“Hay un evidente clima de nerviosismo y preocupación en nuestras familias”, reconoce Carlos Bastida, presidente de SEMG Galicia.
Es el más positivo en cuanto a la gestión en su autonomía y cómo se han respetado y comprendido las medidas: “La gente no acude al centro, y hacemos las consultas telefónicas. Lo entienden perfectamente, e incluso nos dan las gracias por estar aquí al pie del cañón, y nos desean suerte”.
Teresa Médez, coordinadora de Medicina Rural de Semfyc: "Se han cerrado consultorios y están derivando a los pacientes al centro de cabecera”
Manuel Mozota, presidente de SEMG Navarra, lamenta que, en su opinión, “falta información, la prevención muchas veces no se realiza adecuadamente, el aislamiento no ha estado bien controlado y puede haber pacientes infectados que salgan a la calle”.
La coordinadora del grupo de trabajo de Medicina Rural de la Semfyc, Teresa Méndez, señala que, “dependiendo de la comunidad autónoma, hay equipos que han cerrado los consultorios rurales y los pacientes tienen que ir al centro de cabecera”..
La medida ya se ha aplicado en comunidades como Asturias, Castilla-La Mancha o Murcia, mientras que se estudia en otras como Andalucía y Galicia, con el fin de concentrar efectivos en centros de salud o derivarlos a la atención hospitalaria. En Madrid se ha suprimido temporalmente el servicio de urgencias extrahospitalarias y se han cerrado varios centros de salud para reforzar el hospital de Ifema.
Precisamente varias sociedades de atención primaria se han pronunciado en contra de estas medidas, porque entienden que el mejor control del grueso de los pacientes confirmados o sospechosos se puede realizar desde el primer nivel.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de los pacientes tienen la enfermedad con una sintomatología leve, argumentan, atención primaria puede hacer el filtro para evitar el colapso de las urgencias de los hospitales.
La España rural tiene aún más déficit de médicos y de medios, apunta Méndez: “No tenemos equipos para protegernos a nosotros y a veces ni mascarillas para los pacientes...”
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3dP6rkB
No hay comentarios:
Publicar un comentario