"Hemos alcanzado el primer objetivo: hemos llegado al pico de la curva y ahora entramos en la fase de estabilización y ralentización". Así lo ha asegurado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.
El responsable del ministerio ha expuesto los siguientes datos para defender esta afirmación: respecto a este miércoles, el número de casos se ha incrementado un 8% (en lugar de un 18% como la semana pasada); el número de ingresos en UCI ha subido un 4% (frente a un 16%); el número de fallecidos, un 10% (19%) y el número de pacientes curados, un 18% (13% la semana anterior).
Posteriormente, a preguntas de los partidos de la oposición, ha matizado que, aunque hace falta uniformar datos para establecer "con rotundidad" el momento en el que se encuentra la epidemia, la información de la que dispone el Ministerio de Sanidad es que "en algunas zonas de España creemos que se ha llegado al pico de la curva y en otras, si no es así, se está muy cerca".
Sin embargo, ha reconocido que, frente a este atisbo de optimismo, "por la dinámica de la epidemia, las necesidades de camas de UCI llevan un retraso respecto a la confirmación de nuevos casos".
Es decir, que incluso con un descenso en los nuevos ingresos, se van acumulando pacientes. Según Illa, se espera que la capacidad máxima de las UCI se alcance entre la segunda y la tercera semana de abril.
Más refuerzos
El ministro ha asegurado además que la modificación de la orden para reforzar las plantillas permitirá que las autonomías puedan disponer de otros 27.000 sanitarios, que se añadirían a los 52.000 ya anunciados.
Concretamente, serían más de 17.560 técnicos superiores de cuidados auxiliares de Enfermería y 9.500 candidatos a los exámenes MIR, EIR, FIR y de otras titulaciones de 2020 que aprobaron el examen.
En total, en teoría a disposición habría más de 79.000 profesionales disponibles para autonomías. El ministro ha señalado que luego cada autonomía puede contratarles si lo considera oportuno.
El dato anunciado por Illa contrasta con las altas en la Seguridad Social, que mostrarían una pérdida de 5.000 profesionales en marzo.
En el último mes sólo se han incorporado 7.085 profesionales (apenas un 13,6% de los prometidos). Según ha denunciado CSI-F, a esas altas habría que descontar los 11.732 profesionales que, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Sanidad, están de baja por coronavirus. El resultado final arroja un saldo negativo de 4.647 sanitarios.
Test rápidos para aumentar la capacidad de las PCR
El ministro también se ha referido a las pruebas que se están haciendo sobre los test rápidos. Aunque se tienen que consensuar los detalles con las autonomías, Sanidad ha reiterado que su idea es que se usen los test rápidos para hacer un primer cribado en las zonas de alta prevalencia de la epidemia: hospitales y residencias de ancianos.
Según Illa, los test rápidos que está evaluando el Instituto Carlos III tienen una sensibilidad del 80% a los 7 días de la infección, por lo que se utilizarían para confirmar los casos directamente. En el caso de que el test rápido diera positivo y aún hubiera sospechas, se haría la PCR.
En resumen, esto permitiría aumentar la capacidad de ejecución de los PCR entre un 40 y un 60%, ha explicado el ministro.
Una segunda línea de acción es utilizar los test rápidos de anticuerpos para confirmar la inmunidad, si bien Illa ha matizado que aún hay que estudiar si eso implica asimismo que esas personas han dejado de ser contagiosas.
Sobre la partida de un millón de test rápidos que España devolvió, ha señalado que "no es que los test no fueran fiables", sino que una sensibilidad del 60% "no servía para los objetivos que tenemos".
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